Secretarios federales en campaña
Leoncio Castrejón Salgado
Hace apenas unos dos días, estuvo en nuestra entidad, uno de los tantos secretarios federales que andan en abierta y franca campaña para intentar convencer a su partido Acción Nacional (PAN), de que ellos son los más indicados – por separado cada uno de ellos, claro – para ser los nominados como aspirantes por su partido, como candidatos a presidente de la república.
Afortunadamente aún se permite el libre tránsito y la libre expresión en nuestro país. Por tanto, cada mexicano puede expresarse libremente sin afectar a terceros. Y lo que han hecho todos aquellos secretarios federales que tienen aspiraciones a ser candidatos a presidente del país por el PAN, es recorrer el país en busca de “proyectarse”, en primer término, ante la militancia panista, y después, ante la ciudadanía que los observa con indiferencia ante tanta calamidad de incoherencias vertidas- por decirlo de manera suave - en sus famosos recorridos por territorio mexicano.
Hasta ahí pareciera que no afecta ni violenta, en gran medida las normas establecidas por la instancia correspondiente a estos menesteres. El verdadero problema estriba en que estos personajes políticos recorren el país con recursos económicos, materiales y humanos que los contribuyentes como usted y yo, pagamos como impuestos.
Intentan disfrazar sus “giras de trabajo” en recorridos de supervisión y de aliento donde se requiera. Sin embargo, lo que hacen los benditos secretarios federales, es “su” precampaña por llamar la atención de su jefe inmediato que es el presidente de la república, y decirle “… señor tengo presencia y estructura a nivel nacional… quiero su bendición y ser el afortunado a quien usted apoye y pueda convertirme en su sucesor…”
Desde luego todo a la vieja usanza priísta. Cuando todo México sabe que Felipe Calderón ya nombró con anticipación a su “gallo” para sucederlo. Aunque al interior del PAN aún hacen grandes esfuerzos por aparentar unida que no existe. Sabiendo que la disputa por ser el candidato a la presidencia por el PAN, es un mero trámite que los panistas están obligados a realizar si aspiran a algún espacio de representación popular.
Recientemente visitó Guerrero el secretario del Trabajo Javier Lozano Alarcón, quien una vez instalado adecuadamente en Acapulco, su jefe de Comunicación Social, convocó a conferencia de prensa para informar que se encontraba entre los guerrerenses nada menos que el flamante y brillante secretario del Trabajo – ¡ hurra! - . En adelante fue cuestión de tener cámaras y micrófonos al alcance y el flamante señor que desmembrara al otrora poderoso sindicato de Luz y Fuerza del Centro (SNCLFC), entre otras grandiosas y brillantes aventuras, para que empezara a iluminarnos con sus sabios racionamientos sobre temas diversos, desde el fantasioso incremento del número de empleos, hasta como se debe comportar los jóvenes y señoritas en misa.
Y bueno, en lo que a su ámbito se refiere, nos dio la impactante noticia de que en Guerrero no se ¡habían creado empleos! ¡Qué bárbaro!, que dominio del tema, y sobre todo, que claridad en sus palabras tan llenas de sinceridad y precisión. Quienes escucharon el descubrimiento del agua caliente y del hilo negro, que hiciera el secretario del Trabajo, quedaron anonadados, quedaron helados, ¡vamos, quedaron de una sola pieza! por la noticia que diera uno de los responsables del desempleo en lo que va del sexenio.
Además de dominar magistralmente tantos temas de la agenda política nacional, todavía tuvo palabras de consuelo, y también para impartir consejos a los gobernantes de éste lejano y apabullado estado suriano. Es decir, parecía que volvíamos a vivir la conquista española, en donde los nativos quedaban perplejos ante lo desconocido. Será seguramente porque acá en Guerrero, no vemos TV., no leemos los periódicos y no escuchamos la radio. Posiblemente a eso y a otras razones, fue que hayamos escuchado tan brillantes recomendaciones dirigidas a todos los guerrerenses.
Lamentablemente, los panistas creen que en Guerrero están en cualquier otra entidad en la que ellos dominan y mandan, donde ejercen presión de todo tipo para que la gente acate sus disposiciones sin chistar. Donde tienen el poder y clausuran los derechos humanos más elementales. En Guerrero, afortunadamente aún no llegan las simpatías azules.
Al secretario del Trabajo, alguien debió haberle dicho que Guerrero no es Guanajuato ni mucho menos Jalisco. Que en Guerrero, con todas las fallas propias que se quiera citar, aún se tiene memoria histórica. Y que todos los consejos vertidos sin pedir, los venda en cualquier otro lugar, y que las precampañas las dirijan a lugares donde aún no llegan los medios de comunicación.
En pocas palabras, el secretario del Trabajo federal, “…se dio vuelo escupiendo al cielo….! Dicen quienes estuvieron cerca del distinguido visitante, que alguien alcanzó a sugerirle mayor prudencia en sus comentarios. A lo que él contesto al mero estilo panista….
Mientras tanto… ¡Que tenga usted, un excelente fin de semana!
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