Rafael Solano
Escaramuza de Lobato con Jiménez Rumbo

Ha pasado más de una semana que Claudia Lobato Méndez, quien es hija del ex dirigente y ex diputado local René Lobato Ramírez, declarara de manera pública su adhesión a Manuel Añorve Baños y desde entonces, los detractores del también ex dirigente magisterial aprovecharon la oportunidad para denostarlo; posiblemente con lo que hizo ayer, sumarse a su vez al candidato a la gubernatura de la coalición PRI-PVEM-Panal, hará creer a sus adversarios que tenían razón.

¿Es criticable que un militante del PRD sea renuente a respaldar a un priista que durante su periodo de gobernador sustituto arremetió duramente contra militantes y dirigentes, a quienes vinculó con la presunta guerrilla? Lobato Ramírez ha hecho pública esta postura, que es a la vez respuesta a los ataques desplegados, a lo que agregó el señalamiento de que sus denostadores del Polo Guerrerense de Izquierda se sumaron de inmediato a Ángel Aguirre Rivero porque el candidato de la coalición PRD-PT-Convergencia les prometió varios cargos en su posible futuro gabinete o en otras palabras, el reparto del botín antes de obtenerlo.

Pero de ser criticable esta actitud, lo seria también la de dirigentes y militantes perredistas que, ante la presunción de que conservarán (u obtendrán) algunas migajas de poder apoyando al senador con licencia al que el PRI le negó la candidatura, de inmediato hicieron a un lado los principios ideológicos y hasta la memoria del pasado reciente, en busca de satisfacer intereses personales.

Al final de cuentas, se podría considerar que no hay motivo de controversia porque algunos perredistas apoyan, y están en su derecho de hacerlo, a un priista que va vestido de amarillo (aunque lleva una manga bicolor PT y el cuello naranja de Convergencia) y otros votarán por un priista con la vestimenta tricolor.

Hasta donde se advierte, Aguirre Rivero llegó al PRD para que la cúpula partidista no se complicara más las cosas y convertirse en el candidato idóneo, ya que se enfrentaba la disyuntiva de no tener un aspirante que diera pelea; sin embargo, ha causado división en las filas del sol azteca.