Sólo con cultura el país pasará este “espantoso bache”: Narro
Tras 229 años como Academia de San Carlos, la institución extiende sus funciones al convertirse en el Centro Cultural San Carlos, concebido como un proyecto de extensión y difusión de la cultura en el antiguo barrio universitario.
El espacio está ubicado en Academia 22, Centro Histórico. Foto: René Soto México.- La historia de la Academia de San Carlos comenzó a escribirse el 4 de noviembre de 1781 con la impartición de clases de arquitectura, pintura y escultura de la Nueva España: en sus muros y en sus aulas se ha producido buena parte de la historia artística de nuestro país, en una labor en la que se entreteje la docencia y la difusión del arte.
A 229 años de su creación, el espacio se renueva al convertirse en Centro Cultural San Carlos, con lo cual se “recupera parte de nuestra historia al reabrir al público las antiguas galerías de San Carlos que, en su momento, fueron el primer museo de Latinoamérica”.
Durante la ceremonia de apertura del Centro Cultural San Carlos, el rector de la UNAM, José Narro, lo definió como uno de los sitios que forman parte de la historia y de la cultura nacional, desde donde se ha proyectado la esencia de lo mexicano, de ahí la importancia de compartir esa riqueza de nueva cuenta con la sociedad.
“Uno de los elementos que nos va a ayudar a pasar ese bache espantoso por el que atravesamos como país va a ser la cultura, las bellas artes, las artes plásticas, las humanidades: no habrá otra forma real de atender los problemas más que con la fuerza de lo humano.”
Desde su perspectiva, cuando el ser humano ha tenido progreso real en la historia la cultura ha estado ahí; por ello, insistió en la importancia de apoyar esfuerzos de recuperación de espacios emblemáticos para la cultura nacional y, en especial, de contribuir a su vinculación con el resto de la sociedad.
“Sin las artes plásticas o visuales es difícil entender la historia del hombre. Y sin la Academia de San Carlos también sería difícil entender el desarrollo del arte mexicano en más de dos siglos: grandes artistas han dado la pauta para el devenir de las artes y muchos egresados, o cuando menos, han pasado buena parte de su tiempo dentro de las aulas de nuestra escuela como alumnos y maestros”, a decir de Daniel Manzano, director de la Escuela Nacional de Artes Plásticas (ENAP) de la UNAM.
Hitos de la historia
No hay una fecha exacta del comienzo de los trabajos de restauración y conservación de la Academia de San Carlos, ubicada en el Centro Histórico de la Ciudad de México, pero sí que desde hace un par de años se decidió devolver su sentido original al espacio, a fin de establecer un diálogo más estrecho con la comunidad universitaria y recuperar la vida cultural en el antiguo barrio universitario.
Minory de León, coordinadora del Centro Cultural San Carlos, explicó que la intención fue devolverle el aspecto original a cada uno de los espacios, para lo cual se aprovecharon una serie de estudios realizados por universitarios.
“Anteriormente los espacios estaban muy deteriorados; la idea es la reconceptualización del primer museo del continente, al promover y divulgar los antiguos acervos de San Carlos y, a su vez, retransmitir el patrimonio a través de nuevas técnicas o de las nuevas propuestas que se generan continuamente tanto al interior como al exterior de la institución.”
Sin abandonar su labor académica, el espacio cultural abre sus puertas para conocer parte del acervo gráfico, son alrededor de 60 mil piezas las que ya tienen catalogadas, el cual se nutre de un fondo reservado, con libros antiguos hechos a mano o piezas de tres siglos; incluso, los vaciados que se pueden apreciar en el patio central fueron donados por el Museo del Vaticano.
El Centro Cultural San Carlos (ubicado en Academia 22, Centro Histórico) abre sus puertas con las exposiciones Hitos de una ciudad en movimiento, integrada por 30 piezas que buscan ofrecer un recorrido de los lugares que han transformado a la Ciudad de México, además de una muestra de grabado europeo, con obra de Alberto Durero, José de Ribera y Lucas van Leyden
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