¿Hubo huelga en la UAG?
Por Leoncio Castrejón
La Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), desde hace poco más de 13 años aproximadamente no sabía lo que era una huelga. Quienes condujeron a la institución educativa más grande e importante de la entidad suriana, se empeñaron en darle un giro distinto en relación a otras administraciones que se vieron forzadas a enfrentar paros y huelgas que protagonizaron los sindicatos universitarios: El Sindicato de Trabajadores Académicos de la Universidad Autónoma de Guerrero (STAUAG) y el Sindicato de Trabajadores Técnicos Administrativos y de Intendencia al Servicio de la Universidad Autónoma de Guerrero (STTAISUAG).
Ambos sindicatos tuvieron sus años de gloria en la lucha sindical universitaria e incluso se convirtieron en íconos de la lucha sindical consecuente y de vanguardia en Guerrero y el país. De eso no cabe la menor duda. Fueron años de verdadero sacrificio y gloria de los agremiados para obtener resultados positivos de las demandas que planteaban en su momento. La inmensa mayoría de ellas, justas y necesarias para los sindicalizados universitarios.
Al paso de los años, y con ellos el cambio de rectores, la dinámica de la lucha sindical universitaria se deterioró y menguó de tal manera que hoy, hablar de ambos sindicatos de la UAG, es intentar adivinar la suerte a los gitanos. Posiblemente no agrade a algunos, sin embargo, la realidad es impactante y contundente. Es decir, las luchas emprendidas por los sindicatos universitarios en estos momentos, sólo son pretextos para negociar prebendas y canonjías diversas, además de convertirse en grupo de presión para el rector en turno.
Lamentable, sin embargo, es una realidad que algunos dirigentes no se han percatado de los cambios sociales y económicos del país y del estado de Guerrero. Algunos se anclaron en el pasado nostálgico, otros se han extraviado en el intento de la conquista de mejores prestaciones e incremento salarial, que a decir, en sí, las demandas son justas y necesarias por el deterioro constante del poder adquisitivo de los trabajadores universitarios de ambos gremios sindicales.
Lo cuestionable no es el intento y la intención que todo trabajador sindicalizado y no, tiene derecho a organizarse para llegar a los objetivos planteados a través de demandas tanto de un incremento salarial como diversas prestaciones como agrupación sindical. Lo cuestionable en el caso del STAUAG, son los métodos y el fondo que muestra un emplazamiento a huelga prorrogado en varias ocasiones.
Problemas laborables y económicos los hay, eso no tiene discusión. Sin embargo en las reuniones sindicales lejos de arribar a acuerdos civilizados, acordes al nivel universitario, lo que prevalece son discusiones ásperas, desgastantes, reclamos frustrantes y cargados de buena dosis de revanchismo político mal entendido y sobre todo, cuestionable, que solo evidencian un atraso en los métodos que hoy se deben utilizar para mejorar el nivel y calidad de vida de un agremiado sindical como debiera llevarlo a cabo el STAUAG.
Que lástima que todavía prevalece en algunos dirigentes sindicales universitarios, la doble moral sindical y política. Qué lástima que una porción de sindicalizados han abandonado la lucha real y sustentada del sindicato, para satisfacer frustraciones, rencores y revanchismo de la contienda pasada para elegir rector de la máxima casa de estudios en Guerrero. ¿Éste miércoles fue real el estallamiento de huelga en la UAG? ¿O sólo fue un recurso político desesperado para no verse mal quienes encabezaron la revuelta desde una postura que debe ser para y con otros fines?
¿Hasta cuándo se va a asimilar y entender que en la vida se gana y se pierde? Y que se debe de ser sensato, coherente y entender la dialéctica de las luchas sindicales para no hacer el ridículo como pasó en esta ocasión con una parte del STAUAG?
Mientras tanto, ¡Que tenga Usted, un excelente fin de semana…!
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