Afecta al cerebro vivir en la ciudad
La imagen con áreas amarillas ejemplifica actividad en la amígdala (cerebro expuesto al estrés), y la imagen inferior indica el grupo control.
Foto: cortesía Nature
El estrés altera directamente la función de la amígdala, relacionada con las amenazas ambientales así como el estado de ánimo
Diana Saavedra
Haber nacido o vivir en grandes ciudades está directamente relacionado con el riesgo de presentar crisis de ansiedad o problemas de mentales, como esquizofrenia, reportan especialistas en la más reciente edición de la revista Nature.
Jens Pruessner, investigador del Instituto de Salud Mental Douglas y coautor del estudio explicó que se trata de la primera ocasión en que se muestra cómo se alteran dos diferentes regiones del cerebro ante el estrés citadino.
"Pese a los beneficios de vivir en la ciudad, para muchos es evidente que la salud mental es alterada por el ritmo de vida y esta es la primera ocasión en que podemos verlo en una resonancia magnética", señaló Pruessner en entrevista electrónica.
Estudios previos habían mostrado que los riesgos de crisis de ansiedad son 21 por ciento mayores en las personas que viven en la ciudad, lo cual también está relacionado con el 39 por ciento de desordenes mentales.
Además, los índices de esquizofrenia son del doble en personas que nacieron o crecieron en las grandes ciudades, lo cual es causa de preocupación.
"Durante mucho tiempo el proceso neuronal que llevaba a estos problemas había permanecido oculto, pero hemos encontrado que el estrés altera directamente la función de la amígdala, relacionada con las amenazas ambientales así como el estado de ánimo, y en el circuito cerebral que la regula", añadió el especialista.
Para el estudio, realizado en Alemania, los investigadores trabajaron con grupos de voluntarios, todos sanos, provenientes de lugares con más de 100 mil habitantes, menos de 10 mil y algunas zonas rurales.
Dividieron a los participantes en dos grupos iguales y a todos los hicieron resolver problemas matemáticos no extremadamente complicados, pero lo suficientemente difíciles para que la mayoría se equivocara.
A todos les revisaron la actividad cerebral con la ayuda de un sistema de Monitoreo de Imágenes de Estrés (MIST, por sus siglas en inglés).
Mientras el primer grupo resolvía los problemas, un grupo de investigadores comenzó a realizar comentarios negativos sobre el desempeño de los participantes, tachándolos de flojos, torpes y poco inteligentes. En tanto que, al segundo grupo se le permitió resolver los acertijos sin ningún tipo de crítica.
"Encontramos que aquellas personas que han vivido mucho tiempo en una gran ciudad tienen importantes alteraciones en la amígdala. En contraste, aquellas personas que han vivido en zonas tranquilas y pequeñas no mostraron una reacción negativa al estrés y obtuvieron una mejor puntuación al resolver los ejercicios", señaló Pruessner.
"Estos hallazgos sugieren que las diferentes regiones del cerebro son sensibles ante la experiencia de vivir en una gran ciudad, por lo que necesitamos realizar más estudios para vincular de forma clara ésto con la psicopatología y la forma en que se producen los desordenes mentales".
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