Bruselas tranquiliza sobre la seguridad de la leche clonada
Al menos cien «súper vacas» han nacido en el Reino Unido de embriones de EE.UU.
Al menos cien «súper vacas» han nacido en el Reino Unido de embriones de EE.UU.
.Brandy, una res clonada de una granja de Melbourne (Australia)
La Comisión Europea ha asegurado que ni la leche ni la carne procedente de vacas clonadas o de sus crías suponen riesgos para la salud humana, ante las informaciones de que algunos de esos productos podrían haber salido a la venta en el Reino Unido sin que se haya especificado su procedencia ni solicitado el permiso oficial requerido para ello. Hasta cien vacas con origen en una clonación podrían existir en las granjas británicas.
«Todas las pruebas científicas llevadas a cabo hasta la fecha señalan que ni la leche ni la carne de res clonada traen riesgo para la salud», indicó ayer un portavoz de la Comisión Europea. Bruselas recordó que en la UE está prohibida la distribución de derivados de animales modificados genéticamente salvo autorización especial. «Dado que nadie hasta la fecha ha solicitado esa autorización, cualquier derivado distribuido en la UE es ilegal», añadió el portavoz.
En mayo, la Comisión de Sanidad y Medio Ambiente del Parlamento Europeo rechazó la legalización en la UE de la autorización de productos procedentes de ganado obtenido mediante clonación.
Esta regulación es menos estricta en Estados Unidos, y de allí proceden los embriones clonados importados por ganaderos de Gran Bretaña (al parecer, también de Suiza) para mejorar el tamaño y producción de leche de sus reses. El «Daily Mail» asegura que al menos cien «super vacas» han nacido en el país a partir de la gestación de embriones congelados llegados de Estados Unidos. El primero, llegado en 2006, fue creado por la firma estadounidense Cyagra Clone, especializada en clonar reses premiadas por su calidad.
Investigación en curso
Este periódico cita el caso concreto, cuya localización no desvela, en el que uno de esos embriones generó ocho vacas y éstas a su vez han llegado a tener 97 crías. El número de casos, por tanto, podría haberse disparado. Algunos datos podrían obrar en manos de Holstein UK, la entidad que registra las reses con pedigrí de ese tipo de vaca, pero ha advertido que se trata de información confidencial.
De momento, las autoridades británicas han abierto una investigación para dar con las granjas que hayan podido originar esos productos y comprobar si éstos han entrado en la cadena de distribución. La Agencia de Estándares Alimenticios (FSA en sus siglas inglesas) emitió el lunes un comunicado en el que anunció que abría una investigación. «Desde 2007, la interpretación que la FSA ha hecho de la ley ha determinado que la carne y los productos procedentes de animales clonados y de sus crías se consideran alimentos novedosos y, por ello, necesitan ser autorizados antes de ser puestos en el mercado», indicó. Esta agencia «no ha recibido ninguna solicitud relacionada con la clonación y no ha emitido ninguna autorización».
Organizaciones en favor del cultivo y la ganedería orgánica como la Soil Association han pedido al Gobierno y a la FSA que actúen con determinación en el asunto. «Clonación implica aplicar técnicas invasoras y crueles en las madres de alquiler. Muchos animales deformados son creados y otros tantos mueren por cada animal clonado que sobrevive», indicó una de sus portavoces, Emma Hockridge, para quien, además, «el uso de clones promoverá el desarrollo y esparcimiento de enfermedades animales».
Pero la Unión Nacional de Granjeros ha rechazado esas consideraciones sobre el efecto en la salud y pide a las autoridades que mantengan la puerta abierta a esta controvertida tecnología. Han advertido que no es contrario a la ley tener animales clonados para la cría. Un ejemplar de vaca Hostein en sus mejores cualidades puede costar 100.000 libras (120.000 euros), lo que invita a la inversión para mejorar la raza mediante clonación. No obstante, sus oponentes argumentan que el único objetivo de la cría es la producción de alimentos y éstos acabarán llegando a las cadenas de distribución.
«Todas las pruebas científicas llevadas a cabo hasta la fecha señalan que ni la leche ni la carne de res clonada traen riesgo para la salud», indicó ayer un portavoz de la Comisión Europea. Bruselas recordó que en la UE está prohibida la distribución de derivados de animales modificados genéticamente salvo autorización especial. «Dado que nadie hasta la fecha ha solicitado esa autorización, cualquier derivado distribuido en la UE es ilegal», añadió el portavoz.
En mayo, la Comisión de Sanidad y Medio Ambiente del Parlamento Europeo rechazó la legalización en la UE de la autorización de productos procedentes de ganado obtenido mediante clonación.
Esta regulación es menos estricta en Estados Unidos, y de allí proceden los embriones clonados importados por ganaderos de Gran Bretaña (al parecer, también de Suiza) para mejorar el tamaño y producción de leche de sus reses. El «Daily Mail» asegura que al menos cien «super vacas» han nacido en el país a partir de la gestación de embriones congelados llegados de Estados Unidos. El primero, llegado en 2006, fue creado por la firma estadounidense Cyagra Clone, especializada en clonar reses premiadas por su calidad.
Investigación en curso
Este periódico cita el caso concreto, cuya localización no desvela, en el que uno de esos embriones generó ocho vacas y éstas a su vez han llegado a tener 97 crías. El número de casos, por tanto, podría haberse disparado. Algunos datos podrían obrar en manos de Holstein UK, la entidad que registra las reses con pedigrí de ese tipo de vaca, pero ha advertido que se trata de información confidencial.
De momento, las autoridades británicas han abierto una investigación para dar con las granjas que hayan podido originar esos productos y comprobar si éstos han entrado en la cadena de distribución. La Agencia de Estándares Alimenticios (FSA en sus siglas inglesas) emitió el lunes un comunicado en el que anunció que abría una investigación. «Desde 2007, la interpretación que la FSA ha hecho de la ley ha determinado que la carne y los productos procedentes de animales clonados y de sus crías se consideran alimentos novedosos y, por ello, necesitan ser autorizados antes de ser puestos en el mercado», indicó. Esta agencia «no ha recibido ninguna solicitud relacionada con la clonación y no ha emitido ninguna autorización».
Organizaciones en favor del cultivo y la ganedería orgánica como la Soil Association han pedido al Gobierno y a la FSA que actúen con determinación en el asunto. «Clonación implica aplicar técnicas invasoras y crueles en las madres de alquiler. Muchos animales deformados son creados y otros tantos mueren por cada animal clonado que sobrevive», indicó una de sus portavoces, Emma Hockridge, para quien, además, «el uso de clones promoverá el desarrollo y esparcimiento de enfermedades animales».
Pero la Unión Nacional de Granjeros ha rechazado esas consideraciones sobre el efecto en la salud y pide a las autoridades que mantengan la puerta abierta a esta controvertida tecnología. Han advertido que no es contrario a la ley tener animales clonados para la cría. Un ejemplar de vaca Hostein en sus mejores cualidades puede costar 100.000 libras (120.000 euros), lo que invita a la inversión para mejorar la raza mediante clonación. No obstante, sus oponentes argumentan que el único objetivo de la cría es la producción de alimentos y éstos acabarán llegando a las cadenas de distribución.
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