Gruma, factor para lograr la declaratoria de patrimonio de la humanidad: Sylvia Hernández
La UNESCO reconoció la cocina mexicana “por ser milenaria”
- Involucra un sistema cultural que incluye vida comunitaria: prácticamente rituales, técnicas culinarias ancestrales, hábitos, costumbres y formas de expresión, explica la directora corporativa
Jorge Caballero/Periódico La Jornada
Jueves 2 de diciembre de 2010, p. 9
La participación y apoyo de Gruma (Grupo Maseca) para que el pasado 16 de noviembre la comida mexicana fuera declarada patrimonio cultural inmaterial de la humanidad por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), fue determinante, así lo aseguró en entrevista con La Jornada, Sylvia Hernández, directora corporativa de mercadotecnia global de esa empresa.
Hernández precisó: “Para nosotros fue de gran interés participar en esto, porque como líderes en la producción de harina de maíz y tortilla indudablemente tenemos la misión de promover su consumo. Hicimos nuestro mayor esfuerzo para que esa declaratoria se hiciera realidad. Desde el principio nos sumanos al proyecto, con nuestro experto culinario, quien participó en todas las reuniones para la elaboración del expediente en todo 2010; tuvimos la oportunidad de apoyar al Conservatorio de la Cultura Gastronómica Mexicana (CCGM) con todas las herramientas de comunicación y promoción que fueron necesarias... aspectos que fueron contundentes e importantes para la lograr la declaratoria”.
Reuniones de expertos
Sylvia Hernández recordó que en la elaboración del expediente “hubo reuniones de expertos en la materia para sustentar claramente el valor de la comida mexicana, la cual se determinó que es una cocina milenaria, ha mantenido su continuidad, esencia y valores desde la época prehispánica y se ha enriquecido a través de su historia.
“Otro de los ejes fue que el proceso de nuestra cocina involucra un complejo sistema cultural que incluye vida comunitaria: prácticamente rituales, técnicas culinarias ancestrales, hábitos, costumbres y formas de expresión; que es parte esencial de la identidad cultural de quienes la practican y transmiten de una generación a otra. Además su sistema está integrado por toda la cadena alimenticia, desde la siembra hasta la preparación culinaria y consumos; este sistema está cimentado en el maíz, así como en el frijol y el chile; en técnicas, como la nixtamalización, en sus utensilios, en sus espacios y sobre todo en su carácter popular eminentemente femenino. Esto le da un valor distinto de cualquier otra cocina en el mundo”.
Sylvia Hernández consideró que lo más difícil en este periplo fue “detectar, encontrar y saber transmitir todas la cualidades de la cocina mexicana en un expediente, fue un proceso arduo, pero nunca flaqueamos. Los que integramos el equipo nunca estuvimos confiados pero sí con mucho entusiasmo y con el mejor empeño para lograr nuestro objetivo. La cabeza del Conservatorio, Gloria López, siempre nos motivó y todos los que participamos sabíamos el valor de nuestro sistema culinario. No fue fácil, pero el entusiasmo siempre estuvo arriba”.
Comentó: “Como mexicanos es un orgullo que nuestras tradiciones, nuestra cocina y su sistema culinario hayan sido declaradas patrimonio cultural inmaterial de la humanidad; es un algo que debe generar orgullo, porque es parte de nuestro origen. Nosotros, que tenemos presencia en 102 países, hemos percibido que cada vez se revalora más la comida mexicana, ha habido una tendencia favorable hacia ella; por ejemplo, en el Reino Unido acaban de abrir un restaurante de comida oaxaqueña, que ha tenido un éxito inusitado, con grandes filas para poder entrar... Esta distinción dignifica la cocina mexicana ante el exterior”.
En Gruma, continúa Hernández, “estamos muy orgullosos, porque como líderes de la harina de maíz nixtamalizada, el rescate de la técnica milenaria y su valor nutrimental nos permite llevarla comida mexicana a cualquier rincón del mundo. Ser reconocido por la UNESCO es un logro importantísimo para todos los mexicanos”.
A partir de esta declaratoria, puntualizó, “el impacto del consumo de tortilla en el mundo será muy favorable y le dará gran valor a los restaurantes de comida mexicana en el mundo, porque estarán sustentados con un valor cultural más allá del comercial”.
Celebración
Sylvia Hernández agregó que esta declaratoria “ha pasado casi inadvertida, cuando es importantísima; en cualquier otro país ya hubieran hecho un enorme despliegue; espero que todos los mexicanos valoremos esto, porque se lo están dando en el extranjero. Invito a que le demos la importancia que merece y nos sintamos orgullosos de lo que somos como pueblo, porque no conozco a ningún mexicano en el mundo que me haya dicho que no extraña la tortilla”.
Concluyó: “La cocina mexicana no podría extenderse de manera importante en el mundo si Gruma no hubiera inventado la harinización de la tortilla, eso es muy importante y ahora que se extiende a partir de esta declaratoria. Acompañaremos la llegada de la cocina mexicana a nuevos países. Actualmente tenemos 93 plantas distribuidas entre México, Estados Unidos, Centro América, Venezuela, Europa, África y Oceanía, pero nuestro objetivo es estar en todo el mundo... Fuimos la única empresa privada que acompañó este proceso, no sólo porque es parte importante en lo que hacemos, sino por convicción y compromiso con todo lo mexicano”
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