miércoles, 2 de junio de 2010


Debe ampliarse a todos la cobertura universitaria, coinciden en clausura de reunión en Guadalajara
Ignorancia y miseria, el mayor problema social, dicen rectores No podemos perder a un joven más, señalan representantes de 23 instituciones latinoamericanas


Laura Poy Solano/Enviada/Periódico La Jornada
Miércoles 2 de junio de 2010, p. 40
Guadalajara, Jal., 1º de junio. Las universidades de Iberoamérica tienen entre sus principales desafíos no sólo la generación de conocimiento, sino también la búsqueda de equidad y justicia social. Más de mil rectores reconocieron que el problema fundamental de las sociedades modernas “no es la inseguridad, sino la miseria y la ignorancia, la pobreza y el dolor de las personas”.

Al concluir el segundo Encuentro Internacional de Rectores Universia, representantes de instituciones de educación superior de 23 países latinoamericanos coincidieron en que “no podemos perder a uno más de nuestros jóvenes. Si queremos ganar un futuro debemos comenzar por extender a todos la posibilidad de ingresar a una formación universitaria”.

Federico Gutiérrez-Solana, rector de la Universidad de Cantabria y presidente del comité académico del encuentro, afirmó que “es necesario construir una universidad que se involucre más con la sociedad, lo que implica tener un claro compromiso con la cohesión y la justicia social”.

En tanto, José Narro Robles, rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, señaló que debe adoptarse como política de Estado el apoyo a la enseñanza superior, la ciencia y la cultura, pues consideró “inaceptable” que en muchas naciones de la región, la “mayoría de los jóvenes en edad de cursar sus estudios no puedan hacerlo”.

Indicó que la educación superior es fundamental para que las naciones de la zona no se rezaguen más respecto de los países que basan su desarrollo en el conocimiento y sus aplicaciones. Reiteró su convicción de que “nuestro marco de partida debería ser la aceptación de que el mejor Estado no es necesariamente aquel que únicamente genera riqueza. En todo caso, es aquel que mejor la distribuye y que consigue el mayor desarrollo humano posible”.

Entre las principales conclusiones del encuentro, al que asistieron rectores y representantes de toda Iberoamérica, destaca la demanda a los gobiernos de la región de que incrementen la inversión destinada a la enseñanza superior, la ciencia y la tecnología, pero también a que favorezcan las condiciones para una mayor participación del sector privado, que “debe asumir que la educación también le compete como tarea estratégica para el desarrollo”.
Una universidad abierta, científica y crítica –advirtieron los rectores– requiere “financiación adecuada, gestión profesionalizada y transparente, y la actualización constante de los nuevos desarrollos tecnológicos, desde la afirmación de la autonomía y la diversidad universitarias”.

Tras reconocer el papel “estratégico” de dichas instituciones de enseñanza superior en la consolidación de una sociedad del conocimiento, los rectores acordaron, como parte de la llamada “agenda de Guadalajara”, impulsar el desarrollo del Espacio Iberoamericano del Conocimiento, que tiene como uno de sus ejes centrales establecer un programa de movilidad estudiantil y de profesores, cuya meta es que para 2015, 2.5 por ciento de la comunidad estudiantil de la región, estimada en 13 millones de alumnos, participe en algún tipo de intercambio.

El rector de la Universidad Estadual Paulista, Herman Jacobus Cornelis, integrante de la red de universidades de Brasil, destacó que a los retos de financiamiento y calidad de la educación superior se suma la necesidad de incrementar la cobertura, pues en su país “hemos avanzado porque hay una decisión de Estado y se invirtió mucho más en años recientes”.

Joao Carlos Alexandre Neto, rector de la Universidad Federal Pública de Rio Grande do Sul, Brasil, afirmó que las instituciones de nivel superior deben “mantener directa la mirada sobre las necesidades de la población”.

En tanto, Bernardo Rivera, director ejecutivo de la Asociación Colombiana de Universidades, afirmó que entre los retos “insoslayables para las instituciones iberoamericanas está remontar las bajísimas tasas de cobertura, porque si no tenemos ese piso mínimo de equidad, miles de nuestros jóvenes seguirán en las calles, ante el riesgo de seguir el camino de la delincuencia”.

En la clausura del encuentro, Angel Gabilondo, ministro de Educación de España, señaló que en un mundo en crisis la universidad iberoamericana también enfrenta un doble reto: “ligar el conocimiento con la creación de una sociedad más justa”.

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