El aspirante “se menea, se menea”
SIMÓN SARA
A las 10 en punto llegaron al Kentucky Zapata los diputados federales Armando Ríos Piter y Alejandro Encinas Rodríguez. Saludaron a los simpatizantes y militantes del PRD que ya los esperaban para dirigirse hacia el lugar del acto en el corazón de la popular colonia Renacimiento.
En el lugar, el ex diputado local Carlos Payán Cortinas animaba desde el micrófono; Los Karkis, de la Costa Grande, se encargaron de amenizar la fiesta. Todos saltaban con las banderas amarillas en alto y a ritmo pegajoso.
“Se menea, se menea, se menea; Ríos Piter se menea, se menea, se menea”, sonaban las bocinas en medio de un ambiente de alegría colectiva.
Participaron contingentes de las siete regiones del estado.
Sin importar que se tratara del Día del Padre, los asistentes se abrazaban cuando se reconocían entre sí: calentanos y costeños, montañeses con los del centro.
Acapulco era el anfitrión y el agasajado sin duda alguna, Ríos Piter, quien rojo del calor intenso bajo los rayos del sol, repartía sonrisas.
Llegó entonces el momento de los oradores, todos hablaron en la misma sintonía, hasta que Alejandro Encinas marcó con claridad qué tipo de gobierno se requiere para Guerrero: “Aquí no caben las ambigüedades”; y recalcó que “ni PRI ni PAN”.
“Necesitamos para Guerrero a un gobernante que ruja como el jaguar”, expresó.
La multitud aplaudió y celebró con sonrisas; “más claro ni el agua”; “ya lo dijo Encinas”, los asistentes repetían entre sí a modo de conclusión.
Ríos Piter y todo el zeferinismo ahí presente se sintieron arropados y apoyados por el poderoso diputado, ex jefe de gobierno de la ciudad de México y ex candidato a la presidencia nacional del PRD.
Por su parte, Ríos Piter agradeció a todos la asistencia, se dijo dispuesto a apoyar a quien quede como candidato y se comprometió a seguir trabajando por Guerrero.
También felicitó a todos los padres en su día. Mencionó que el segundo de sus hijos venía en camino, y que en lugar de traer una torta bajo el brazo, traerá una gubernatura.
Al finalizar la intervención, se guardó un minuto de silencio por la muerte de Chavarría Barrera y demás militantes perredistas caídos; posteriormente se entonó el Himno Nacional.
Los Karkis cerraron el encuentro, su música deleitó a la banda amarilla con ritmos guapachosos.
“Arrincónamela para abajo, arrincónamela para arriba”, mientras todos emprendían su regreso con bolsas de agua en la mano, o sus chescos, como se hacía antes de que naciera el sol azteca.