domingo, 28 de noviembre de 2010

Los Beatles aún marcan el ritmo en Liverpool

Matthew Street es la verdadera meca para los fanáticos e imperdible para los paseantes de la ciudad inglesa
Estoy justo frente al legendario portón rojo de Strawberry Field, cumpliendo un sueño de adolescencia. Hasta aquí, cada año, cada mes, cada día, cada minuto, miles de fanáticos de The Beatles llegan sólo para sacarse la misma foto y, luego, para decir lo mismo: que estuvieron aquí, porque en realidad, se trata sólo de eso: un sitio para estar ahí.
Strawberry Field fue alguna vez un orfanato, pero hoy está abandonado y no es más que un portón rojo.
"Hay personas que sienten escalofríos en la entrada de Strawberry Field", cuenta Tim Hemmings, guía y fan de The Beatles. "He visto a gente que llega al aeropuerto (que se llama John Lennon) y se pone a llorar".
Alrededor de 600 mil turistas visitan Liverpool cada año. Y la mayoría lo hace prácticamente por dos razones: The Beatles y el futbol.
En las calles del centro no hay letrero que no indique hacia dónde está The Cavern en la dichosa Matthew Street, donde comenzó la llamada beatlemanía.
No pasan más de 10 minutos sin que uno se encuentre con el ómnibus del Magical Mystery Tour, transporte multicolor idéntico al de la película de The Beatles de 1967 y que hace el más clásico tour beatle por la ciudad.
O con el Yellow Duckmarine (vehículo anfibio y amarillento común en muchas ciudades, y que aquí homenajea al Yellow Submarine), que hace un rebuscado city tour desde el muelle Albert Dock.
En sólo un par de cuadras aparece un McCartney's Bar, una especie de resbaladín llamado Helter Skelter (término inglés referido a los toboganes y al nombre de un tema de The Beatles), varios taxis beatle, un café Maggie May, tiendas de nombre Imagine Liverpool y hasta en un Burger King (en un local estratégico del centro, cerca de Whitechapel Street) se ve una enorme foto con la histórica imagen de la banda saltando.
Matthew Street es la calle del Cavern Club, lugar donde el grupo fue descubierto y comenzó su camino al cielo.
Turistas de todo el mundo posan junto a la estatua de John Lennon, miran los ladrillos con nombres de cantantes que alguna vez actuaron en The Cavern, bajan por las sinuosas escaleras del legendario club (aunque es sólo una réplica: el original cerró en 1973) y se fotografían junto al escenario subterráneo.
No todo son los Beatles. Hay música más allá. Bandas nuevas de rock, cantantes de folk, gente que sueña con la fama en clubes como el Zanzibar, el Bumper o el Mello Mello. De Liverpool también salieron Elvis Costello, Echo & The Bunnymen, Frankie Goes to Hollywood y The Coral o The Wombats, que han alcanzado reconocimiento internacional.
Las siete cosas que no pueden faltar
1 . Ir al Cavern Club un jueves en la noche. The Mersey Beatles hace un show beatle que no decepciona.
2. Si no se repara en gastos, tomar el Beatles Extravaganza Day Tour que organiza Pool of Life Tours, el mejor por 95 libras por persona. El recorrido se da en español.
3. Si el presupuesto es menor, una buena opción es el Magical Mystery Tour, a bordo de un ómnibus idéntico al de la película por 14.95 libras. Otra es subirse a los taxis beatle. Desde 50 libras.
4. Las casas-museo de John Lennon y Paul McCartney sólo abren de marzo a octubre, y están cerradas al público los lunes y martes.
5. La mejor tienda es la del museo Beatles Story, en el Albert Dock. El museo es imperdible. Tiene un segundo local en el Pier Head. Entrada: 12.95 libras adultos.
6. Qué leer: The Beatles Liverpool, una guía completa de lugares (6.99 libras, en la tienda Imagine Liverpool, en el Pier Dock), y Liverpool Wondrous Place, que repasa la historia musical de la ciudad (9.99 libras en librerías).
7 . Considerar 4 días en Liverpool

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