Espurios y legítimos
En Privado
- Ahí van por el tobogán, echándose alegremente la culpa. Florestán
- El panismo, a fuerza de repetir el método, ha logrado beatificar el principio totalitarista de que el fin justifica los medios.
Y cuantimás las alianzas.
El fin es bloquear al PRI y el medio aliarse con su enemigo natural que ha calificado a su gobierno de espurio e ilegítimo: el PRD, y de la mano con éste, el PT y Convergencia.
El caso Guerrero es una prueba extrema de cómo para el panismo lo primordial es el fin, lo que legitima cualquier medio.
Durante meses en Guerrero se dio una competencia electoral entre dos priistas: Ángel Aguirre Rivero, por el PRD-PT-Convergencia, y su primo Manuel Añorve, por el PRI con su Verde apéndice. El PAN era, como es, un partido ausente, como lo ha sido siempre. Un dato: en las elecciones de hace seis años tuvo 1.2 por ciento de la votación.
Ahora, cuando su candidato Marcos Parra iba en esos parámetros, le llegó una orden del CEN panista: abandonar y declinar a favor de Rivero Aguirre. Ya se habían puesto de acuerdo Gustavo Madero y Jesús Ortega y ni tiempo le dieron de oponerse.
Esta maniobra marcó el debut de Juan Molinar Horcasitas como secretario de la Comisión Política del PAN.
Esta decisión es un cálculo político, más que electoral: impedir que el PRI arranque este año con una victoria en Guerrero. Y más allá, demostrar a escépticos y opositores, propios y extraños, de que la alianza es el método para vencer al priismo, todo esto mirando no a las elecciones en Guerrero, el domingo, sino a las del Estado de México, el 3 de julio, donde el panismo cree que venciendo a Enrique Peña Nieto lo habrá derrotado para la Presidencia de la República en 2012.
Ese es el alcance teórico de su maniobra. Pero no sé si tenga la fuerza.
El riesgo que corren es perder el domingo con una alianza PRD-PT-Convergencia-PAN.
¡Ah!, y con un candidato del PRI.
Entonces sí, adiós.
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