martes, 12 de abril de 2011

Hoy, hace 50 años, Yuri Gagarin realizó el primer viaje humano al espacio; “¡Veo la Tierra! ¡Y es tan hermosa!”
Más de 500 personas han viajado al espacio, representando a cerca de 30 países, en medio siglo; el primero fue Yuri Gagarin, quien un día como hoy de 1961 partía en la nave Vostok 1 para convertirse no sólo en el único astronauta en órbita de la historia, sino además en el primer ser humano que vio la Tierra como jamás nadie lo había logrado.
“¡Veo la Tierra! ¡Y es tan hermosa! Puedo ver los ríos, la visibilidad es buena”, refería él desde el espacio, donde efectuó un viaje orbital de apenas 108 minutos, en el que nunca tuvo control de la nave, puesto que se desconocía el efecto que podría tener la gravedad cero en el astronauta, y pudiera no lograr manejar una situación adversa. Gagarin se convertía ya en un héroe internacional, uno que los mismos soviéticos no aseguraban que pudiera regresar.
Pero lo logró, no sin contratiempos que pudieron terminar la historia de otra forma. A su reingreso a la Tierra, el modulo de servicio de la nave no se había logrado separar, por lo que se convirtió en un bólido con una carga extra que pudo haberse incinerado; sin embargo minutos antes de alcanzar un momento crítico se separó. Gagarin fue finalmente expulsado de la cápsula y descendió en paracaídas en una provincia siberiana, cerca del Volga.
Anecdóticamente, en el contexto del nacionalismo comunista de la URSS, se relata que una campesina fue la primera persona en ver a Gagarin, quien le preguntó si venía del espacio, después de la afirmación se apresuró a especificar “pero no se alarme, soy soviético”.
Aunque EU había logrado mandar a Alan Shepard en un viaje suborbital un mes después, con esta proeza ingenieril y tecnológica, la ex Unión Soviética con su agencia espacial Roscosmos se había adjudicado otro logro sobre los estadunidenses dentro de la carrera espacial, a sólo cuatro años de poner en órbita el satélite Sputnik y, posteriormente, al primer ser vivo: la perra Laika.
EU enviaría hasta febrero de 1962 a Jonh Glenn a repetir el logro de los soviéticos. La Guerra Fría se acentuaba, y faltaría más de un lustro para que los estadunidenses llegaran a la Luna y dieran por terminada la primera etapa de la carrera espacial.
de regreso. Convertido en una celebridad y héroe de la URSS, Yuri regresó a Tierra para no volver al espacio. Incorporado de nuevo en el programa espacial, entrenó para en 1967 volar en la nueva nave de Roscosmos, la Soyuz. Sin embargo, como baluarte de pueblo soviético, el gobierno de Nikita Khrushchev no lo arriesgaría en otra misión. Pero su final fue más paradójico: durante un vuelo de rutina en marzo de 1968, su avión se estrelló. La versión oficial dice que el avión seguramente chocó con un globo sonda o que realizó una maniobra brusca para evitar algo lo que provocó que perdiera el control, las cuales no satisficieron a muchos.
Sus cenizas permanecen resguardadas en el Kremlin y uno de los cráteres lunares fue nombrado en su honor.
“Orbitando la Tierra en mi nave espacial, me maravillé de su belleza. Gente del mundo cuidémosla y realcémosla, no la destruyamos”

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