Rectores iberoamericanos piden apostar por la educación superior
En AL, la universidad está fuera de la agenda de gobiernos “de vida efímera”
Laura Poy Solano
Periódico La Jornada /Domingo 6 de junio de 2010, p. 34
Sin una “apuesta real” de los estados por la educación jamás se podrá salir del círculo de las crisis sociales y económicas que ocurren en América Latina, afirmaron rectores de universidades iberoamericanas.
Aseguraron que en las instituciones públicas de educación superior de la región hay una marcada preocupación por los conflictos sociales de los países latinoamericanos, para los cuales “no hay una ruta clara de salida”.
En un escenario de crisis global, las universidades deben aportar ideas y propuestas para alcanzar soluciones, expresaron, lo que implica asumir el reto de incrementar la cobertura educativa, una mayor vinculación con los problemas sociales y una creciente participación en el diseño de políticas públicas hacia una sociedad “menos inequitativa y excluyente”.
Tras participar en el Segundo Encuentro Internacional de Rectores Universia –realizado del 31 de mayo al primero de junio en Guadalajara, Jalisco–, regentes de España, Brasil, Argentina y Colombia, afirmaron que uno de los desafíos para la educación superior es mantener “sintonía” con los problemas y demandas sociales.
“Enfrentamos muchas y muy graves desigualdades; superarlas dependerá del compromiso real de los gobiernos para ubicar a la educación como eje central del desarrollo y la prosperidad”, dijo Joao Carlos Alexandre Neto, rector de la Universidad Federal de Río Grande do Sul, Brasil.
Bernardo Rivera Sánchez, director ejecutivo de la Asociación Colombiana de Universidades (Ascun) y ex rector de la Universidad de Caldas, Colombia, explicó que la función de la universidad está estrechamente relacionada con el compromiso social, en particular, cuando se trata de países como los de América Latina, donde una cantidad considerable de jóvenes no puede ingresar a la educación superior.
Aseguró que incrementar la cobertura es un “reto regional inaplazable”, pero alertó que ante gobiernos con una “vida efímera, constatamos que sólo se invierte en lo que consideran poder capitalizar políticamente durante su gestión, pero la educación es una apuesta de largo plazo. No hay resultados políticos inmediatos y eso hace aún más difícil establecer una estrategia de Estado que le apueste a la educación superior como la mejor inversión social”.
Rubén Eduardo Hallú, rector de la Universidad de Buenos Aires, afirmó que la universidad latinoamericana “tiene la capacidad de participar con ideas y propuestas para que los gobiernos diseñen políticas hacia una sociedad más justa, con acceso a una educación para todos, con salud y alimentación. Tenemos profesores e investigadores para analizar estas problemáticas”. Esto se nos demanda, dijo, y existen la voluntad y la vocación de responder.
Por la Universidad de Cantabria, España, Federico Gutiérrez-Solana, aseguró que las universidades iberoamericanas “somos conscientes que el nuevo reto es responder a las demandas sociales en un escenario global, pero sin olvidar que el centro de nuestro trabajo es la formación de un individuo responsable”.
Debemos impulsar, explicó, la formación con valores éticos y sociales muy claros, “donde no sólo se busque un beneficio personal con la formación como universitarios. Requerimos jóvenes comprometidos con su realidad”, concluyó.
En AL, la universidad está fuera de la agenda de gobiernos “de vida efímera”
Laura Poy Solano
Periódico La Jornada /Domingo 6 de junio de 2010, p. 34
Sin una “apuesta real” de los estados por la educación jamás se podrá salir del círculo de las crisis sociales y económicas que ocurren en América Latina, afirmaron rectores de universidades iberoamericanas.
Aseguraron que en las instituciones públicas de educación superior de la región hay una marcada preocupación por los conflictos sociales de los países latinoamericanos, para los cuales “no hay una ruta clara de salida”.
En un escenario de crisis global, las universidades deben aportar ideas y propuestas para alcanzar soluciones, expresaron, lo que implica asumir el reto de incrementar la cobertura educativa, una mayor vinculación con los problemas sociales y una creciente participación en el diseño de políticas públicas hacia una sociedad “menos inequitativa y excluyente”.
Tras participar en el Segundo Encuentro Internacional de Rectores Universia –realizado del 31 de mayo al primero de junio en Guadalajara, Jalisco–, regentes de España, Brasil, Argentina y Colombia, afirmaron que uno de los desafíos para la educación superior es mantener “sintonía” con los problemas y demandas sociales.
“Enfrentamos muchas y muy graves desigualdades; superarlas dependerá del compromiso real de los gobiernos para ubicar a la educación como eje central del desarrollo y la prosperidad”, dijo Joao Carlos Alexandre Neto, rector de la Universidad Federal de Río Grande do Sul, Brasil.
Bernardo Rivera Sánchez, director ejecutivo de la Asociación Colombiana de Universidades (Ascun) y ex rector de la Universidad de Caldas, Colombia, explicó que la función de la universidad está estrechamente relacionada con el compromiso social, en particular, cuando se trata de países como los de América Latina, donde una cantidad considerable de jóvenes no puede ingresar a la educación superior.
Aseguró que incrementar la cobertura es un “reto regional inaplazable”, pero alertó que ante gobiernos con una “vida efímera, constatamos que sólo se invierte en lo que consideran poder capitalizar políticamente durante su gestión, pero la educación es una apuesta de largo plazo. No hay resultados políticos inmediatos y eso hace aún más difícil establecer una estrategia de Estado que le apueste a la educación superior como la mejor inversión social”.
Rubén Eduardo Hallú, rector de la Universidad de Buenos Aires, afirmó que la universidad latinoamericana “tiene la capacidad de participar con ideas y propuestas para que los gobiernos diseñen políticas hacia una sociedad más justa, con acceso a una educación para todos, con salud y alimentación. Tenemos profesores e investigadores para analizar estas problemáticas”. Esto se nos demanda, dijo, y existen la voluntad y la vocación de responder.
Por la Universidad de Cantabria, España, Federico Gutiérrez-Solana, aseguró que las universidades iberoamericanas “somos conscientes que el nuevo reto es responder a las demandas sociales en un escenario global, pero sin olvidar que el centro de nuestro trabajo es la formación de un individuo responsable”.
Debemos impulsar, explicó, la formación con valores éticos y sociales muy claros, “donde no sólo se busque un beneficio personal con la formación como universitarios. Requerimos jóvenes comprometidos con su realidad”, concluyó.
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