Se deteriora la salud de la maestra de Derecho; a 15 días en huelga de hambre no le dan respuesta
La universitaria ha perdido cinco kilos y medio de peso y ya no puede ponerse en pie. Francisca Ríos, quien está en plantón frente a Rectoría, asegura que “sólo me voy de aquí a terapia intensiva o al panteón”
Berenice Reyes/Chilpancingo
Con una deteriorada salud, la académica Francisca Ríos Núñez continúa en huelga de hambre después de 15 días en las instalaciones de la Rectoría de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), quien exige su recategorización.
Ayer, fue el primer día en que la universitaria quien ha perdido cinco kilos y medio de peso, no logró ponerse en pie y permaneció acostada en un sillón que instaló afuera de la oficina del rector Ascencio Villegas Arrizón.
Acompañada de su esposo, Jesús Mejía Mejía, la catedrática insistió en permanecer en huelga de hambre pese a los daños irreversibles que esto puede ocasionar a su salud.
El 27 de septiembre la profesora de la Unidad Académica de Derecho, campus Acapulco, se instaló en huelga de hambre para exigir a la administración central de la UAG su recategorización con el grado de doctorado y el pago de retroactivo por cuatro años y medio que ha venido laborando con el grado de maestría y desde entonces ha solicitado a la Rectoría su recategorización.
Entrevistada este martes en la rectoría, donde mantiene un plantón indefinido, añadió que no permitirá su traslado al nosocomio mientras se encuentre lúcida, “he dicho que sólo me voy de aquí a terapia intensiva o al panteón, no voy a renunciar a mi derecho de ser recategorizada”.
La universitaria dijo que hace más de cinco días una comisión de la administración central acudió a ofrecerle la recategorización con el grado de Maestría –propuesta que rechazó– y que desde entonces no ha recibido ninguna respuesta a su demanda.
El esposo de la universitaria, Jesús Mejía, informó que la tensión arterial de Francisca Ríos es de 80/60 y una frecuencia respiratoria de 18, “la veo mal pero es mi obligación respetar su decisión, ella está luchando por su dignidad y está decidida a no claudicar”.
Informó que un día antes envió al rector de la UAG, Ascencio Villegas Arrizón, un documento en el que además de informarle de la salud de la académica precisa: “Tú eres responsable de la salud de la doctora toda vez que generaste este conflicto no sólo por negar su recategorización, si no engañándola, mencionándole a través de un coordinador, que cobraría como doctora en la primera quincena de septiembre”.
Añadió en el documento: “Ojalá entiendas que eres el rector de la UAG, no un burócrata sin escrúpulos a quien sólo le interesa proteger sus intereses y los de su camarilla”.
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