La rehabilitación del afluente se daría si la Federación asigna más recursos, indica

Alcaldía de Iguala, sin dinero para rescatar el río San Juan, admiten

• El saneamiento de la cuenca deberá corresponder a los próximos gobiernos, se deslinda Obras Públicas

FERNANDO HERNÁNDEZ ( Corresponsal)

Iguala, 20 de enero. El director de Obras Públicas, José Luis Díaz Milanesio, reconoció que la administración municipal no cuenta con “techo financiero” para el rescate del río San Juan y corresponderá a futuros gobiernos concluir las obras de saneamiento y rehabilitación de la cuenca que atraviesa la ciudad.

El funcionario indicó que el principal problema del afluente, más allá de la situación en la que se encuentra ambientalmente, radica en el presupuesto del ayuntamiento, que “desde 2009 no pasa de 60 millones de pesos” por ejercicio fiscal.

Consideró que la esperanza para un eventual rescate del río está en los recursos que pueda asignar la Federación, ya que tan sólo en el programa del fertilizante el municipio destina 10 millones de pesos más otros 10 millones que se erogan anualmente para liquidar un crédito que concedió Banobras para construir el Acuaférico, quedan unos 40 millones en las arcas que se destinan a la electrificación, drenaje y gasto corriente.

El funcionario municipal detalló hay 600 metros del cauce natural del río embovedados, pero deslizó que “el encubetamiento” del cuerpo de agua no fue la “mejor opción” para resarcir el daño ecológico del afluente.

Ejemplificó que en el caso de las obras de encauzamiento de río Huacapa de Chilpancingo, que al igual que el San Juan atraviesa la capital: “los ríos naturales así como la filtración a los mantos subterráneos se perdieron y a pesar del concreto las aguas desembocan siempre en algún lugar en el que tienen que tratarse”.

En su momento puntualizó que el creciente problema del principal afluente de esta ciudad fue heredado y evadido por administraciones municipales anteriores y avizoró que lo “ideal” sería la colocación de una serie de “colectores laterales que intercepten todas las descargas (de drenajes domésticos, del rastro municipal y del mercado Adrián Castrejón), muchas de ellas clandestinas, y encausarlas a plantas tratadoras de aguas negras, ubicadas en puntos estratégicos”.