viernes, 14 de diciembre de 2012


Urge reordenamiento en Iguala
Leoncio Castrejón Salgado

A tan solo escasas tres semanas de que se cumpla el plazo que se han trazado varios alcaldes de la entidad, en el sentido de tener un lapso de tiempo de 100 días, para que sus colaboradores más cercanos y de su confianza, en distintas áreas de los diferentes niveles de gobierno municipal, muestren resultados que les permita seguir en sus espacios de responsabilidad; todo indica que varios alcaldes por no decir muchos, se verán en la penosa necesidad de prescindir de los servicios de aquellos que desde antes de iniciar la administración municipal, se comprometieran a ser leales y cumplir con su responsabilidad encomendada.
A más de setenta días en el ejercicio del poder municipal, muchos de los funcionarios de confianza de los ediles, no han correspondido a las expectativas de quienes confiaron en un principio en ellos. Esto es, que serán dados de baja de manera inmediata y fulminante. Por lo menos en el caso de Iguala de la Independencia. Así lo ha reiterado en público y en privado su alcalde, José Luis Abarca Velázquez.
Y vaya que al parecer lo ha señalado en serio. En reiteradas entrevistas en el espacio noticioso matutino de “Contextos” a través de la radio  XEIG 880 AM y 106.5 FM, que conduce Julio Palacios Márquez, ha sido contundente y enfático al señalar que todo aquella persona que él le brindó su confianza y que a la fecha no ha cumplido puntualmente, se irá de la administración municipal que él preside. Así de sencillo, sin tantos calificativos ni adjetivos.
Y bueno, resulta que efectivamente en particular, en el caso de Iguala, algunos de los funcionarios del alcalde,- en los diferentes niveles de responsabilidad - iniciaron la administración como caballos de carrera, pero tan pronto recorrieron un pequeño tramo, éstos se cansaron, y hoy, no corren, vamos, ni siquiera trotan. Así las cosas en el Ayuntamiento de Iguala.
Lo rescatable de todo esto, es que el alcalde hasta donde se tiene información fidedigna, ya tiene el diagnóstico de quienes se van y de quienes se quedan. ¡Ojalá y que no cambie de opinión por el bien de Iguala!
En la misma línea de colaboradores, hay quienes se han dedicado a echar la “güeva” desde que supieron que quedarían en un espacio determinado, producto de una pésima y equivocada cuota política entre mercaderes de la política. ¡Qué lástima!
Pero bueno, afortunadamente el alcalde igualteco ya se ha dado cuenta de que en su gabinete municipal tiene de todo, como en la viña del Señor.
Desafortunadamente la falta de compromiso en sus responsabilidades de algunos de sus colaboradores del alcalde igualteco, la administración municipal no se ha conducido como se esperaba. Aún así, también hay que decir y reconocer, que hay quienes sin descanso y por convicción, dan el extra, el plus en sus actividades asignadas desde el inicio de esta comuna. Bien por ellos, y bien por Iguala. Reconocerles su esfuerzo, es lo memos que se les puede ofrecer de manera pública.
La actual administración, que no es lo mismo que decir comuna, enfrenta la embestida de grupúsculos de choque, que por años, han vivido de prebendas, canonjías y cochupos, a través de las revueltas y  del chantaje político. Esa es su razón de ser y existir. Así han crecido y desarrollado, con el consentimiento de propios y extraños. Lo rescatable, en la actual administración municipal igualteca, es que el alcalde no se ha dejado ni se dejará hasta donde lo manifestado, chantajear por quienes sólo buscan sus mezquinos e insolentes beneficios, atropellando el derecho de las mayorías, en este caso de la ciudadanía igualteca.
Ojalá y que el alcalde José Luis Abarca Velázquez,  tenga el temple y  la firmeza para corregir lo que por mucho tiempo, la autoridad en turno, fomentó, permitió y hasta se sirvió con fines meramente políticos de esos grupúsculos lacayos, ya sea por omisión o comisión, que al final da lo mismo.
Mientras tanto… ¡Que tenga usted, un excelente fin de semana!
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