viernes, 27 de marzo de 2015

¿Quiénes son los que no quieren las elecciones?
Leoncio Castrejón Salgado



¡Qué tiempos aquellos en que había orden, respeto, honestidad, dedicación al trabajo!  ¡Jamás en la historia del hombre  habían surgido grupos de personas tan sinvergüenzas y parásitas como ahora, que todo lo quiere regalado, sin el mínimo esfuerzo quieren comodidad, quieren confort a costa del trabajo de otros!
¡Claro que tiene usted razón, son los vividores de siempre! ¿O cómo le podríamos llamar, vividores recientes? Eso sería lo de menos, lo cierto que proliferan sectores de personas que se dedican a alterar el orden social con pretextos diversos, de ahí viven, de la provocación al ciudadano, de la provocación a las instituciones, de un desafío al Estado Mexicano. ¿Y éste que ha hecho? ¡Nada! Sigue permitiendo que grupúsculos y escorias de la sociedad continúen destruyendo lo que a su paso se atraviese o encuentren.
Y claro, éstos malandrines y lúmpenes de la sociedad se envalentonan y lejos de considerar sus atroces atropellos y vejaciones a los derechos elementales de la sociedad, pareciera que gozan retando  no solo a las instituciones democráticas sino también a la sociedad misma.
¿Hasta cuándo los ciudadanos habrán de aguantar tantas vejaciones a sus derechos más elementales por seudo luchadores sociales? Porque preguntar que hasta cuándo la seguridad pública castigará a esos malhechores, es como pedir peras al olmo.
¿Quién o quienes tienen culpa de todo esto? Pudiéramos contestar de inmediato que es el gobierno, sea estatal, municipal o bien el federal. Sin embargo viene el razonamiento y cuestionar: ¿y los ciudadanos? ¿Qué han hecho para erradicar   todo esto? Sencillamente nada, porque se tiene extremadamente arraigado el paternalismo con papa-gobierno, de inmediato decimos que él es el encargado y por tanto, responsable de resolver todos los problemas.
Por eso estamos como estamos, por eso surgen tantos problemas como si fueran hongos. A partir de los acontecimientos del 26 y 27 de septiembre en Iguala de la Independencia, cualquier hijo de vecino sale a la calle a echar madres contra el gobierno en turno y lo peor, contra las instituciones que son pilares de nuestro estado de derecho. Aquí se puede diferir, pero si comparamos con otros países, sobre todo de Medio Oriente, entonces los mexicanos, estamos en la gloria.
¿Y se fija estimado lector? Nadie les dice nada, nadie se atreve a ponerle mano encima so pena de ser señalado con infinidad de epítetos, desde el mínimo hasta el máximo grado de censura pública porque si se dice algo que pueda ofender los castos oídos  de esos lucra dores sociales, perdón, luchadores sociales, “…es que no es solidario con las causas más nobles del pueblo oprimido…”
Al contrario, se giran instrucciones de las altas esferas  del poder público de que no se les diga nada, que no se les toque, -pareciera que no desean despertar a la hiena dormida no por miedo, sino más bien por sentimiento de culpa- , que se les deje hacer y deshacer.
Esos sectores retrógrados y sectarios, no son tontos, al contrario, ya encontraron la mina de oro y solo la  están explotando  hasta que se agote. Después, después emprenderán en otros giros comerciales.
Finalmente, iniciaron “su lucha” con un giro comercial, ahora ya abarcan otros giros comerciales incluidos la educación, y lo más reciente, la pretensión de impedir las elecciones. ¿Acaso están conscientes de lo que dicen y pretenden? De ser así, que el Estado Mexicano salga de su burbuja y haga su chamba, porque usted y yo, sabemos que el hubiera no existe.
Mientras tanto… ¡que tenga usted un excelente fin de semana!
Twitter: @casleoncio
Facebook: Leoncio Castrejón Salgado

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