Cautiva al público la calidad artística del Concurso y Festival Internacional de Guitarra de Taxco
Claudio Viveros Hernández /Taxco de Alarcón
Luego de seis días con sus seis noches, seis países y con seis extensiones de conciertos, terminó la fiesta convocada por las seis cuerdas en el Concurso y Festival Internacional de Guitarra de Taxco.
En su décima tercera edición, el número cabalístico fue exitoso con la suma de esfuerzos y resultados que se proyectaron multiplicados, en opinión de la coordinadora general y directora del Centro Cultural Taxco, Rosario Cambray García, quien junto con el director artístico, el guitarrista, Juan Carlos Laguna, conforman una mancuerna reconocida en el ámbito cultural.
En un acto sin mucho protocolo, para darle mayor peso a la parte artística, la clausura de la jornada musical y la premiación de los ganadores antecedió brevemente a un cierre único con el último concierto en Taxco que desbordó sensibilidad, talento y alegría contagiante a cargo del guitarrista flamenco estadunidense, Miguel Antonio, y el acordeonista ruso, Vladimir Kaliazine.
En este mismo acto y en la premación estuvo presente el luthier y patrocinador de Paracho, Michoacán, Arnulfo Rubio, quien personalmente entregó la guitarra de concierto –cotizada en 30 mil pesos– al ganador del primer lugar del concurso de guitarra de solistas, Antonio Laguna Barrientos, de la Ciudad de México; además del premio de 30 mil pesos y del diploma, sumados a una serie de conciertos en su próxima agenda tanto en Taxco y en los festivales internacionales de Guitarra en Costa Rica, Monterrey, Tepoztlán, Morelos, y otros más organizados por el Instituto Nacional de Bellas Artes y el Centro Nacional de las Artes (CENART).
El segundo lugar fue para José Eduardo Cervera Osorio, de Mérida, Yucatán, que recibió 18 mil pesos y un diploma, más un concierto programado en el Encuentro Internacional de Guitarra que organiza en CENART en noviembre próximo; el ganador del tercer lugar fue Raúl Tovar Velázquez, de Toluca, Estado de México, que recibió 12 mil pesos y el diploma, a lo que se añade una presentación en concierto en el Encuentro Internacional de Guitarra del CENART.
La premiación para los ensambles ganadores del Primer Concurso México para Ensambles de Guitarra, quedó de la siguiente manera: El Cuarteto Orishas, primer lugar, cuyos integrantes pasaron a recibir los 10 mil pesos y un diploma, más un concierto programado por la Dirección de Música y Ópera del INBA; Octeto Sicarú, fue el ganador del segundo lugar; se le entregaron 6 mil pesos y un diploma y en la tercera posición terminó el Terceto Cuicacalli, que recibió 4 mil pesos y diploma.
El receso de unos minutos para preparar el escenario fue mínimo, no así el esperado concierto que dejó con la boca abierta a la multitud y calentó el ambiente en una noche que, una vez terminada la fiesta, atrajo la lluvia al compás del Bayán (acordeón de más de trescientos botones) del ruso, Vladimir Kaliazine y una guitarra y mandolina en manos del estadunidense, Miguel Antonio.
El prodigio de dos artistas célebres arrancó apoteóticos aplausos que cimbraron el teatro. Llenos de energía que se transmitía en sus semblantes y en las ejecuciones magistrales en cada obra; el público se deleitó y no despegaban la mirada ni el oído del dúo. Todos los sentidos atentos con el gozo, el deleite, el universo musical único entre taxqueños y turistas en la ciudad platera.
Con la música, el dúo llevó a todos a un viaje inesperado por el mundo: milongas argentinas, polkas, temas italianos, rusos, ritmos brasileños y colombianos…De todo, de todo hubo, con un repertorio de lujo, como en los más famosos escenarios y con solo dos artistas de talla internacional y amplio respeto, por su prestigio, sencillez y corazón brillante, con una entrega a toda prueba. Sin poses vanas se ganaron el corazón y las ovaciones y vivas repetidos que los estimulaban más para dar lo mejor que saben hacer, ofrecer arte y música.
Eso y las pausas que hicieron para interactuar y platicar con el público en fluido español, conquistaron para siempre a los asistentes.
Miguel Antonio y Vladimir demostraron su estatura, no sólo física, sino de primer nivel, su altura, como lo grandes que son. Todo quedó demostrado a plenitud en cada una de las interpretaciones.
Y otra vez aplausos, otra vez la magia del dúo, el bayán, la guitarra y la mandolina. El respetable estaba transformado de placer y por fortuna, los artistas parecían no terminar nunca. El banquete musical se llenaba de luz. Así concluía el último concierto con la clausura de la edición 13 del Concurso y Festival Internacional de Guitarra de Taxco que se posiciona con lo mejor del mundo, por su calidad.
Y la noche con la lluvia, como guiño de la naturaleza, cerró la fiesta guitarrística que prosiguió al otro día en otro concierto especial de despedida de los artistas y de las extensiones.
Un público selecto cobijó una vez más a los músicos prodigio Miguel Antonio Y Vladimir Kaliazine en un concierto único desde el corazón y las entrañas de la madre tierra en el Parque Nacional Grutas de Cacahuamilpa. Allá fue, ahora sí el último tributo con el arte. Hasta pronto público, hasta pronto prodigios.
Claudio Viveros Hernández /Taxco de Alarcón
Luego de seis días con sus seis noches, seis países y con seis extensiones de conciertos, terminó la fiesta convocada por las seis cuerdas en el Concurso y Festival Internacional de Guitarra de Taxco.
En su décima tercera edición, el número cabalístico fue exitoso con la suma de esfuerzos y resultados que se proyectaron multiplicados, en opinión de la coordinadora general y directora del Centro Cultural Taxco, Rosario Cambray García, quien junto con el director artístico, el guitarrista, Juan Carlos Laguna, conforman una mancuerna reconocida en el ámbito cultural.
En un acto sin mucho protocolo, para darle mayor peso a la parte artística, la clausura de la jornada musical y la premiación de los ganadores antecedió brevemente a un cierre único con el último concierto en Taxco que desbordó sensibilidad, talento y alegría contagiante a cargo del guitarrista flamenco estadunidense, Miguel Antonio, y el acordeonista ruso, Vladimir Kaliazine.
En este mismo acto y en la premación estuvo presente el luthier y patrocinador de Paracho, Michoacán, Arnulfo Rubio, quien personalmente entregó la guitarra de concierto –cotizada en 30 mil pesos– al ganador del primer lugar del concurso de guitarra de solistas, Antonio Laguna Barrientos, de la Ciudad de México; además del premio de 30 mil pesos y del diploma, sumados a una serie de conciertos en su próxima agenda tanto en Taxco y en los festivales internacionales de Guitarra en Costa Rica, Monterrey, Tepoztlán, Morelos, y otros más organizados por el Instituto Nacional de Bellas Artes y el Centro Nacional de las Artes (CENART).
El segundo lugar fue para José Eduardo Cervera Osorio, de Mérida, Yucatán, que recibió 18 mil pesos y un diploma, más un concierto programado en el Encuentro Internacional de Guitarra que organiza en CENART en noviembre próximo; el ganador del tercer lugar fue Raúl Tovar Velázquez, de Toluca, Estado de México, que recibió 12 mil pesos y el diploma, a lo que se añade una presentación en concierto en el Encuentro Internacional de Guitarra del CENART.
La premiación para los ensambles ganadores del Primer Concurso México para Ensambles de Guitarra, quedó de la siguiente manera: El Cuarteto Orishas, primer lugar, cuyos integrantes pasaron a recibir los 10 mil pesos y un diploma, más un concierto programado por la Dirección de Música y Ópera del INBA; Octeto Sicarú, fue el ganador del segundo lugar; se le entregaron 6 mil pesos y un diploma y en la tercera posición terminó el Terceto Cuicacalli, que recibió 4 mil pesos y diploma.
El receso de unos minutos para preparar el escenario fue mínimo, no así el esperado concierto que dejó con la boca abierta a la multitud y calentó el ambiente en una noche que, una vez terminada la fiesta, atrajo la lluvia al compás del Bayán (acordeón de más de trescientos botones) del ruso, Vladimir Kaliazine y una guitarra y mandolina en manos del estadunidense, Miguel Antonio.
El prodigio de dos artistas célebres arrancó apoteóticos aplausos que cimbraron el teatro. Llenos de energía que se transmitía en sus semblantes y en las ejecuciones magistrales en cada obra; el público se deleitó y no despegaban la mirada ni el oído del dúo. Todos los sentidos atentos con el gozo, el deleite, el universo musical único entre taxqueños y turistas en la ciudad platera.
Con la música, el dúo llevó a todos a un viaje inesperado por el mundo: milongas argentinas, polkas, temas italianos, rusos, ritmos brasileños y colombianos…De todo, de todo hubo, con un repertorio de lujo, como en los más famosos escenarios y con solo dos artistas de talla internacional y amplio respeto, por su prestigio, sencillez y corazón brillante, con una entrega a toda prueba. Sin poses vanas se ganaron el corazón y las ovaciones y vivas repetidos que los estimulaban más para dar lo mejor que saben hacer, ofrecer arte y música.
Eso y las pausas que hicieron para interactuar y platicar con el público en fluido español, conquistaron para siempre a los asistentes.
Miguel Antonio y Vladimir demostraron su estatura, no sólo física, sino de primer nivel, su altura, como lo grandes que son. Todo quedó demostrado a plenitud en cada una de las interpretaciones.
Y otra vez aplausos, otra vez la magia del dúo, el bayán, la guitarra y la mandolina. El respetable estaba transformado de placer y por fortuna, los artistas parecían no terminar nunca. El banquete musical se llenaba de luz. Así concluía el último concierto con la clausura de la edición 13 del Concurso y Festival Internacional de Guitarra de Taxco que se posiciona con lo mejor del mundo, por su calidad.
Y la noche con la lluvia, como guiño de la naturaleza, cerró la fiesta guitarrística que prosiguió al otro día en otro concierto especial de despedida de los artistas y de las extensiones.
Un público selecto cobijó una vez más a los músicos prodigio Miguel Antonio Y Vladimir Kaliazine en un concierto único desde el corazón y las entrañas de la madre tierra en el Parque Nacional Grutas de Cacahuamilpa. Allá fue, ahora sí el último tributo con el arte. Hasta pronto público, hasta pronto prodigios.
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