Silvio antenoche en Buenos Aires: Entre la excelencia musical y el valor de siempre
Anuncio del concierto de anoche en las calles de Buenos Aires.
Fiel a su estilo y a un gusto por la excelencia musical, el cantautor cubano Silvio Rodríguez deleitó anoche a una multitud que llenó el estadio de Ferro en el barrio de Caballito con un recital generoso que se extendió por casi tres horas.
Con el clásico “Buenas noches Buenos Aires” Rodríguez comenzó a enamorar desde muy temprano a los fanáticos de sus canciones que lograron explotar y tararear temas clásicos como “Una mujer con sombrero”, entre otros, y así asoció a un público que agotó las entradas para verlo y recordar canciones llenas de mensajes.
Si bien el nuevo trabajo de Rodríguez -por lo que se escuchó en Ferro- tiene una estricta relación con temas que vinculados con el amor y las relaciones, no por ello el artista cubano dejó entre bambalinas los temas que el publico porteño quería escuchar.
En las casi tres horas de escenario Silvio desgranó sus canciones más famosas y Amaury Pérez contó algunas historias familiares como las de su tía, de la que dijo que “amaba profundamente a Mirtha Legrand, y yo no lo entendía demasiado”, al aludir a épocas (los años 40, dijo) en las que en Cuba se proyectaba mucho cine argentino.
Pero, el recital de Rodríguez en Ferro cumplió todas las expectativas de la gente que lo fue a ver. No es nueva la admiración que el músico cubano despierta en muchos de los porteños que han crecido con sus letras y que cada vez que se presenta agotan las entradas como ocurrió anoche.
Dueño de una humildad admirable, Silvio volvió a dejar anoche en Caballito la imagen de un profesional estricto a la hora de la excelencia musical -lo acompaña un grupo de músicos excepcional- y de un hombre que sabe decir lo que quiere a través del canto.
Y, si tal vez ya no llegue a las notas altas como alguna vez supo hacerlo, los arreglos musicales le permiten seguir transmitiendo con el mismo sentido lo que desea expresar en cada una de sus letras.
Rodríguez culminó, así, una nueva visita a la Argentina donde estuvo de gira por varias ciudades.
Lo que queda es su inalterable pasión por transmitir a través de la musica sus letras y sus pensamientos. Los nuevos y los que hicieron historia. Como el del recuerdo al Playa Girón, tema coreado por todos los presentes, y que lo conminó a la inevitable tradición argentina de los bises… y Silvio volvió a cumplir.
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