Extensión Universitaria
No. 210
Leoncio
Castrejón Salgado
A un año de su partida
San Vicente, comunidad del
municipio de Rosamorada, Nayarit,
con poco más de 4 mil habitantes.
En este pequeño pero bello lugar, nace Ascencio Villegas Arrizón, un 15 de
marzo de 1952.
El antecedente más inmediato
para los guerrerenses sobre la formación profesional de Ascencio Villegas es a
partir de su ingreso a la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de
México (UNAM), allá por el año de
1974 a 1979, obteniendo el grado de médico cirujano; más tarde, su
perseverancia por continuar superándose, lo lleva al grado de maestría en
Ciencias Médicas el 18 de noviembre de 1999 en la UAG; su doctorado en
epidemiología lo obtiene en la UAG el 15 de marzo del 2002, justo el día que cumplía
medio siglo de vida.
A nuestra entidad Ascencio Villegas llega en 1980, un año después de
haber egresado de la UNAM. El destino le marcó su lugar de descanso: Guerrero,
la tierra que le cobijó y a la que él amó de manera excepcional.
En 1981 ingresó a la Facultad de Medicina de la UAG como maestro de
tiempo completo; cuatro años más tarde, gracias a su empeño y dedicación por la
docencia e investigación en el área de la salud, la comunidad estudiantil y
cuerpo docente se lo reconocen eligiéndolo subdirector de la institución de
1985– 1986. Una vez terminada su responsabilidad en la administración referida,
es nombrado director de la misma Facultad por el periodo 1986 a
1989; de manera simultánea ocupa la cartera de secretario de asuntos académicos
del H. Consejo Universitario (1986-1989).
Para 1997 – 1998, es nombrado consultor por la UNICEF y el Banco Mundial
en Bolivia.
Tres años más tarde, es
nombrado Director del Centro de Investigación de Enfermedades Tropicales
(CIET-2002- 2009).
Ascencio Villegas Arrizón,
obtuvo infinidad de premios a su esfuerzo por la academia, la investigación y
por su destacada labor en la Extensión.
En el 2009 es reconocido como
miembro del Sistema Nacional de Investigadores; Perfil PROMEP, 2001-2010.Premio Nacional de
Seguridad e Higiene en el Trabajo 2005. Evaluador y dictaminador de los CIEES.
Por mencionar tan solo algunos reconocimientos.
El 06 de abril de 2010, Ascencio Villegas Arrizón asume la conducción de
la máxima casa de estudios como rector para el periodo 2010 -2014. Sin embargo,
solo se mantuvo por dos años y medio. El 27 de septiembre deja la rectoría. Su
salud se encontraba deteriorada. Hubo necesidad de su pronta hospitalización.
15 días más tarde, Ascencio Villegas Arrizón se adelantó en el camino sin
retorno. El domingo 28 de octubre se dio a conocer que Ascencio Villegas
Arrizón había dejado de existir alrededor de las 15:00 en un hospital de la
ciudad de México.
Irónico el destino y la vida misma, él, todo un erudito de la ciencia
médica, había perdido la batalla final a un flagelo que en la actualidad azota
sin misericordia a los humanos.
Sin duda que sobre la vida y obra del Dr. Ascencio Villegas Arrizón se
dirá mucho aún. En esta ocasión, tan
solo quise recordarlo como el universitario, el profesor del aula, el
investigador de las comunidades más desprotegidas de nuestra entidad; quise
recordarlo como el universitario de luchas académicas y de extensión. Quise
recordarlo como el amigo. Quise recordarlo como el ser humano noble, prudente,
comprensivo, sabio, inteligente. Pero sobre todo, tan solo como mi amigo.
¿Cómo olvidar aquel saludo atento y lleno de sinceridad, que siempre se
recibía de él? ¿Cómo olvidar su sonrisa
agradable y franca como su amistad misma? ¿Cómo olvidar aquella prudencia en
sus comentarios sobre todo del ámbito universitario?
¿Cómo olvidar su preocupación por los universitarios que se han resistido
al cambio dentro de la universidad misma?; ¿Cómo olvidar su preocupación por la
falta de atención médica principalmente a las madres indígenas en la montaña y
sierra de Guerrero?
¡Por supuesto que no se olvida, y que será difícil olvidar sus enseñanzas
como profesor de la Facultad de medicina de la UAG!
Será difícil olvidar sus recomendaciones de ser siempre mejor en las funciones
sustantivas de la UAG.
Será difícil olvidar aquella ocasión en que citó a reunión de trabajo a
una nutrida comisión política del Movimiento Académico y Social (MAS),
para evaluar y diseñar estrategias de cómo enfrentar la problemática de la
máxima casa de estudios, una vez que se dieron los resultados oficiales de que
él era el rector electo para el periodo 2010- 2014. Pero más aún será difícil
olvidar sus palabras de reconocimiento a ese grupo de compañeros que le
apoyaron a cambio de nada. Y reconoció diciendo textualmente: “… gracias por el apoyo que me brindaron, ustedes son el único grupo
hasta el momento, que me presenta proyectos viables para resolver los problemas
de nuestra universidad, otros, solo me han pedido espacios para su gente…” hay
evidencias como filmes, grabaciones y
testigos de honor para constatar.
A un año de su partida. La partida
de un amigo que solo se nos ha adelantado en el camino y que lo recordamos como
universitarios, como eso… tan solo como amigos. Con virtudes y errores.
Al fin, ¡Humanos somos!
Al fin, ¡Humanos somos!
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