¡Se va el alcalde de Iguala…!
Por Leoncio Castrejón
El hombre por naturaleza siempre debe ser cauto, mesurado, precavido, tolerante, discreto y entender las circunstancias en las que se desenvuelve o relaciona, y más aún cuando se tiene responsabilidades públicas tan importantes como gobernar un municipio. Desde tiempos inmemorables, quienes obtenían el encargo de dirigir a su pueblo, siempre eran aquellos que por su edad encarnaban sabiduría, experiencia y sobre todo el respeto de los demás, entre otras cualidades. Conforme pasan los años, los requisitos son mucho más.
En la actualidad desafortunadamente, quienes gobiernan a comunidades, desde la más pequeña hasta la más compleja, no siempre son las personas más preparadas, más tolerantes, con más experiencia y que posean el don de saber escuchar y atender a sus conciudadanos en los asuntos más simples hasta aquellos que requieren la opinión y toma de decisiones de muchos más por su grado de dificultad.
La reflexión viene a colación por las características por las atraviesa la ciudad de Iguala de la Independencia. La comuna que dirige el médico de profesión -que no es lo mismo llamarle equivocadamente doctor– Raúl Tovar Tavera distinguido priísta de toda la vida, arriba al poder municipal por un amplio margen de votos en relación a su más cercano adversario político del PRD.
En aquel entonces en este espacio, se puntualizó que la oportunidad que la sociedad igualteca brindaba al médico Raúl Tovar de gobernar al municipio de Iguala, de ninguna manera había sido un rotundo triunfo del priísmo igualteco como se pregonó en su momento; sino más bien, un drástico y contundente castigo en las urnas a la desaseada conducción de la administración municipal anterior, del también médico de profesión, Antonio Salvador Jaimes Herrera, postulado por el PRD.
Pareciera que la actitud de los hombres al arribar al poder, éste, los transforma de tal manera que su actitud cambia para mal de sus representados, claro, esto transcurre paulatinamente en la mayoría de quienes no habiendo tenido nunca nada… Se transforman sin que ellos lo intenten en lo más mínimo reconocer.
El caso de Iguala de la Independencia tiene varias aristas para ser enfocado. Sin embargo, una serie de hechos y circunstancias se vienen combinando para que a estas fechas, se perciba por la Vox populi una marcada ingobernabilidad en el municipio conducido por el PRI. En palacio municipal sólo impera la Ley de la selva, ahí, todos son jerarcas, no hay un solo soldado raso.
El alcalde Raúl Tovar Tavera, ha incurrido en errores que muchos de sus correligionarios de partido ya le llaman desviaciones irreversibles de conducción. Esto es, que el alcalde Tovar, a pesar de que le han conminado infinidad de veces a corregir el rumbo, la forma y estilo de gobernar a Iguala, ha respondido en términos no comunes en la política. Vamos, se ha convertido en pasivo, en lugar de tener un activo en las filas priístas.
Sus motivos y razones tiene para mostrar la soberbia e irreverencia ante dirigentes de su partido que le han hablado al oído para corregir a tiempo su muy particular estilo de “gobernar” a una plaza tan importante políticamente como lo es Iguala.
Los dirigentes priístas preocupados y en serio, por la negativa del alcalde Tovar a corregir el rumbo, ya se reunieron y han determinado y decidido el caso de Iguala. Le han puesto fecha fatal al asunto, en breve, muy breve, se conocerá quién estará al frente de la comuna igualteca. Bien dice el dicho que es de sabios cambiar de parecer, aunque hay quienes lo entienden hasta que pierden lo poco que tuvieron…
Si la cúpula priísta se arrepiente de cambiar al alcalde Raúl Tovar Tavera a tiempo, entonces el PRD del municipio, estará cantando victoria muy temprano.
Mientras tanto… ¡Que tenga Usted, un excelente y lluvioso fin de semana!
leoncio.cas@hotmail.com
http://www.masextension.blogspot.com/
Por Leoncio Castrejón
El hombre por naturaleza siempre debe ser cauto, mesurado, precavido, tolerante, discreto y entender las circunstancias en las que se desenvuelve o relaciona, y más aún cuando se tiene responsabilidades públicas tan importantes como gobernar un municipio. Desde tiempos inmemorables, quienes obtenían el encargo de dirigir a su pueblo, siempre eran aquellos que por su edad encarnaban sabiduría, experiencia y sobre todo el respeto de los demás, entre otras cualidades. Conforme pasan los años, los requisitos son mucho más.
En la actualidad desafortunadamente, quienes gobiernan a comunidades, desde la más pequeña hasta la más compleja, no siempre son las personas más preparadas, más tolerantes, con más experiencia y que posean el don de saber escuchar y atender a sus conciudadanos en los asuntos más simples hasta aquellos que requieren la opinión y toma de decisiones de muchos más por su grado de dificultad.
La reflexión viene a colación por las características por las atraviesa la ciudad de Iguala de la Independencia. La comuna que dirige el médico de profesión -que no es lo mismo llamarle equivocadamente doctor– Raúl Tovar Tavera distinguido priísta de toda la vida, arriba al poder municipal por un amplio margen de votos en relación a su más cercano adversario político del PRD.
En aquel entonces en este espacio, se puntualizó que la oportunidad que la sociedad igualteca brindaba al médico Raúl Tovar de gobernar al municipio de Iguala, de ninguna manera había sido un rotundo triunfo del priísmo igualteco como se pregonó en su momento; sino más bien, un drástico y contundente castigo en las urnas a la desaseada conducción de la administración municipal anterior, del también médico de profesión, Antonio Salvador Jaimes Herrera, postulado por el PRD.
Pareciera que la actitud de los hombres al arribar al poder, éste, los transforma de tal manera que su actitud cambia para mal de sus representados, claro, esto transcurre paulatinamente en la mayoría de quienes no habiendo tenido nunca nada… Se transforman sin que ellos lo intenten en lo más mínimo reconocer.
El caso de Iguala de la Independencia tiene varias aristas para ser enfocado. Sin embargo, una serie de hechos y circunstancias se vienen combinando para que a estas fechas, se perciba por la Vox populi una marcada ingobernabilidad en el municipio conducido por el PRI. En palacio municipal sólo impera la Ley de la selva, ahí, todos son jerarcas, no hay un solo soldado raso.
El alcalde Raúl Tovar Tavera, ha incurrido en errores que muchos de sus correligionarios de partido ya le llaman desviaciones irreversibles de conducción. Esto es, que el alcalde Tovar, a pesar de que le han conminado infinidad de veces a corregir el rumbo, la forma y estilo de gobernar a Iguala, ha respondido en términos no comunes en la política. Vamos, se ha convertido en pasivo, en lugar de tener un activo en las filas priístas.
Sus motivos y razones tiene para mostrar la soberbia e irreverencia ante dirigentes de su partido que le han hablado al oído para corregir a tiempo su muy particular estilo de “gobernar” a una plaza tan importante políticamente como lo es Iguala.
Los dirigentes priístas preocupados y en serio, por la negativa del alcalde Tovar a corregir el rumbo, ya se reunieron y han determinado y decidido el caso de Iguala. Le han puesto fecha fatal al asunto, en breve, muy breve, se conocerá quién estará al frente de la comuna igualteca. Bien dice el dicho que es de sabios cambiar de parecer, aunque hay quienes lo entienden hasta que pierden lo poco que tuvieron…
Si la cúpula priísta se arrepiente de cambiar al alcalde Raúl Tovar Tavera a tiempo, entonces el PRD del municipio, estará cantando victoria muy temprano.
Mientras tanto… ¡Que tenga Usted, un excelente y lluvioso fin de semana!
leoncio.cas@hotmail.com
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