Queman monigotes de Zeferino y el rector los rechazados de la UAG en Acapulco
Karina Contreras
Los jóvenes que no alcanzaron cupo en las unidades académicas de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), apoyados por integrantes del Movimiento Académico Social Alternativo del Sur (MASAS) y la Liga Agraria Revolucionaria de la Sierra del Sur (LARSEZ), protestaron ahora en el zócalo de Acapulco para demandar un espacio para seguir estudiando.
Durante la protesta los jóvenes inconformes por no lograr ingresar a la máxima casa de estudios quemaron dos monigotes uno alusivo al rector de la UAG, Ascencio Villegas Arrizón así como otro del gobernador Zeferino Torreblanca Galindo, a quienes responsabilizan que más de cinco mil jóvenes no puedan estudiar en el presente ciclo escolar en la universidad.
Según, el dirigente de MASAS –corriente política al interior de la UAG que simpatizó con el ex candidato a rector del Gran Frente Universitario, Rogelio Ortega Martínez- Francisco Javier Ferreira Martínez, la protesta fue para demandar un espacio para los jóvenes y para ello insistieron en una mesa de diálogo con el rector Ascencio Villegas para que se dé una respuesta a los rechazados de las unidades académicas.
En la protesta participaron unas diez personas, quienes insistieron que en la mayoría de las escuelas de la UAG se pidió dinero para poder ingresar; también que se les ha negado ver los resultados del examen Ceneval, para verificar por qué no resultaron seleccionados para la lista de nuevo ingreso.
Por su parte, los integrantes de la LARSEZ insistieron que hubo cerca de 600 jóvenes indígenas que no fueron aceptados en las aulas universitarias y se quejaron de que no son atendidos por el rector Villegas Arrizón, por lo que advirtieron que están dispuestos a llegar hasta la huelga de hambre en Rectoría la próxima semana si no hay una mesa de diálogo.
Desde la semana pasada jóvenes que no lograron ingresar a las unidades académicas de las universidades, sobretodo de Medicina y Enfermería, iniciaron una serie de protesta para exigir un espacio para seguir estudiando.
Los funcionarios y directores de las escuelas que han tenido más demanda han respondido que ya no hay cupo y que busquen otras alternativas. Se informó que fue rechazado el 25 por ciento de los aspirantes que buscaban un espacio dentro de la máxima casa de estudios en Guerrero.