jueves, 28 de febrero de 2013

Cangrejos 'gruñones' por el ruido de los barcos

Uno de los cangrejos usados en el experimento.| Matthew Wale
Uno de los cangrejos usados en el experimento.| Matthew Wale
 
Imagine vivir expuesto al ruido continuo de los barcos que van y vienen de los puertos marítimos. Probablemente su humor cambiaría, se volvería irritable y el estrés haría mella en usted. A los cangrejos les ocurre lo mismo, según asegura un estudio británico publicado esta semana en 'Biology Letters'. El ruido que se ven obligados a sufrir debido al trasiego de barcos les estresa y modifica su comportamiento.
Tras realizar un experimento controlado con estos artrópodos, un equipo de investigadores de las universidades de Bristol y Exeter concluyó que los cangrejos expuestos a grabaciones de ruidos emitidos por los barcos experimentaban un aumento de su ritmo metabólico que sugería altos niveles de estrés. Cuando esta situación se produce en su medio natural, advierten, puede tener consecuencias graves para su crecimiento.
"Un aumento en su ritmo metabólico puede indicar un aumento en el nivel de estrés. Y el estrés crónico, por supuesto, es un problema para cualquier animal. Es más, si mantiene un ritmo metabólico alto el animal necesitará aumentar su consumo de comida, lo que se traducirá en que pasará más tiempo buscando alimento, incrementando el riesgo de que sea devorado por algún depredador", explica a ELMUNDO.es Andy Radford, investigador de la Universidad de Bristol (Reino Unido) y uno de los autores que firman este estudio.

Contaminación acústica

El ruido provocado por actividades humanas, sostienen los autores, ha cambiado los entornos acústicos terrestres y marinos, y cada vez hay más pruebas de que la exposición a un único tipo de ruido puede afectar el comportamiento de numerosos organismos vertebrados. Las fuentes de ruido para estos animales son diversas e incluyen el tráfico de vehículos y de barcos o el desarrollo de las ciudades. En el experimento desarrollado en Bristol, sin embargo, los investigadores se centraron en un invertebrado marino como el cangrejo de mar ('Carcinus maenas').
"Tenemos en marcha un gran proyecto investigador para estudiar el impacto potencial del ruido de los barcos en distintas especies de peces que viven en aguas dulces o marinas, y también en otras especies de invertebrados marinos. "En este caso elegimos cangrejos de mar porque son muy comunes y se encuentran en zonas costeras donde hay mucho ruido y porque son fáciles de utilizar en experimentos", añade Radford.
Para realizar el estudio, se recolectaron cangrejos en el puerto de Newquay, que fueron trasladados al Acuario de Bristol y colocados en tanques. Por otro lado se realizaron grabaciones en tres puertos marítimos de Reino Unido, tanto del sonido emitido por los barcos como del ruido ambiente del puerto. Las grabaciones duraban 15 minutos.
Cada cangrejo era dispuestos en un contenedor sellado que contenía un litro de agua, del que se midieron los niveles de oxígeno antes y después del experimento. El recipiente fue expuesto a grabaciones tanto de ruido de barcos como de ruido ambiente de puerto: "En uno de los experimentos todos los cangrejos fueron expuestos a una sola grabación. En el segundo, los individuos fueron expuestos de manera repetida a la misma grabación durante un periodo de dos semanas", detalla Radford.
El experimento reveló que el ruido de los barcos les afectaba más que el ruido ambiente del puerto. Así, el análisis mostró que los individuos expuestos a la grabación de los barcos consumían más oxígeno, indicando un ritmo metabólico más alto y potencialmente, más estrés.
Asimismo, los investigadores observaron que los cangrejos de mayor tamaño son los más vulnerables a los efectos del ruido: "Los cangrejos más grandes mostraban un ritmo metabólico tres veces más alto que los ejemplares más pequeños en respuesta al ruido producido por el hombre, mientras que cuando se trataba de medir la respuesta al ruido ambiente del puerto, era el doble de alta", explica.
Este dato, afirman, respalda otras investigaciones que ya apuntaban a que no todos los miembros de una población se ven afectado de la misma forma por un determinado estímulo. El sexo, status dentro del grupo, edad o tamaño pueden influir en las respuestas de los animales.

No hay comentarios: