• En 2010 la institución editó sendos libros sobre Raúl Anguiano y Gabriel Vargas

La UAEH ofrece un acercamiento a dos maestros de la gráfica del país

• A diferencia del libro dedicado al creador de la Familia Burrón, quien murió en mayo pasado, el del jalisciense no es biográfico: consta de varias entrevistas que se entrelazan con 180 láminas

Carlos Paul/Periódico La Jornada/Viernes 31 de diciembre de 2010, p. 2

Raúl Anguiano. Memoria histórica de un pintor es un libro de arte que integra dibujos y bocetos, así como obra gráfica inédita creada en las décadas de los años 30 y 40 del siglo pasado por el artista plástico jalisciense.

Editado por la Dirección de Ediciones y Publicaciones de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), el volumen recoge las memorias, la lucidez e inteligencia del maestro Anguiano, que se reflejan en una serie de entrevistas que la periodista y escritora Luz García Martínez le hizo al artista desde 1994 hasta su muerte, y que son el hilo conductor del volumen.

Mediante esos diálogos, García Martínez ofrece un acercamiento a la fecunda vida del pintor, a su proceso creativo y a una serie de hechos y personajes destacados de la cultura en México de la primera mitad del siglo XX.

Función y ornato en la cultura y en el arte son conceptos que destacan en varios de los temas tratados en esos diálogos, apunta en la introducción la historiadora y crítica de arte Berta Taracena.

 “Por las páginas de este libro desfilan datos y precisiones que van como un péndulo de un lugar a otro, pero sin apartarse de una manifestación orgánica y generosa acerca del arte, de la literatura, de la ciencia o de la política, tal como fueron vistas y sentidas por Anguiano.”

El libro Raúl Anguiano. Memoria histórica de un pintor, se distingue porque en él se reúne “alrededor de 180 láminas, entre las cuales se encuentra obra gráfica inédita que nunca antes se había impreso, sobre todo que no se ha compendiado”, comentó el editor Omar Hebertt.

Obras maestras

No se trata de un libro biográfico o cronológico; la idea es entretejer su obra gráfica con lo que Anguiano va expresando en las charlas en las que de una u otra manera el artista jalisciense refrenda la importancia que otorga al dibujo.

Obras maestras fechadas de 1935 a 1959, como La torre, Cúpula, El albañil, Naturaleza muerta con caracol, Niña con naranja, Bodegón con plátanos, Cabeza de muchacha, Niña en amarillo, Lavandera, Retrato de mujer joven, Niña en rosa, La huída, La llorona, la serie Cirqueros, estudios anatómicos, desnudos femeninos, dibujos de niños, retratos, autorretratos, así como algunas sobre los mayas y los lacandones, son ejemplo del talento y habilidad de Anguiano para plasmar su mundo circundante, para ver más allá de lo aparente y dar forma a sus ideas.

Este libro se divide en los apartados: La imaginación de un artista; Los valores estéticos en la pintura; David Alfaro Siqueiros en el recuerdo de Anguiano; Mirando dibujar a Salvador Dalí. Su admiración por Paul Cézanne, Rafael Alberti, León Felipe y Ernesto Sábato; El atentado a las Torres Gemelas; Diego Rivera, y La selva Lacandona, la Revolución Mexicana y el Movimiento de 1968 en la memoria de Anguiano.

El volumen de 190 páginas estuvo bajo la coordinación editorial de Horacio Romero; el arte y diseño de Elena Pego, y la edición de Agustín Cervantes y Omar Hebertt.

El departamento editorial de la UAEH publicó también en 2010 el volumen Gabriel Vargas, cronista gráfico, en el que Maira Mayola Benítez Carrillo documenta vida y obra de quien es considerado el mayor historietista de México, autor de la entrañable Familia Burrón, quien falleció el 25 de mayo pasado.

En las páginas de este libro se encuentra el famoso dibujo que realizó Vargas a los 13 años, titulado El día del tráfico, monumental obra que revela sus extraordinarias y precoces dotes artísticas, homenajes en caricatura de otros moneros contemporáneos.

Gabriel Vargas, cronista gráfico es un libro biográfico-cronológico. “En cada una de las etapas de su biografía se encuentran las obras e ilustraciones de lo que hacía y cómo lo iba haciendo, incluso apunta qué características tienen algunas de las ilustraciones”, comentó Omar Hebertt.

El legado de don Gabriel, apunta la autora en su introducción, “es referencia obligada cuando se habla de la cultura mexicana en general y del cómic en particular. Creador incansable de series bélicas, humorísticas, de aventuras y de crítica social, así como de una lista innumerable de frases y personajes memorables. Vargas es un cronista gráfico que ha plasmado –como ningún otro caricaturista– el espíritu del mexicano; dueño de un estilo único e inconfundible”.

La idea del volumen “fue recopilar su trabajo disperso en el mayor número posible de editoriales en las que colaboró desde sus inicios hasta el año 2009. Incluye datos y detalles nunca publicados, como editores, títulos y años de publicaciones, características e imágenes de cada obra o serie mencionada”.

Se hace referencia a historietas como Pancho Villa, La vida de Jesús, Frank Piernas Muertas, Virola y Piolita, El caballero Rojo, Pepín, Los Súper Locos, Paquito, Jilemón Metralla y Purita Vaca, entre otros.

En lo que tiene que ver con la Familia Burrón y los más de 70 personajes que aparecen en la serie, el volumen contiene una ficha de cada uno.

Gabriel Vargas, cronista gráfico permite acercarse a la incomparable obra y trayectoria del más destacado historietista de nuestro país, quien supo entender y captar lo popular para expresarlo en divertidos y conmovedores episodios de historiet