Suma Añorve a un alcalde aguirrista en Chilapa y hace al menos ocho promesas
Luis Nava/Chilapa
Manuel Añorve Baños encabezó en esta cabecera la asamblea territorial del PRI en el sexto distrito federal, donde hizo al menos ocho promesas de campaña ante cerca de mil priístas traídos de comunidades y de otros municipios.
En el acto, coordinado por la diputada federal Alicia Zamora, seis presidentes municipales refrendaron su apoyo al aspirante priísta a gobernador.
Entre los alcaldes se hizo notorio el apoyo del de Zitlala, el aguirrista Marcelo Tecolapa, quien desde que se nombró a Añorve Baños precandidato de unidad no había hecho apariciones públicas a su lado.
“Somos de una sola pieza, somos militantes y vamos a jalar parejo”, dijo Tecolapa.
Aniceto Morales Bello, de José Joaquín Herrera, expresó a Añorve Baños: “Sepa que estamos con usted y que vamos a morir en la raya porque un guerrero no se raja”.
Los otros cuatro presidentes municipales priístas fueron los de Chilapa, Cualac, Tepecoacuilco y Eduardo Neri.
Añorve dijo que pidió licencia como alcalde de Acapulco porque quiere acabar de cumplir su sueño que es servir a Guerrero y estar cerca de la gente.
Presumió que recuperó Acapulco cuando nadie daba ninguna posibilidad a su candidatura, y que fue simple hacerlo porque es un hombre que enfrenta las circunstancias y los retos que se le presentan.
Después de decir que el PRI había dejado de gobernar porque se burocratizó y se alejó de los programas sociales y de la gente, comenzó a enumerar una serie de “compromisos ante los más de cinco mil guerrerenses” que según Añorve se encontraban ahí.
Dijo que para que “sus presidentes” municipales ya no suden la gota gorda antes de la siembra, va a terminar con el pago de la cuota de recuperación del fertilizante; en salud, prometió que “inmediatamente después de ganar la elección” va a comprometer el nuevo hospital general.
“Aquí queda mi compromiso y lo vamos a hacer inmediatamente después de ganar las elecciones, después de ser candidato y de ganar las elecciones, con su apoyo, vamos a comprometer el hospital regional general de Chilapa”, lo que ocasionó ovaciones.
Ofreció becas de excelencia para hijos de campesinos; desayunos fríos y calientes, para lo cual construirá fábricas de desayunos en cada región; proyectos productivos familiares, “porque la gente ya no quiere limosnas ni que le regalen nada”; programas específicos para madres solteras y un “tianguis artesanal moderno” en este municipio.
Otro compromiso que dijo firmará ante un notario público, es que ya no haya centros de salud sin doctor ni medicinas.
“Vamos a firmar ante notario público, después que sea candidato, para que los centros de salud vayan a quienes más lo necesitan y existan mínimo cuadros básicos de medicinas, y si no hay el gobernador se los va a pagar de manera económica”, dijo.
También prometió que pagará las prácticas profesionales para que los estudiantes puedan titularse.
Luego se refirió a las mujeres y dijo que ahora van adelante, que son las que mandan en la casa y que además de hacer el aseo, lavar la ropa y hacer la comida, “están aquí apoyando a su candidato que va a ser gobernador. Esa es la mujer guerrerense, esas son las aliadas del PRI. Así de simple”.
Finalmente dijo que “este evento es una bendición de Dios”, e hizo una última promesa de que va a combatir la inseguridad pública “para volver a caminar en las calles con nuestros hijos”, que quieren recuperar Guerrero para dar un proyecto social “porque somos oposición y desde ahí vamos a trabajar el futuro de Guerrero”.
Una vez afuera del auditorio donde se realizó el acto, Añorve evadió dar su postura en torno a las críticas del gobernador hacia los dirigentes del PRD y sobre la desbandada de diputados locales del PRI que anunció Ricardo Moreno: “no tengo ningún comentario, la verdad estoy muy contento de hacer el compromiso de hacer el hospital general”.
Luego se trasladó a un encuentro con profesores en el primer piso del restaurante Casa Pilla, donde el síndico Pablo Vargas Hernández, acompañado de su escolta personal, impidió personalmente la entrada de los reporteros justificando que era un acto privado.