martes, 4 de mayo de 2010

Sección: Nuestros Investigadores

Leopoldo García Colín
Cuando entre los años 30 y 40 del siglo pasado la familia del químico Leopoldo García-Colín Carrera decidió montar en la ciudad de México un laboratorio de Química y trabajar con las prodigiosas plantas que los indígenas usaban para curarse, el padre de uno de los científicos del país más reconocidos en el mundo, Leopoldo García-Colín Scherer, no imaginaba todo lo que se derivaría de aquella empresa. Aquel espacio –dotado con lo necesario para operar como un centro farmacéutico– era visitado habitualmente por un García-Colín Scherer de sólo nueve años, fascinado con instrumentos y sustancias, pero sobre todo “con las agüitas de colores que mi padre me regalaba”.
Más tarde el asombro daría paso al interés por las reacciones químicas en quien ha llegado a ser el investigador mexicano más citado en el ámbito internacional por sus contribuciones al estudio de la Química, la Mecánica Estadística, la Teoría Cinética de Gases, los Gases Cuánticos, la Astrofísica, la Física Biológica y la Biomatemática.

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