Espera el candidato a rector de la UAG que vote el 80 por ciento de los universitarios en la elección de hoy
Hoy los universitarios irán a las urnas a ratificar al candidato único, Javier Saldaña Almazán, para que ocupe la Rectoría de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) en un proceso que se realizará en aparente calma y sin aspavientos.
Sin embargo, una vez que el nuevo rector tome posesión el 6 de abril, se auguran tiempos difíciles por los retos que deberá enfrentar como el reparto de espacios en la nueva administración con los cerca de 20 grupos políticos que decidieron respaldarlo y que de no concretarse puede derivar y romper la calma que prevaleció durante su campaña.
Saldaña Almazán también deberá enfrentar los problemas que le hereda la administración del todavía rector Alberto Salgado: alrededor de 100 juicios laborales, un déficit de la institución que se calcula en 270 millones de pesos anuales, jubilaciones que no pueden concretarse y los emplazamientos de los sindicatos con más 700 demandas laborales, principalmente económicas, entre otros.
El candidato único realizó una campaña sin un adversario formal, teniendo como único reto el que él mismo se impuso: lograr que el 80 por ciento de los universitarios acudan a votar, para que esa fuerza lo respalde para administrar la crisis financiera, las demandas de los sindicatos y la correlación de fuerzas al interior de la UAG para exigir mayor subsidio federal y estatal y combatir la corrupción en la academia que ofreció como candidato de unidad.
El consejero universitario, Arturo Miranda Ramírez, consideró que Saldaña Almazán no tendrá el pretexto para impulsar los proyectos que se ha propuesto porque no recibirá una universidad dividida por la competencia electoral, sin embargo, aceptó que habrá inconformidades de los grupos que no sientan que están representados en el nuevo gobierno, “pero si tiene consenso mayoritario de la comunidad universitaria, eso tendrá que ser su respaldo para que meta orden a la UAG”.
Advirtió que si quiere combatir la corrupción y la simulación académica, tendrá que saber escoger a sus colaboradores, de lo contrario sus dichos en campaña quedarán en buenas intenciones, “pero si de repente aparece por ahí alguien con historial de corrupción, cómo la va a combatir”.
Añadió que entre universitarios se conocen, y particularmente Saldaña Almazán, que como director de Planeación Estratégica “conoce a cada uno de nosotros, en todas las escuelas, no podrá haber argumentos de que no sabía que era un perverso y por eso también confío en que va saber escoger”.
La semana pasada declaró que será después de la toma de protesta cuando comience a discutirse la integración de su gabinete pero adelantó que se están conformando grupos de trabajo y ellos tendrán mayores posibilidades de incorporarse como funcionarios.
Sin embargo, una vez que el nuevo rector tome posesión el 6 de abril, se auguran tiempos difíciles por los retos que deberá enfrentar como el reparto de espacios en la nueva administración con los cerca de 20 grupos políticos que decidieron respaldarlo y que de no concretarse puede derivar y romper la calma que prevaleció durante su campaña.
Saldaña Almazán también deberá enfrentar los problemas que le hereda la administración del todavía rector Alberto Salgado: alrededor de 100 juicios laborales, un déficit de la institución que se calcula en 270 millones de pesos anuales, jubilaciones que no pueden concretarse y los emplazamientos de los sindicatos con más 700 demandas laborales, principalmente económicas, entre otros.
El candidato único realizó una campaña sin un adversario formal, teniendo como único reto el que él mismo se impuso: lograr que el 80 por ciento de los universitarios acudan a votar, para que esa fuerza lo respalde para administrar la crisis financiera, las demandas de los sindicatos y la correlación de fuerzas al interior de la UAG para exigir mayor subsidio federal y estatal y combatir la corrupción en la academia que ofreció como candidato de unidad.
El consejero universitario, Arturo Miranda Ramírez, consideró que Saldaña Almazán no tendrá el pretexto para impulsar los proyectos que se ha propuesto porque no recibirá una universidad dividida por la competencia electoral, sin embargo, aceptó que habrá inconformidades de los grupos que no sientan que están representados en el nuevo gobierno, “pero si tiene consenso mayoritario de la comunidad universitaria, eso tendrá que ser su respaldo para que meta orden a la UAG”.
Advirtió que si quiere combatir la corrupción y la simulación académica, tendrá que saber escoger a sus colaboradores, de lo contrario sus dichos en campaña quedarán en buenas intenciones, “pero si de repente aparece por ahí alguien con historial de corrupción, cómo la va a combatir”.
Añadió que entre universitarios se conocen, y particularmente Saldaña Almazán, que como director de Planeación Estratégica “conoce a cada uno de nosotros, en todas las escuelas, no podrá haber argumentos de que no sabía que era un perverso y por eso también confío en que va saber escoger”.
La semana pasada declaró que será después de la toma de protesta cuando comience a discutirse la integración de su gabinete pero adelantó que se están conformando grupos de trabajo y ellos tendrán mayores posibilidades de incorporarse como funcionarios.
Herada 270 millones de déficit, 100 laudos laborales y dos sindicatos con prestaciones sin techo financiero
El rector Alberto Salgado Rodríguez, reconoció que el déficit anual aproximado de 270 millones de pesos es uno de los problemas más fuertes que enfrenta actualmente la UAG y que repercute en el funcionamiento de la institución.
En entrevista, señaló que a pesar de los esfuerzos por mantener una política de austeridad, la institución continúa enfrentando un déficit importante debido a la falta de reconocimiento de plazas por parte de la Secretaría de Educación Pública pues no obstante que se tienen nuevos programas educativos y un crecimiento real de la UAG, la SEP no tiene dentro de sus registros esta situación.
Incluso, la falta de recursos propició que se dejaran de cubrir los impuestos para priorizar el pago de salarios, aunque destacó que en los meses de su gestión se superó la evasión, se siguen sacrificando actividades sustantivas para la universidad como la extensión y la investigación para tener recursos que se destinan al pago de la nómina.
Explicó que hay muchas cláusulas establecidas en el Contrato Colectivo de Trabajo (CCT) de los dos sindicatos universitarios que no tienen techo presupuestal y entre ellos señaló los bonos de fin de año pues en el techo financiero sólo se contempla el pago de 45 días de aguinaldo y 25 días adicionales se pagan con el subsidio de la UAG.
“Entonces, la universidad está haciendo un gran sacrificio para darle buenas condiciones a sus trabajadores para mejorar las condiciones de estudio y esto debe ser reconocido por los sindicatos”.
Otros de los problemas que se heredarán a la próxima administración son unos 100 laudos laborales, derivados de diferentes problemas que fueron presentados ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, de los cuales unos 15 deberán ser pagados y resueltos en breve.
Señaló que esta situación es consecuencia de muchos errores de administraciones pasadas que no siguieron los procedimientos jurídicos apropiados para enfrentar las demandas pero se busca conciliar con los demandantes porque no hay solvencia económica para pagar.
A lo anterior hay que agregar que a principios de año, el gobernador Ángel Aguirre Rivero se reunió con el rector (estando como testigo el candidato único a la rectoría) y se comprometió a incrementar el monto del subsidio estatal a la UAG de 20 a 25 por ciento (el cual se calcula del total del subsidio federal) pero a la fecha no ha llegado ese dinero.
Otro problema es el no reconocimiento de la antigüedad real ante el ISSSTE pues entre 30 y 40 trabajadores en condiciones de jubilarse, no podrán hacerlo porque los recursos que debía entregar el gobierno del estado en 2012 para comprar su antigüedad no han llegado.
Salgado Rodríguez indicó que en el diario oficial se publicó que hay 50 millones de pesos etiquetados a la Universidad para este rubro pero reconoció que con eso “seguramente no lo resolveríamos (el problema) en un 100 por ciento pero le daríamos un empuje tremendo a este problema también estructural de la universidad”.
Señaló que otro reto será reducir en 20 por ciento la burocracia universitaria pues tan sólo en oficinas centrales se concentran unas 300 personas.
La relación con los sindicatos será otro asunto que atender porque inhibe el desarrollo de la institución, con cláusulas sin techo financiero que su acatamiento implica llevar a la quiebra a la UAG. Insistió en que los sindicatos deben tomar conciencia de esta situación y velar para no llevar a la casa de estudios a la banca rota.
Además de la conclusión de los cuatro campus universitarios en Zumpango, Cruz Grande, Llano Largo y Tecpan, que se encuentran en su primera etapa de construcción, que para concluirlas se van a requerir alrededor de 300 millones de pesos.
En entrevista, señaló que a pesar de los esfuerzos por mantener una política de austeridad, la institución continúa enfrentando un déficit importante debido a la falta de reconocimiento de plazas por parte de la Secretaría de Educación Pública pues no obstante que se tienen nuevos programas educativos y un crecimiento real de la UAG, la SEP no tiene dentro de sus registros esta situación.
Incluso, la falta de recursos propició que se dejaran de cubrir los impuestos para priorizar el pago de salarios, aunque destacó que en los meses de su gestión se superó la evasión, se siguen sacrificando actividades sustantivas para la universidad como la extensión y la investigación para tener recursos que se destinan al pago de la nómina.
Explicó que hay muchas cláusulas establecidas en el Contrato Colectivo de Trabajo (CCT) de los dos sindicatos universitarios que no tienen techo presupuestal y entre ellos señaló los bonos de fin de año pues en el techo financiero sólo se contempla el pago de 45 días de aguinaldo y 25 días adicionales se pagan con el subsidio de la UAG.
“Entonces, la universidad está haciendo un gran sacrificio para darle buenas condiciones a sus trabajadores para mejorar las condiciones de estudio y esto debe ser reconocido por los sindicatos”.
Otros de los problemas que se heredarán a la próxima administración son unos 100 laudos laborales, derivados de diferentes problemas que fueron presentados ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, de los cuales unos 15 deberán ser pagados y resueltos en breve.
Señaló que esta situación es consecuencia de muchos errores de administraciones pasadas que no siguieron los procedimientos jurídicos apropiados para enfrentar las demandas pero se busca conciliar con los demandantes porque no hay solvencia económica para pagar.
A lo anterior hay que agregar que a principios de año, el gobernador Ángel Aguirre Rivero se reunió con el rector (estando como testigo el candidato único a la rectoría) y se comprometió a incrementar el monto del subsidio estatal a la UAG de 20 a 25 por ciento (el cual se calcula del total del subsidio federal) pero a la fecha no ha llegado ese dinero.
Otro problema es el no reconocimiento de la antigüedad real ante el ISSSTE pues entre 30 y 40 trabajadores en condiciones de jubilarse, no podrán hacerlo porque los recursos que debía entregar el gobierno del estado en 2012 para comprar su antigüedad no han llegado.
Salgado Rodríguez indicó que en el diario oficial se publicó que hay 50 millones de pesos etiquetados a la Universidad para este rubro pero reconoció que con eso “seguramente no lo resolveríamos (el problema) en un 100 por ciento pero le daríamos un empuje tremendo a este problema también estructural de la universidad”.
Señaló que otro reto será reducir en 20 por ciento la burocracia universitaria pues tan sólo en oficinas centrales se concentran unas 300 personas.
La relación con los sindicatos será otro asunto que atender porque inhibe el desarrollo de la institución, con cláusulas sin techo financiero que su acatamiento implica llevar a la quiebra a la UAG. Insistió en que los sindicatos deben tomar conciencia de esta situación y velar para no llevar a la casa de estudios a la banca rota.
Además de la conclusión de los cuatro campus universitarios en Zumpango, Cruz Grande, Llano Largo y Tecpan, que se encuentran en su primera etapa de construcción, que para concluirlas se van a requerir alrededor de 300 millones de pesos.
Combate a la corrupción y la creación espacios para alumnos rechazados
Durante la campaña, el candidato a rector fue crítico de la UAG y reconoció la existencia de corrupción y simulación académica y para abatirla pidió a los estudiantes que señalen los actos de extorsión y abuso.
Dijo que a partir del 6 de abril todos los libros que ocupen los alumnos de educación media y superior van a estar en línea para terminar con el negocio de esos maestros que venden copias obligatorias a los jóvenes.
Entre sus principales propuestas destaca la de ampliar la cobertura de educación superior en las siete regiones porque está concentrada en Chilpancingo y Acapulco.
Para la atención de los rechazados, anunció la creación de tres mil 700 espacios de licenciatura dentro del sistema abierto y a distancia y el proyecto de regionalización.
También se propuso una nueva estrategia para pedir al congreso un aumento a su presupuesto, porque los indicadores muestran el mejoramiento educativo de la UAG y de ser necesario saldría con maestros y alumnos a exigir un mejor trato.
En su cierre de campaña en Rectoría, reconoció los rezagos en el estado y a 50 años de creación de la universidad se deben dar respuestas al pueblo de Guerrero porque existe mucha simulación.
Dijo que a partir del 6 de abril todos los libros que ocupen los alumnos de educación media y superior van a estar en línea para terminar con el negocio de esos maestros que venden copias obligatorias a los jóvenes.
Entre sus principales propuestas destaca la de ampliar la cobertura de educación superior en las siete regiones porque está concentrada en Chilpancingo y Acapulco.
Para la atención de los rechazados, anunció la creación de tres mil 700 espacios de licenciatura dentro del sistema abierto y a distancia y el proyecto de regionalización.
También se propuso una nueva estrategia para pedir al congreso un aumento a su presupuesto, porque los indicadores muestran el mejoramiento educativo de la UAG y de ser necesario saldría con maestros y alumnos a exigir un mejor trato.
En su cierre de campaña en Rectoría, reconoció los rezagos en el estado y a 50 años de creación de la universidad se deben dar respuestas al pueblo de Guerrero porque existe mucha simulación.
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