Guerrero, primero en deserción escolar en el país; pobreza, marginación y emigración, las causas
Carlos Betancourt/Chilpancingo
La Secretaría de Educación Pública (SEP) reconoce al estado de Guerrero como la entidad con mayor tasa de deserción escolar en el período 2008-2009 debido a que también presenta los mayores niveles de pobreza, y por ende de niños trabajadores migrantes y en condiciones de “alta y muy alta marginación”.
Además, según los resultados del anuario Panorama educativo de México 2009, la deserción escolar golpeó de manera sustancial a toda una generación de niños guerrerenses, pues por cada 10 que ingresaron en primaria en la generación 1998/1999, para el 2009 sólo 7 seguían inscritos en tercero de secundaria.
De acuerdo con el documento que analiza los dos tiempos antes mencionados –el último año y la última década– que fue publicado el 22 de julio, elaborado por el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, que preside el titular de la SEP, Alonso Lujambio, en el país “el abandono escolar es una de las principales causas de la ineficacia e ineficiencia del sistema educativo”.
Y aunque esto no es privativo del estado de Guerrero, durante 2008-2009 se le reconoce como la entidad con la tasa de deserción más alta en el país con un 2.5 por ciento, seguido por Chiapas con 2.4 y Morelos con 2.2 por ciento, mientras que la media nacional fue de 1.1 por ciento, según el estudio.
Explica que “el alto grado de abandono escolar en Guerrero y Chiapas puede deberse, en cierto sentido, a que estas entidades son de las principales expulsoras de población entre 6 y 11 años, de acuerdo a las cifras presentadas en el Panorama Educativo de México 2007”. En lo que se refiere al indicador Tasa neta de migración interestatal.
Y la expulsión de niños a los campos del norte del país, a su vez, no se explica más que por los niveles de pobreza y marginación en que viven los guerrerenses, plantea el estudio; ya que en Guerrero más del 90 porciento de los niños y niñas entre 3 y 14 años de edad viven en “situación de alta marginación o muy alta marginación”.
Expulsión
Además de sustentar en ediciones anteriores de este mismo estudio la aseveración de que los infantes guerrerenses son los más expuestos a la migración laboral, revela que los estados de Baja California Sur, Querétaro, Colima y Nayarit tienen tasas de deserción inferiores a cero, es decir, están en las aulas más niños que los que ingresan al comenzar el ciclo escolar, pues son entidades receptoras de familias migrantes.
El documento expone que “para realizar un análisis a profundidad del abandono escolar es necesario considerar el factor migración”.
No maneja números exactos respecto de la expulsión de infantes, pero en cuanto a deserción en el período 2008-2009, señala que superamos por más del doble la media nacional que es de 1.1 por ciento en nivel primaria y en Guerrero es de 2.5.
A nivel secundaria la media se establece en 6.8 por ciento y a nivel estado en 7.8 por ciento aunque la cifra aumenta hasta 8.3 si sólo se toma en cuenta a los varones, es decir casi 1 de cada 10 niños que entraron a secundaria en el más reciente período escolar no terminó sus estudios del mismo ciclo.
Por eso, plantea que en México, “el acceso a la escuela de la población infantil y juvenil es prácticamente universal y no se reconoce como un problema fundamental, sin embargo, la deserción sí se ha identificado como un impedimento para el pleno cumplimiento del derecho educativo”.
Entonces, otorga a Guerrero un espacio más en el podio de la ignominia, porque si se toma en cuenta a los niños y niñas que nunca han reprobado pero abandonan sus estudios, “destacan Guerrero y Chiapas, pues sin considerar el momento de la deserción, dos de cada diez niños abandonaron la primaria”, en el mismo período.
Lo peor del caso es que los que abandonan la escuela no son niños que reprueben de manera constante o que se inscriban en una segunda ocasión para repetir el año, según el seguimiento que se le dio a una generación escolar desde primero de primaria hasta tercero de secundaria, entre los ciclos escolares 1998/1999 y 2008/2009, “se observa que casi tres de cada diez niños abandonaron la escuela sin haber repetido algún grado, y estos desertores representaron 74.2% del total de abandonos”.
Marginación
El problema educativo en Guerrero cuenta también con otro factor tan grave como la alta cantidad de niños migrantes trabajadores, asegura el documento de 336 páginas.
Este problema es que, contrario a lo que anuncian cientos de spots en radio, televisión y desplegados en la prensa escrita del gobierno del estado, no ha habido ningún cambio en cuanto a los niveles de marginación en que viven los niños en edad de estudiar el nivel básico (entre 3 y 14 años de edad).
Según el estudio, en la zona rural de Guerrero el 93.1 porciento de estos infantes (425 mil 592 niños y niñas) viven en condiciones de alta o muy alta marginación, en comparación con la media nacional que es 66.1 por ciento.
En la zona urbana de la entidad el 70 por ciento (476 mil 267 niños y niñas) viven en la misma situación, cuando la media nacional se ubica en 32 por ciento.
El estudio rescata estas cifras de lo publicado por el Consejo Nacional de Población en 2009. En su apartado Índice de marginación.
Y concluye esta parte con otra cifra vergonzosa, “Chiapas, Guerrero y Oaxaca concentran a más de 90% de su población en edad escolar viviendo en áreas con la mayor marginación… (entidades que) en conjunto aglutinan al 60.9 de la población urbana del país en esas edades y en dichas condiciones de marginación”.
Numeralia
El estado de Guerrero tiene en el nivel preescolar 183 mil 533 alumnos, 9 mil 610 profesores y 4 mil 133 escuelas.
En primaria cuenta con 534 mil 217 alumnos, 25 mil 336 profesores y 4 mil 836 escuelas.
En secundaria 206 mil 230 alumnos, 11 mil 859 profesores y mil 646 escuelas.
En estas cifras se incluyen los servicios de telesecundaria, escuelas indígenas, comunitarias y “generales”, según información del mismo documento.
Carlos Betancourt/Chilpancingo
La Secretaría de Educación Pública (SEP) reconoce al estado de Guerrero como la entidad con mayor tasa de deserción escolar en el período 2008-2009 debido a que también presenta los mayores niveles de pobreza, y por ende de niños trabajadores migrantes y en condiciones de “alta y muy alta marginación”.
Además, según los resultados del anuario Panorama educativo de México 2009, la deserción escolar golpeó de manera sustancial a toda una generación de niños guerrerenses, pues por cada 10 que ingresaron en primaria en la generación 1998/1999, para el 2009 sólo 7 seguían inscritos en tercero de secundaria.
De acuerdo con el documento que analiza los dos tiempos antes mencionados –el último año y la última década– que fue publicado el 22 de julio, elaborado por el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, que preside el titular de la SEP, Alonso Lujambio, en el país “el abandono escolar es una de las principales causas de la ineficacia e ineficiencia del sistema educativo”.
Y aunque esto no es privativo del estado de Guerrero, durante 2008-2009 se le reconoce como la entidad con la tasa de deserción más alta en el país con un 2.5 por ciento, seguido por Chiapas con 2.4 y Morelos con 2.2 por ciento, mientras que la media nacional fue de 1.1 por ciento, según el estudio.
Explica que “el alto grado de abandono escolar en Guerrero y Chiapas puede deberse, en cierto sentido, a que estas entidades son de las principales expulsoras de población entre 6 y 11 años, de acuerdo a las cifras presentadas en el Panorama Educativo de México 2007”. En lo que se refiere al indicador Tasa neta de migración interestatal.
Y la expulsión de niños a los campos del norte del país, a su vez, no se explica más que por los niveles de pobreza y marginación en que viven los guerrerenses, plantea el estudio; ya que en Guerrero más del 90 porciento de los niños y niñas entre 3 y 14 años de edad viven en “situación de alta marginación o muy alta marginación”.
Expulsión
Además de sustentar en ediciones anteriores de este mismo estudio la aseveración de que los infantes guerrerenses son los más expuestos a la migración laboral, revela que los estados de Baja California Sur, Querétaro, Colima y Nayarit tienen tasas de deserción inferiores a cero, es decir, están en las aulas más niños que los que ingresan al comenzar el ciclo escolar, pues son entidades receptoras de familias migrantes.
El documento expone que “para realizar un análisis a profundidad del abandono escolar es necesario considerar el factor migración”.
No maneja números exactos respecto de la expulsión de infantes, pero en cuanto a deserción en el período 2008-2009, señala que superamos por más del doble la media nacional que es de 1.1 por ciento en nivel primaria y en Guerrero es de 2.5.
A nivel secundaria la media se establece en 6.8 por ciento y a nivel estado en 7.8 por ciento aunque la cifra aumenta hasta 8.3 si sólo se toma en cuenta a los varones, es decir casi 1 de cada 10 niños que entraron a secundaria en el más reciente período escolar no terminó sus estudios del mismo ciclo.
Por eso, plantea que en México, “el acceso a la escuela de la población infantil y juvenil es prácticamente universal y no se reconoce como un problema fundamental, sin embargo, la deserción sí se ha identificado como un impedimento para el pleno cumplimiento del derecho educativo”.
Entonces, otorga a Guerrero un espacio más en el podio de la ignominia, porque si se toma en cuenta a los niños y niñas que nunca han reprobado pero abandonan sus estudios, “destacan Guerrero y Chiapas, pues sin considerar el momento de la deserción, dos de cada diez niños abandonaron la primaria”, en el mismo período.
Lo peor del caso es que los que abandonan la escuela no son niños que reprueben de manera constante o que se inscriban en una segunda ocasión para repetir el año, según el seguimiento que se le dio a una generación escolar desde primero de primaria hasta tercero de secundaria, entre los ciclos escolares 1998/1999 y 2008/2009, “se observa que casi tres de cada diez niños abandonaron la escuela sin haber repetido algún grado, y estos desertores representaron 74.2% del total de abandonos”.
Marginación
El problema educativo en Guerrero cuenta también con otro factor tan grave como la alta cantidad de niños migrantes trabajadores, asegura el documento de 336 páginas.
Este problema es que, contrario a lo que anuncian cientos de spots en radio, televisión y desplegados en la prensa escrita del gobierno del estado, no ha habido ningún cambio en cuanto a los niveles de marginación en que viven los niños en edad de estudiar el nivel básico (entre 3 y 14 años de edad).
Según el estudio, en la zona rural de Guerrero el 93.1 porciento de estos infantes (425 mil 592 niños y niñas) viven en condiciones de alta o muy alta marginación, en comparación con la media nacional que es 66.1 por ciento.
En la zona urbana de la entidad el 70 por ciento (476 mil 267 niños y niñas) viven en la misma situación, cuando la media nacional se ubica en 32 por ciento.
El estudio rescata estas cifras de lo publicado por el Consejo Nacional de Población en 2009. En su apartado Índice de marginación.
Y concluye esta parte con otra cifra vergonzosa, “Chiapas, Guerrero y Oaxaca concentran a más de 90% de su población en edad escolar viviendo en áreas con la mayor marginación… (entidades que) en conjunto aglutinan al 60.9 de la población urbana del país en esas edades y en dichas condiciones de marginación”.
Numeralia
El estado de Guerrero tiene en el nivel preescolar 183 mil 533 alumnos, 9 mil 610 profesores y 4 mil 133 escuelas.
En primaria cuenta con 534 mil 217 alumnos, 25 mil 336 profesores y 4 mil 836 escuelas.
En secundaria 206 mil 230 alumnos, 11 mil 859 profesores y mil 646 escuelas.
En estas cifras se incluyen los servicios de telesecundaria, escuelas indígenas, comunitarias y “generales”, según información del mismo documento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario