Reciben con molestia a Aguirre en Tierra Caliente por la tardanza y porque llevó poca ayuda
Enoja que haya negado helicópteros, y ayer llegara en tres de esas naves y dos aviones para su comitiva. Se compromete el gobernador a dar a la región el mismo trato que a otras. Se perdieron unas 40 mil hectáreas de siembras. Causa pánico el anuncio de que la presa El Caracol abrirá hoy sus compuertas
Israel Flores/Ciudad Altamirano
La presencia de Ángel Aguirre Rivero en Tierra Caliente provocó ayer molestia entre los damnificados por la poca ayuda que llevó a la región, y sobre todo por su tardanza en visitarla.
A ocho días de la contingencia por el crecimiento del río Balsas llegó Ángel Aguirre a Tierra Caliente.
La molestia inicial fue porque en los primeros tres días le pidieron todos los municipios helicópteros para el traslado de víveres y alimentos y no llegaron porque estaban abocados a otros puntos.
Sin embargo, ahora arribó el gobernador en dos aviones, y en el aeropuerto de Santa Bárbara lo esperaban tres helicópteros que fueron usados por su personal de seguridad y comunicación social, además de dos alcaldes invitados que fueron el de Pungarabato, Reynel Rodríguez Muñoz, y el de Arcelia, Taurino Vázquez Vázquez.
Por aire recorrió el gobernador toda la franja siniestrada y su recorrido concluyó en las instalaciones militares del 40 Batallón, donde sostuvo una reunión con todos los alcaldes sobre los avances y la situación que se vive.
Por aire observó San Miguel Totolapan y al bajar en Ajuchitlán el gobernador encontró a gente inconforme, quienes le pidieron apoyo inmediato.
En Coyuca de Catalán revisó la situación del puente y estuvo en las instalaciones del DIF, donde lo esperaban cerca de 500 damnificados.
Al entrar, algunos aplaudieron, pero un grupo de mujeres calló los aplausos y dijeron “no le aplaudan, no ha dado nada”. El ambiente estuvo tenso con la gente.
El escenario lo resguardaron cerca de 100 policías del estado de México, que llevaban despensas y pacas de cartón para regalar.
Ahí el gobernador se comprometió a darle el mismo trato a la Tierra Caliente que a otras regiones de Guerrero, pues “tenemos 73 municipios afectados, y tengo que atender a todos, espero que me comprendan, pero para mí no hay guerrerenses de segunda o de tercera, todos van a recibir el mismo apoyo”.
Habló que ya está aplicándose la organización para el empleo temporal. También se comprometió con tarjetas para apoyar a quienes perdieron aparatos electrodomésticos y otras para quienes perdieron casas completas y se les van a construir.
Para tal efecto comenzarán con un censo en todos los municipios y zonas afectadas; dijo el gobernador que se hará de forma personal, casa por casa, para que no tenga tintes políticos.
Los apoyos van también para quienes perdieron sus documentos oficiales, y nuevamente en útiles escolares por la pérdida de uniformes. Y recalcó que el trato sería igual para todos los municipios.
A ocho días de la contingencia por el crecimiento del río Balsas llegó Ángel Aguirre a Tierra Caliente.
La molestia inicial fue porque en los primeros tres días le pidieron todos los municipios helicópteros para el traslado de víveres y alimentos y no llegaron porque estaban abocados a otros puntos.
Sin embargo, ahora arribó el gobernador en dos aviones, y en el aeropuerto de Santa Bárbara lo esperaban tres helicópteros que fueron usados por su personal de seguridad y comunicación social, además de dos alcaldes invitados que fueron el de Pungarabato, Reynel Rodríguez Muñoz, y el de Arcelia, Taurino Vázquez Vázquez.
Por aire recorrió el gobernador toda la franja siniestrada y su recorrido concluyó en las instalaciones militares del 40 Batallón, donde sostuvo una reunión con todos los alcaldes sobre los avances y la situación que se vive.
Por aire observó San Miguel Totolapan y al bajar en Ajuchitlán el gobernador encontró a gente inconforme, quienes le pidieron apoyo inmediato.
En Coyuca de Catalán revisó la situación del puente y estuvo en las instalaciones del DIF, donde lo esperaban cerca de 500 damnificados.
Al entrar, algunos aplaudieron, pero un grupo de mujeres calló los aplausos y dijeron “no le aplaudan, no ha dado nada”. El ambiente estuvo tenso con la gente.
El escenario lo resguardaron cerca de 100 policías del estado de México, que llevaban despensas y pacas de cartón para regalar.
Ahí el gobernador se comprometió a darle el mismo trato a la Tierra Caliente que a otras regiones de Guerrero, pues “tenemos 73 municipios afectados, y tengo que atender a todos, espero que me comprendan, pero para mí no hay guerrerenses de segunda o de tercera, todos van a recibir el mismo apoyo”.
Habló que ya está aplicándose la organización para el empleo temporal. También se comprometió con tarjetas para apoyar a quienes perdieron aparatos electrodomésticos y otras para quienes perdieron casas completas y se les van a construir.
Para tal efecto comenzarán con un censo en todos los municipios y zonas afectadas; dijo el gobernador que se hará de forma personal, casa por casa, para que no tenga tintes políticos.
Los apoyos van también para quienes perdieron sus documentos oficiales, y nuevamente en útiles escolares por la pérdida de uniformes. Y recalcó que el trato sería igual para todos los municipios.
La mitad de las siembras, perdidas
En Tierra Caliente, el gobernador aseguró que suman hasta 40 mil la pérdida de hectáreas que estaban sembradas, y a la mayoría les faltaba una semana para entrar en la etapa de cosecha, según Sagarpa.
De acuerdo con el dato aportado por Marcelino Martínez Miranda, residente de la Sagarpa en la región, en Tierra Caliente se sembraron 80 mil hectáreas de diferentes productos, principalmente maíz.
Eso significa que la mitad de todo lo que se sembró en la región significó pérdida. El río se llevó los sembradíos, acabó con todo lo que se encontraba a su paso.
Tan sólo en la comunidad de San Juan Chámacua, municipio de Coyuca de Catalán, se perdieron 3 mil hectáreas de producción de jitomate de alto nivel, que estaba a punto de cosecharse.
De acuerdo con el dato aportado por Marcelino Martínez Miranda, residente de la Sagarpa en la región, en Tierra Caliente se sembraron 80 mil hectáreas de diferentes productos, principalmente maíz.
Eso significa que la mitad de todo lo que se sembró en la región significó pérdida. El río se llevó los sembradíos, acabó con todo lo que se encontraba a su paso.
Tan sólo en la comunidad de San Juan Chámacua, municipio de Coyuca de Catalán, se perdieron 3 mil hectáreas de producción de jitomate de alto nivel, que estaba a punto de cosecharse.
La versión del desfogue provoca anuncio de suspensión de clases
Por otra parte, desde la presa del Caracol salió un comentario de que iban a abrir las compuertas por la tarde de este lunes, sin decir la cantidad de agua, lo que provocó pánico entre la gente, al grado de que para este martes la mayoría de las escuelas anunció suspensión de clases.
La presa, después de aplazar tres veces la apertura de compuertas, anunció oficialmente a los ayuntamientos que este martes está programado a las 8 de la mañana que abrirán nuevamente la salida de agua a 2 mil metros cúbicos por segundo, pero que a las 7 de la mañana confirmarán la versión, una hora antes de hacerlo.
Pero como la versión se difundió desde muy de mañana, provocó pánico entre la gente. El paso a Coyuca de Catalán por una escalera fue suspendido poco antes de que el gobernador Ángel Aguirre llegara ahí. La policía tuvo que ir a informar que no había nada.
Además a las escuelas llegaron los padres de familia desde las 11 de la mañana para llevarse a los niños.
Este miércoles en toda Tierra Caliente anunciaron que suspenderán clases en tanto no se conozca la afectación que podría ocasionar la nueva apertura de la presa.
Se informó que serán 2 mil metros cúbicos por segundo, una cifra similar a la que el domingo 15 de septiembre provocó inundaciones en las primeras casas. Pero la cifra que ocasionó el desastre fue de 6 mil metros cúbicos por segundo. Tres veces más grandes.
La presa, después de aplazar tres veces la apertura de compuertas, anunció oficialmente a los ayuntamientos que este martes está programado a las 8 de la mañana que abrirán nuevamente la salida de agua a 2 mil metros cúbicos por segundo, pero que a las 7 de la mañana confirmarán la versión, una hora antes de hacerlo.
Pero como la versión se difundió desde muy de mañana, provocó pánico entre la gente. El paso a Coyuca de Catalán por una escalera fue suspendido poco antes de que el gobernador Ángel Aguirre llegara ahí. La policía tuvo que ir a informar que no había nada.
Además a las escuelas llegaron los padres de familia desde las 11 de la mañana para llevarse a los niños.
Este miércoles en toda Tierra Caliente anunciaron que suspenderán clases en tanto no se conozca la afectación que podría ocasionar la nueva apertura de la presa.
Se informó que serán 2 mil metros cúbicos por segundo, una cifra similar a la que el domingo 15 de septiembre provocó inundaciones en las primeras casas. Pero la cifra que ocasionó el desastre fue de 6 mil metros cúbicos por segundo. Tres veces más grandes.
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