Designa UNESCO tres nuevas áreas del país como reservas de la biosfera
EFE en París Reservas. Nahá-Metzabok, en el estado de Chiapas, las Islas Marías, en el estado de Nayarit, y Los Volcanes, estados de México, Puebla, Tlaxcala y Morelos.
Tres nuevas reservas del país fueron incluidas en la lista de la Red Mundial de Reservas de la Biosfera de la UNESCO, según decidió la organización con sede en París.
Se trata de las reservas mexicanas de Nahá-Metzabok (estado de Chiapas), Islas Marías (estado de Nayarit) y Los Volcanes (estados de México, Puebla, Tlaxcala y Morelos).
La decisión se tomó durante la 22 reunión del Consejo Internacional de Coordinación del Programa del Hombre y la Biosfera (MAB) de la UNESCO, que se celebra hasta el 4 de junio.
La reserva de la biosfera de Nahá-Metzabok se encuentra dentro de la Selva Lacandona en el estado de Chiapas y se distingue por sus condiciones fisiográficas y de humedad que favorecen el desarrollo de exuberantes ecosistemas, que van desde los bosques de pino y los pantanos hasta las selvas altas.
Estas características propician la existencia de un elevado número de especies vegetales y animales, entre las que se cuentan algunas amenazadas o en peligro de extinción como el ocofaisán, el zopilote rey, el quetzal y el jaguar.
Se trata de una región de vital importancia en la dinámica atmosférica, la calidad del agua, la protección de especies de vida silvestre y el mantenimiento de un germoplasma único, según precisó la embajada mexicana ante la UNESCO en un comunicado.
Se trata de las reservas mexicanas de Nahá-Metzabok (estado de Chiapas), Islas Marías (estado de Nayarit) y Los Volcanes (estados de México, Puebla, Tlaxcala y Morelos).
La decisión se tomó durante la 22 reunión del Consejo Internacional de Coordinación del Programa del Hombre y la Biosfera (MAB) de la UNESCO, que se celebra hasta el 4 de junio.
La reserva de la biosfera de Nahá-Metzabok se encuentra dentro de la Selva Lacandona en el estado de Chiapas y se distingue por sus condiciones fisiográficas y de humedad que favorecen el desarrollo de exuberantes ecosistemas, que van desde los bosques de pino y los pantanos hasta las selvas altas.
Estas características propician la existencia de un elevado número de especies vegetales y animales, entre las que se cuentan algunas amenazadas o en peligro de extinción como el ocofaisán, el zopilote rey, el quetzal y el jaguar.
Se trata de una región de vital importancia en la dinámica atmosférica, la calidad del agua, la protección de especies de vida silvestre y el mantenimiento de un germoplasma único, según precisó la embajada mexicana ante la UNESCO en un comunicado.
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