El Conacyt aprobó el proyecto que desarrolla Roberto Arroyo Matus y que además cuenta con el apoyo de las Universidades de Perú, Chile y la Nacional Autónoma de México
María Trinidad Pastor Hernández
El coordinador de Investigación y Estudios de Posgrado de la Unidad Académica de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Guerrero, el doctor Roberto Arroyo Matus, informó que actualmente trabaja en un proyecto de investigación aprobado por el Conacyt, que además cuenta con el apoyo de la Universidad de Perú, la Universidad Católica de Chile y la UNAM , para hacer que las casas de adobe sean seguras para sus habitantes; así también, el académico aseguró que en Chilpancingo no hay edificaciones que estén en riesgo de colapsarse ante la ocurrencia de un sismo severo, pero si existen algunas construcciones vulnerables que requieren un programa de reforzamiento.
El investigador destacó que la capital del estado tiene en parte un suelo arcilloso, generalmente de color gris, un suelo expansivo que cuando es temporada de lluvias absorbe una gran cantidad de agua, que es lo que puede dar lugar a problemas de asentamientos por hundimiento; este es el suelo principal, dijo, pero existe otra zona, la alta, con suelo blancuzco, duro, de tepetate; de tal forma que hay dos escenarios: un suelo inapropiado donde está asentada la mayoría de la población en las parte bajas y duro en las partes altas, señaló el doctor Arroyo Matus.
Sobre el riesgo de que edificios públicos pudieran colapsarse por la ocurrencia de un sismo de gran magnitud, Roberto Arroyo dijo que en Chilpancingo no existe ese peligro, pero que si se ha determinado que hay edificios públicos, particulares y de interés social, con cierta vulnerabilidad, que puede resultar en daños en caso de un sismo severo; se ha determinado que son vulnerables a daños algunas unidades habitacionales multifamiliares como las del Infonavit, ubicadas al sur de la ciudad, sin embargo, mencionó que algunos han entrado a programas de refuerzo, se les han colocado muros de concreto, pero otros no han sido rehabilitados y esos son los mas inseguros; por lo que hizo un llamado a que se tomen precauciones para evitar algún daño severo.
Por otra parte, Arroyo Matus mencionó que las autoridades afortunadamente si han hecho caso a las recomendaciones y un ejemplo de ello, dijo, es el viejo palacio de gobierno, ahora Palacio de la Cultura , al que le quitaron varios pisos porque representaban un riesgo.
Asimismo puso el ejemplo del edificio del ex Ineban, que también era inseguro por la gran cantidad de papel que se había acumulado en los pisos superiores, por lo que se desalojó esa cantidad excesiva de documentos, sin embargo, indicó que ese inmueble aún necesita algunas modificaciones para hacerlo más seguro.
Sobre este aspecto, el investigador también hizo un exhorto a los encargados de oficinas administrativas y a sus órganos internos de protección civil, para que traten de desalojar los archivos que acumulan enormes cantidades de papel a los pisos inferiores como medida de precaución.
Acerca de cómo pueden los ciudadanos determinar si sus viviendas son inseguras, Arroyo Matus, dijo que deben revisar la construcción y busca grietas o fisuras, o que también pueden auxiliarse de algún estudiante de Ingeniería, pues la Facultad ofrece este servicio como una labor social.
En cuanto a los planteles de la UAG , el doctor Arroyo añadió que tiene problemas por la falta de mantenimiento la Preparatoria número 4, pero que el caso más grave era el de las 1 y 9, de Chilpancingo, que ahora cuentan con edificios nuevos, bien preparados para este tipo de contingencias.
Por otro lado, el coordinador de Investigación y Estudios de Posgrado dijo que un problema es que la mayoría de la gente cree que las construcciones son para toda la vida e incluso siglos, pero que realmente la vida útil de una edificación es de 50 años, aunque se puede alargar si se le da el mantenimiento adecuado, sobre todo a las techumbres y losas, pues de lo contrario la humedad penetra y afecta la estructura, se echa a perder el concreto, pues con la humedad las varillas se ensanchan y botan el material.
Finalmente el académico universitario, Premio Estatal al Mérito Civil en Investigación en el 2002 y Premio Nacional de Protección Civil en el 2009 , informó que está trabajando en un proyecto aprobado por el Conacyt, el cual cuenta con el apoyo de la Universidad de Perú, la Universidad Católica de Chile y la UNAM , sobre las formas de protección para las viviendas de adobe, pues 52 por ciento de los guerrerenses de la zona rural, sobre todo en la Costa y el municipio de Acapulco, habitan este tipo de viviendas, las cuales han ocasionado gran cantidad de muertes, pues cuando se registra un sismo los muros se desploman hacia afuera y el techo cae sobre los moradores.
El doctor Arroyo Matus destacó su interés porque el gobierno federal, una vez que concluya el estudio, impulse un programa similar al de techos y pisos firme de la Sedesol , para ponerlo en marcha en los lugares donde existen casas de adobe para hacerlas más seguras con una tecnología simple y de bajo costo; agregó que ya se lo planteó al presidente de la República , Felipe Calderón, cuando recibió el Premio Nacional de Protección Civil, pero que si no llegara a consolidarse porque ya falta poco para que concluya este sexenio, espera que se ponga en marcha en el nuevo.
María Trinidad Pastor Hernández
El coordinador de Investigación y Estudios de Posgrado de la Unidad Académica de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Guerrero, el doctor Roberto Arroyo Matus, informó que actualmente trabaja en un proyecto de investigación aprobado por el Conacyt, que además cuenta con el apoyo de la Universidad de Perú, la Universidad Católica de Chile y la UNAM , para hacer que las casas de adobe sean seguras para sus habitantes; así también, el académico aseguró que en Chilpancingo no hay edificaciones que estén en riesgo de colapsarse ante la ocurrencia de un sismo severo, pero si existen algunas construcciones vulnerables que requieren un programa de reforzamiento.
El investigador destacó que la capital del estado tiene en parte un suelo arcilloso, generalmente de color gris, un suelo expansivo que cuando es temporada de lluvias absorbe una gran cantidad de agua, que es lo que puede dar lugar a problemas de asentamientos por hundimiento; este es el suelo principal, dijo, pero existe otra zona, la alta, con suelo blancuzco, duro, de tepetate; de tal forma que hay dos escenarios: un suelo inapropiado donde está asentada la mayoría de la población en las parte bajas y duro en las partes altas, señaló el doctor Arroyo Matus.
Sobre el riesgo de que edificios públicos pudieran colapsarse por la ocurrencia de un sismo de gran magnitud, Roberto Arroyo dijo que en Chilpancingo no existe ese peligro, pero que si se ha determinado que hay edificios públicos, particulares y de interés social, con cierta vulnerabilidad, que puede resultar en daños en caso de un sismo severo; se ha determinado que son vulnerables a daños algunas unidades habitacionales multifamiliares como las del Infonavit, ubicadas al sur de la ciudad, sin embargo, mencionó que algunos han entrado a programas de refuerzo, se les han colocado muros de concreto, pero otros no han sido rehabilitados y esos son los mas inseguros; por lo que hizo un llamado a que se tomen precauciones para evitar algún daño severo.
Por otra parte, Arroyo Matus mencionó que las autoridades afortunadamente si han hecho caso a las recomendaciones y un ejemplo de ello, dijo, es el viejo palacio de gobierno, ahora Palacio de la Cultura , al que le quitaron varios pisos porque representaban un riesgo.
Asimismo puso el ejemplo del edificio del ex Ineban, que también era inseguro por la gran cantidad de papel que se había acumulado en los pisos superiores, por lo que se desalojó esa cantidad excesiva de documentos, sin embargo, indicó que ese inmueble aún necesita algunas modificaciones para hacerlo más seguro.
Sobre este aspecto, el investigador también hizo un exhorto a los encargados de oficinas administrativas y a sus órganos internos de protección civil, para que traten de desalojar los archivos que acumulan enormes cantidades de papel a los pisos inferiores como medida de precaución.
Acerca de cómo pueden los ciudadanos determinar si sus viviendas son inseguras, Arroyo Matus, dijo que deben revisar la construcción y busca grietas o fisuras, o que también pueden auxiliarse de algún estudiante de Ingeniería, pues la Facultad ofrece este servicio como una labor social.
En cuanto a los planteles de la UAG , el doctor Arroyo añadió que tiene problemas por la falta de mantenimiento la Preparatoria número 4, pero que el caso más grave era el de las 1 y 9, de Chilpancingo, que ahora cuentan con edificios nuevos, bien preparados para este tipo de contingencias.
Por otro lado, el coordinador de Investigación y Estudios de Posgrado dijo que un problema es que la mayoría de la gente cree que las construcciones son para toda la vida e incluso siglos, pero que realmente la vida útil de una edificación es de 50 años, aunque se puede alargar si se le da el mantenimiento adecuado, sobre todo a las techumbres y losas, pues de lo contrario la humedad penetra y afecta la estructura, se echa a perder el concreto, pues con la humedad las varillas se ensanchan y botan el material.
Finalmente el académico universitario, Premio Estatal al Mérito Civil en Investigación en el 2002 y Premio Nacional de Protección Civil en el 2009 , informó que está trabajando en un proyecto aprobado por el Conacyt, el cual cuenta con el apoyo de la Universidad de Perú, la Universidad Católica de Chile y la UNAM , sobre las formas de protección para las viviendas de adobe, pues 52 por ciento de los guerrerenses de la zona rural, sobre todo en la Costa y el municipio de Acapulco, habitan este tipo de viviendas, las cuales han ocasionado gran cantidad de muertes, pues cuando se registra un sismo los muros se desploman hacia afuera y el techo cae sobre los moradores.
El doctor Arroyo Matus destacó su interés porque el gobierno federal, una vez que concluya el estudio, impulse un programa similar al de techos y pisos firme de la Sedesol , para ponerlo en marcha en los lugares donde existen casas de adobe para hacerlas más seguras con una tecnología simple y de bajo costo; agregó que ya se lo planteó al presidente de la República , Felipe Calderón, cuando recibió el Premio Nacional de Protección Civil, pero que si no llegara a consolidarse porque ya falta poco para que concluya este sexenio, espera que se ponga en marcha en el nuevo.
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