Blancanieves abrumó a su creador
Walt Disney terminó por cansarse de que su primera princesa de cuento le robara el protagonismo a sus siguientes obras, confesó su hija mayor
SAN FRANCISCO, 5 de febrero.- La película de la inocente Blancanieves llegó a abrumar de éxito a su creador, Walt Disney, quien terminó por cansarse de que su primera princesa de cuento le robara el protagonismo a sus siguientes obras, confesó su hija mayor.
Diane Disney, de 77 años, conversó con motivo del lanzamiento el 7 de febrero en EU en Blu-ray y DVD de otro de los clásicos del estudio del ratón Mickey, La dama y el vagabundo, y repasó el legado de su padre escenificado en el museo familiar inaugurado en 2009 en San Francisco (EU).
En las instalaciones ocupa un lugar destacado Blancanieves y los siete enanos, el primer largometraje de animación realizado que fue un hito en la carrera de Walt Disney, quien montó una producción de 83 minutos mientras los escépticos en Hollywood pronosticaban que nadie aguantaría tanto tiempo viendo dibujos.
La cinta se estrenó en 1937 y las colas para asistir a las proyecciones terminaron por dar la razón a Disney, quien en 1939 recibió un Óscar honorífico por elevar a grado de filme un género que hasta ese momento existía solo en cortometrajes.
Aquel inusual trofeo compuesto por 8 estatuillas, siete de ellas miniaturas en referencia a los enanitos de Blancanieves, se puede contemplar también en el museo del que es cofundadora Diane Disney, para quien su padre se vio superado por los acontecimientos.
"Cuando haces algo que es muy popular la gente siempre te lo recuerda y él se cansó de todo eso. Solía decir que estaba harto de Blancanieves, que todo el mundo le hacía referencias a eso mientras que él siempre estaba pensando en su siguiente proyecto", explicó Diane Disney.
A Blancanieves le sucedieron Pinocchio y Fantasía en 1940, Dumbo (1941), Bambi (1942), y no fue hasta después de la Segunda Guerra Mundial que Disney retomó los relatos de princesas con Cenicienta (1950). La dama y el vagabundo debutaría en 1955 y sería la primera rodada en Cinemascope.
"Ése no es un cuento de hadas, es más realista", apuntó Diane Disney sobre la cinta que narra el romance entre una cocker spaniel con pedigrí y un perro callejero, una obra emblemática de la compañía que Disney se resistió a producir durante algunos años hasta que dio con el guión adecuado.
"Él siempre creía que tenía que tener una historia, podía ser una sencilla, pero tenía que estar bien elaborada", manifestó su hija que recuerda la época de La dama y el vagabundo como muy "estimulante" para su padre por el nacimiento de su primer nieto y la apertura del primer parque Disneyland en California (EU).
Ese filme vuelve ahora renacido en alta definición con numerosos contenidos extra, como tres escenas inéditas y una nueva canción, I'm Free as the Breeze, o el vídeo musical de Bella Notte, tema de la icónica secuencia del beso de los perros al calor de un plato de pasta.
"Pienso que él estaría entusiasmado por todo lo que está pasando", afirmó Diane Disney por el hecho de que los trabajos de su padre estén siendo reestrenados "con un aspecto mucho mejor del que jamás pudieron tener" cuando se grabaron originalmente.
Además del regreso de La dama y el vagabundo, el estudio Disney se ha propuesto mostrar de nuevo, en este caso en los cines, clásicos más modernos pasados al formato 3D, una experiencia que funcionó muy bien en taquilla con The Lion King que el año pasado recaudó casi 100 millones de dólares en EU.
Beauty and the Beast (3D) se encuentra actualmente en cartelera y ya ha cosechado más de 42 millones de dólares en norteamérica, mientras que Nemo, Monsters, Inc. y Little Mermaid se encuentran en proyecto para transformarlas a formato 3D.
No está claro si el creativo Disney imaginó que el 3D llegaría a ser un estándar en las películas de animación, aunque sí se adelantó a su tiempo al apostar por mezclar acción real y dibujos en sus primeros cortos, Alice Comedies, fechados en la década de 1920.
La muerte de Walt Disney en 1966, con 65 años, víctima de un cáncer de pulmón, conmocionó a la sociedad estadunidense tal y como ocurrió con Steve Jobs, cofundador de Apple, quien falleció en octubre de 2011 por un cáncer de páncreas cuando tenía 56 años.
Jobs llegó a formar parte de la dirección del estudio Disney cuando les vendió Pixar, compañía que él mismo reflotó y con la que revolucionó la animación moderna en 1995 con Toy Story, la primera película de dibujos hecha íntegramente por ordenador.
"Creo que no eran personas similares, pero Jobs fue un innovador y se preocupaba de su público porque les presentaba sus productos en sus convenciones anuales. Mi padre habría usado sus productos, habría sido uno de sus grandes seguidores", afirmó Diane.
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