martes, 12 de julio de 2016

A un año de la muerte de Joan Sebastian

Leoncio Castrejón Salgado 

Un día como hoy 13 de julio, pero del 2015, se nos adelantó por el camino sin retorno, Joan Sebastián. Uno de los grandes cantautores más prolíficos de nuestros tiempos con más de 932 temas registrados. Tenía 64 años de edad. Lo acabó la terrible enfermedad del cáncer. Considerado el poeta del pueblo, originario de Juliantla, municipio de Taxco de Alarcón, al norte del estado Guerrero. México.
Juan Manuel Figueroa, nombre real, nació un 08 de abril de 1951. Se sabe que desde los cuatro años ya componía versos al lado de su padre en el campo. Las circunstancias familiares y económicas le abrieron paso e irse a Guanajuato, lugar donde estuvo poco tiempo en internado religioso. Tan real y contundente fue su genio creativo que lo mostraba en cualquier lugar, como este: “…Hay un pueblo que está en la montaña, sin bullicio ni ruido de coches, tiene un sol que de luces lo baña y una luna que alumbra sus noches…” A los 17 años abandonó el seminario y se dedicó a la música por completo.
Laboró en el departamento de hospedaje del Centro Vacacional Oaxtepec, Morelos. El destino lo encaminó y circunstancialmente Angélica María se hospedaba en esa ocasión; misma que escuchó sus melodías y lo recomendó con ejecutivos discográficos. En adelante nada le fue fácil, tocó puertas a más no poder. Finalmente la empresa discográfica Capitol le brindó la oportunidad de grabar su primer disco titulado “Sueño y lucha”. En 1977, teniendo ya 38 años, se define su personalidad artística como Joan Sebastian.
Joan Sebastian vivió un tiempo en Chicago, entre otros empleos como vendedor de autos usados,  hizo comerciales de radio y trabajó para la televisión local. Como cantante tuvo muy poca actividad. Posteriormente en Texas,  se presentó  en diversos recintos como cantante. Incursionó en diversos géneros musicales, desde el romántico, ranchero, norteño, grupero, huapango, corrido, pop y banda.
Su debut formal fue con “El camino del amor” que se escuchó en EU, Centro y Sudamérica, mientras que su segunda canción, “Sembrador de amor”, fue elegida por un grupo de empresarios argentino para ser interpretada en el Campeonato Mundial de Futbol de 1978.
Grabó más de 50 álbumes,  sus composiciones fueron grabadas por intérpretes de la talla de Vicente Fernández, Rocío Dúrcal, Antonio Aguilar, Pepe Aguilar, Banda Machos, Lucero, Alberto Vázquez, Diego Verdaguer,  Los Freddys, Beatriz Adriana, Chelo, Lisa López, el grupo Samurai, la Banda R-15, la Banda Caña Verde, la Banda Móvil, Graciela Beltrán, entre una lista de innumerables exponentes de la música.
Además de cantante y compositor, fue arreglista, productor y actor de telenovelas como La sangre de nuestra raza (1982), Tú y yo (1996), Sangre de rey (1997) y Amor sin maquillaje (2007). Compuso temas para melodramas como Secreto de amor (2001), Amor sin maquillaje (2007), con canciones del mismo título, así como Fuego en la sangre (2007) con el tema Para siempreSoy tu dueña (2010) con Golondrinas viajerasEncuentro en el estudio (2012) con Estos celos Amores con trampa (2015).  
Entre sus galardones cuentan los Premios Lo Nuestro, cinco Grammy y siete Grammy Latino; los galardones como Compositor del Año BMI (Broadcast Music, Inc.), ACE (Asociación de Cronistas del Espectáculo de Nueva York) y ASCAP (The American Society of Composers, Authors and Publishers). Además fue miembro del Salón de la Fama de Billboard.
Hoy hace un año, Joan Sebastian dejó de existir en uno de sus lugares preferidos, Teacalco, municipio de Taxco de Alarcón. Así fue su última voluntad.
Cosa curiosa, el número 13 fue muy significativo para Joan Sebastian. Siempre lo aseguró y lo proclamaba como amuleto de la suerte, pues entre muchas coincidencias contaba que a los trece años recibió su primera guitarra y presumía que trece letras eran las que posee su nombre artístico. Su último disco curiosamente titulado “13 celebrando el 13”. Y vaya lo que son las cosas del destino, seis días antes de que falleciera Joan Sebastian, su caballo y fiel compañero, imponente corcel blanco, llamado “Padrino” también murió.
Donde quiera que se encuentren, Joan Sebastian y su caballo “Padrino” se llevaron su secreto de amor, llenos de tatuajes y 25 rosas.


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