¡Se adelantó
Carlos Fuentes!
Leoncio Castrejón Salgado
El ámbito de las letras
se encuentra de luto. Carlos Fuentes se ha adelantado en el viaje sin retorno.
Sin embargo, él continuará vigente a través de su magna, extensa y fructífera
obra literaria.
Carlos Fuentes ha dejado
un inmenso legado literario, sus amigos y conocidos cercanos, le han despedido
como lo que siempre fue, una estrella muy luminosa en el firmamento, capaz de
ilustrar las mentes más brillantes. Así fue Carlos.
Carlos siempre cuestionó a todo aquello que
impide al humano crecer, siempre se opuso a aquello que enajena, que torcía los
acontecimientos, que de manera deliberada, suplantaba el desarrollo de los
pueblos latinoamericanos a cambio de una subcultura del consumismo. Carlos Fuentes
siempre creyó en la persona, aquella que expresara lo que vivía, lo que sentía.
Carlos se ha despedido
de la materia viva y pasa a la inmortalidad, al lado de los hombres ilustres,
de aquellos que nos han hecho sentirnos orgullosos como personas a través sus
letras, de sus escritos, abarcado los géneros que más le gustaban.
Como no recordar a
Carlos Fuentes en aquellas épocas de bachiller al leer sus novelas como “La Región más Transparente" (1958), “Las
Buenas Conciencias" (1959), “La Muerte de Artemio Cruz" (1962) y “Aurea" (1962) principalmente. Después vinieron otras como: “Zona Sagrada" (1967), “Cumpleaños"
(1975), “Una familia lejana" (1980), “Gringo Viejo" (1985), “La
campaña" (1990), “La silla del
águila" (2003), “Todas las familias felices" (2006), por citar
algunas.
Carlos incursionó en la
novela propiamente, de donde se le conoce y de donde él se consolidó como
escritor. Sin embargo, destacó en géneros como: relatos y cuentos, ensayo,
teatro, argumentos y guiones cinematográficos, libreto de ópera, sin faltar su
paso por la política (1975-1977) al aceptar ser embajador de México en Francia.
Obtuvo un sin número de
reconocimientos y premios. Siendo de origen guatemalteco, desde pequeño radicó
en nuestro país. Cursó sus estudios en escuelas públicas. En 1972 fue elegido
miembro de El Colegio Nacional, fue presentado por el poeta Octavio Paz y su
discurso de ingreso fue "Palabras
iniciales".
Sus obras
son ampliamente conocidas, sin embargo hay quienes estando en lugares públicos
y privilegiados como lo son los medios, particularmente la TV, empaña los
homenajes al confundir, -obvio que es por desconocimiento-, las obras de Carlos
Fuentes con las de otro destacado escrito Jalisciense como lo es Juan Rulfo,
autor de “Pedro Páramo” y “El Llano en llamas”. Lamentable en verdad, pero
bueno, vemos que no solo los políticos desconocen la cultura, sino también
algunos que tienen años en los medios de comunicación.
Finalmente este
miércoles, Carlos Fuentes fue homenajeado de cuerpo presente en Bellas Artes, cientos de personas del pueblo de México lo despidieron con vítores y con
claveles blancos; sus restos fueron cremados y depositados en una urna de finas
maderas, en las que serán envidas a Paris. Así fue su voluntad en vida.
¡Carlos Fuentes, hasta pronto, te leeremos siempre; hasta la lectura, sin duda nos veremos allá en otros
pasajes, en otros capítulos o en algún final…!
Mientras tanto… ¡que tenga
usted, un excelente fin de semana!
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