Se decide Manuel Añorve por apoyar la construcción de la presa La Parota
Ricardo Castillo Díaz
Al exponer sus compromisos de gobierno, el candidato de la coalición Tiempos Mejores para Guerrero, Manuel Añorve Baños, delineó que el énfasis de su programa estará en la política social para combatir la pobreza y la desigualdad.
Dijo que la economía de los guerrerenses será su “prioridad de prioridades” y por ello prometió crear 100 mil empleos, y finalmente se definió a favor de la construcción de la hidroeléctrica La Parota.
Ante unos 500 representantes de diferentes sectores de Acapulco, Añorve Baños dijo que en el tema de La Parota sería “muy claro”, y por ello señaló que “nadie puede estar en contra del desarrollo, de la generación de 5 mil empleos que se requieren en Acapulco; nadie puede estar en contra del desarrollo regional; nadie puede estar en contra de garantizar el agua para Acapulco”.
Insistió en que “nadie puede estar en contra de generar otras actividades como acuacultura, pesca y ganadería, o bien de un turismo de aventura; o bien, nadie puede estar en contra de la modernidad de un municipio”.
Añorve Baños intentó matizar su respaldo definitivo al proyecto hidroeléctrico de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que impulsa el gobernador Zeferino Torreblanca Galindo, al afirmar que “por supuesto, también nadie puede estar en contra de la voz de un pueblo”.
Por ello dijo que “la conciliación es básica y fundamental para poder impulsar un desarrollo regional y sustentable en Acapulco”, en referencia a que mediante el diálogo será posible convencer a los habitantes de los pueblos que se verán afectados por la presa.
Pero de inmediato reiteró su respaldo a La Parota: “Esa es la postura que yo tengo, y es la postura que doy al pueblo de Guerrero y nunca estaré en contra del desarrollo del pueblo de Guerrero”.
En alusión al candidato de la coalición Guerrero nos Une, Ángel Aguirre Rivero, quien fue reconvenido por el ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador para oponerse al proyecto a cambio de recibir el respaldo de las bases lopezobradoristas en el estado, el priísta señaló que “esa es la postura, Manuel Añorve no dice sí y luego dice no”.
Dijo que él asume la responsabilidad de lo que le ha tocado gobernar, “a pesar de las críticas, y vuelvo a dar mi postura: Manuel Añorve no está en contra del desarrollo del municipio de Acapulco, y yo quiero decirles que también vamos a seguir con la modernidad de Acapulco”.
Compromisos por Guerrero
En el acto denominado Compromisos por Guerrero, en el salón Triángulo del Sol del Centro de Convenciones de Acapulco, Añorve Baños dijo que “si bien es cierto en Guerrero todo es importante, el gobierno ganador deberá ver todo con una visión incluyente y plural”.
Único orador en un escenario sólo para él, con el pódium al centro, anunció que por ello “el énfasis de mi gobierno estará en la política social, no tengo la menor duda de que Guerrero requiere la política social, porque desgraciadamente no todo es la Costera de Acapulco, ni es tampoco el resplandor de nuestros destinos turísticos”.
Indicó que “todos los temas son importantes, pero hay uno que cruza de manera transversal en nuestro caso y toca toda la problemática de nuestros guerrerenses y que es el combate a la pobreza, a la desigualdad, y por supuesto, la necesidad de vivir tiempos mejores en la salud, en la educación, en la economía, en el turismo, en la generación de empleos y tiempos mejores para nuestras familias”.
En un largo discurso de casi una hora, afirmó que “por eso la economía de los guerrerenses será prioridad de prioridades”, y agregó que “para enfrentar los retos y desafíos de nuestro desarrollo social, se necesitan recursos económicos para lograr un cambio verdadero”.
Añorve explicó que “el reclamo más importante de los guerrerenses es tener oportunidad de trabajo, tener mejores empleos, pero sobre todo bien remunerado”, y dijo que en su campaña ha confirmado que la vocación económica que sobresale en Guerrero es el turismo.
“Vamos de una vez por todas a hacer del turismo el gran detonador permanente de la inversión en Guerrero, del desarrollo, porque ahí está la generación de empleos y los recursos que los guerrerenses necesitamos”, expresó.
Recordó que “de cada 10 guerrerenses, tres no tienen ingresos fijos; de cada 10 jóvenes que ingresan a la universidad, siete no tienen trabajo; de cada 10 jóvenes guerrerenses entre los 19 y 29 años, siete dejan la escuela porque no tienen recursos económicos para concluirla”.
En una aparente crítica al subejercicio recurrente en el sexenio de Zeferino Torreblanca, Añorve criticó que “no es posible ni entendible que enlatemos recursos cuando hacen faltan recursos para la construcción de escuelas y hospitales”.
Señaló que “el 20 por ciento de los guerrerenses todavía, hoy que hablamos del bicentenario y del centenario, del tercer milenio, el 20 por ciento de ellos todavía no sabe leer ni escribir; estamos debajo de la media nacional, y la educación sabemos que es la ruta idónea del desarrollo”.
Lamentó que ocupemos “uno de los primeros lugares en pobreza alimentaria” y que “hoy de cada 10 guerrerenses, siete no pueden hacerle frente a las necesidades básicas de educación, vivienda y empleo”.
En su recuento de las cifras del atraso, indicó que “somos el cuarto estado en desnutrición y en donde mueren más niños en los primeros años de vida. En Guerrero, tres de cada 10 personas se dedican a actividades agropecuarias y cada año 65 mil guerrerenses emigran a Estados Unidos”.
Luego preguntó: “¿Acaso hemos dimensionado que han ingresado a sistemas penitenciarios en los últimos tiempos más de dos mil menores infractores guerrerenses? ¿O el drama de los adultos mayores abandonados por sus familias? ¿Los de la población discapacitada, que muchos pueden considerarlo un problema pero que para mi esposa y para mí es una bendición de Dios atender a las familias que tiene un hijo con capacidades diferentes? ¿Que una de cada cuatro viviendas carezca de piso firme? ¿Que en nuestro estado todavía haya un médico por cada mil habitantes?”
Acusó que “con esta estadística que no ha cambiado y que también se vino a decir que esto iba a cambiar, el PRD y quienes encabezaron, y lo tengo que decir con puntualidad, al PRD”, nuevamente en alusión al gobernador Torreblanca Galindo.
Reiteró que por eso “vamos a llevar un gobierno y tenemos una campaña eminentemente de apoyo al desarrollo social de Guerrero; este es mi compromiso y el turismo como motor de la economía es mi prioridad”.
Prometió entonces “generar 100 mil empleos bien remunerados y estables para combatir la pobreza, la desigualdad y la marginación con oportunidades reales para los guerrerenses que reviertan los niveles insultantes de rezago, dándoles oportunidades y facilidades a los inversionistas”.
Luego repitió sus ofertas de campaña, del fertilizante gratis para los campesinos, de los créditos a la palabra para las mujeres, del calzado para los niños pobres, del primer empleo y de los incentivos fiscales a las empresas que contraten a jóvenes recién egresados de la universidad.
También habló de su promesa de construir hospitales regionales, porque, dijo, “según se habló por parte de PRD que iba a haber tiempos mejores para la salud, y todavía en Chilapa no hay hospitales, y nueve de cada 10 indígenas no tienen acceso a servicio hospitalario. ¿En dónde está el discurso con los hechos? Por eso yo firmé ante notario público: hospital regional en Chilapa y también en Tlapa”.
Anunció “más recursos” para la UAG, que dijo es una institución “que merece una atención especial”. Ofreció “apoyar a los jubilados, la remuneración de los trabajadores administrativos y profesores, y vamos apoyar también con imaginación y algo de sentido común a la universidad con un camión para cada unidad para sus prácticas, con un transporte. ¿Qué no podemos con mi esposa seguir tocando puertas y seguir haciendo techumbres y regalarles gimnasios para que sigan haciendo ejercicio los chavos? ¿Qué es mucho gasto?”
Insistió en combatir el “tema de la delincuencia” con “programas integrales”. De nuevo preguntó: “¿Que necesariamente tenemos que generar violencia para combatir la violencia? ¿Qué no podemos voltear a ver a los adictos como lo que son, como unos enfermos y reintegrarlos con un programa de adiciones a la sociedad? ¿Que no podrán tener una política social, que a los adictos hay que reintegrarlos con una política social y no perseguirlos como delincuentes para meterlos a la cárcel y luego salgan Jefes de jefes y de adictos? Tenemos que tener una política contra las adicciones y tenemos que reintegrarlos a la sociedad”.
Abogó por “volver al mundo de valores” y construir “un blindaje familiar” para que los hijos “salgan al mundo, porque no todo es la delincuencia organizada. A ver, ¿no es un problema también el alcoholismo, la vagancia, las malas costumbres, los suicidios? Sin rango social, ¿eh? Y entonces tenemos que blindarlos con fe, esperanza, respeto, cariño, cercanía y decirles te amo y te quiero, para que se enfrenten con todos los problemas”.
En otra parte de su discurso también reiteró que fue él quien decidió construir el paso elevado Bicentenario en la avenida Cuauhtémoc, a pesar de las molestias que generaría durante su construcción, así como diversas obras en Acapulco que enumeró, principalmente en vialidades, de drenaje, de agua y en la zona rural.
Sobre el paso Bicentenario dijo que ahora “lo utilizan hasta mis críticos para llegar temprano a sus trabajos o a sus oficinas partidistas”.
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