Bellas Artes reabre sus puertas
Juan Carlos Talavera
Considerada como una de las edificaciones más simbólicas por ser el centro de la vida cultural y artística del país desde hace 76 años, el Palacio de Bellas Artes reabrió la noche de ayer su Sala Principal, luego de haber sido sometida a una remodelación durante dos años.
Entre los trabajos se restauró el vitral del techo con el tema de “Apolo y las nueve musas”, el cual parece que no sólo deja pasar la luz, sino que la retiene. Uno de los trabajos que más destacó el presidente Felipe Calderón, durante la ceremonia.
Refirió que la acústica, recién estrenada con el concierto que ofreció la Orquesta Sinfónica Nacional, fue corregida en el recinto que, desde hace 90 años no fue objeto de modificaciones profundas.
“Estos trabajos significan un reconocimiento a lo que somos y éste un monumento emblemático en el Centenario de le Revolución”, acotó Felipe Calderón.
Por otra parte se informó que en el remozamiento de la sala principal del edificio se hallaron vestigios del convento de Santa Isabel.
“El Palacio es uno de los mayores símbolos del proceso civilizatorio del siglo XX, que se perfila como un espacio en la búsqueda de verdades amplias”, manifestó por su parte Consuelo Sáizar, presidenta de Conaculta.
Los trabajos de remodelación se realizaron después de que en 2007 por expertos en mantenimiento y reacondicionamiento del Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), determinó que las instalaciones eran inseguras y que los equipos que se encontraban en uso eran obsoletos y ya ineficaces para satisfacer las necesidades de una sala de espectáculos moderna y de primer nivel.
Así, el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) decidió realizar toda una remodelación de la sala, el foro y el foso de la orquesta, así como una remoción general de la butaquería, palcos, instalaciones y demás necesidades, las cuales tendrían costo de 680 millones de pesos.
“A partir de hoy —refirió Teresa Vicencio, directora del INBA— el Palacio de Bellas Artes se convierte en un espacio que busca la rebeldía y la belleza en sus distintas manifestaciones artísticas”.
MAGNÍFICA ACÚSTICA. Después de dar la inauguración oficial por las autoridades, la Orquesta Sinfónica Nacional, bajo la dirección de Carlos Miguel Prieto, demostró la impresionante acústica del recinto con el Himno Nacional, seguido de la Sinfonía número 2 India, de Carlos Chávez: inspirada en melodías indígenas del norte y occidente del país, obra que integra ritmos y percusiones tradicionales que enriquecen la orquestación clásica, ejemplo de nacionalismo musical mexicano presente en composiciones de Carlos Chávez.
Posteriormente interpretaron el estreno mundial Duelo de siglos Federico Ibarra, pieza realizada especialmente para conmemorar el Centenario de la Revolución.
La velada terminaría con un concierto de la Ópera de Bellas Artes, con piezas de Wagner Beethoven, Verdi y Bizet.
DETALLES DE LA RESTAURACIÓN. La intervención de la sala principal de Bellas Artes empezó con el equipamiento teatral, que incluyó tecnología escénica, audio, iluminación y video; el siguiente paso fue intervenir las instalaciones hidráulicas, ductos del sistema contra incendios, agua potable y drenaje, así como la construcción de nuevas cisternas.
También se modificaron los muros de los palcos, nuevas dobles puertas de acceso a la sala y la construcción de una nueva concha acústica.
El proceso de restauración inició con los trabajos de limpieza del vitral “Apolo y las musas”, el mosaico “La historia del teatro” y la Cortina de cristal de Tiffany.
Se realizó una correción isóptica y disposición de butacas, que consistió en eliminar la inclinación del escenario, lo cual se compensó con un incremento en el área de luneta; además se ampliaron, para mayor comodidad, los espacios entra butacas y pasillos del segundo y tercer pisos.
Con un diseño y producción netamente mexicanos se reacondicionaron las butacas y las sillas de los palcos, de acuerdo a los requerimientos acústicos, ergonómicos e isópticos.
Finalmente, se reubicaron las oficinas de servicios generales, necesarios para la implementación de las salidas de emergencia y del mismo foso de músicos, la recuperación de las áreas exteriores implicó un diseño de jardineras y placas de mármol y la colocación de las dobles puertas que brindan a la sala una acústica privilegiada.
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