EDITORIAL/Jornada Guerrero
NO VAMOS AL DEBATE
El Instituto Electoral del Estado de Guerrero (IEEG) se convirtió en organizador del único espacio donde los tres candidatos a la gubernatura del estado, Manuel Añorve Baños, Ángel Aguirre Rivero y Marcos Efrén Parra Gómez, debatirán sus propuestas de cara a la población en general.
Por lo mismo, el evento tendría que convertirse en un asunto prioritario para la frágil democracia en el estado, y en algún sentido se convertiría en un hecho reivindicativo para la malgastada figura del árbitro electoral, que según la forma en que se ha desarrollado hasta ahora el proceso, puede decirse que ha brillado por su ausencia.
Visto así, el debate es importante y es saludable. Pero, ¿qué sentido tiene, sin medios de comunicación que lo reproduzcan?
El IEEG estableció unos criterios para la cobertura, en los cuales es visible la restricción a los periódicos para hacer su trabajo. “Sólo se otorgará una acreditación por medio; mientras que en las transmisiones en vivo se permitirá el acceso de hasta cinco personas incluyendo el estaff”, se lee en el oficio enviado a La Jornada Guerrero por el consejero presidente, César Gustavo Ramos Castro, y el presidente de la Comisión Especial para la Realización de Debates Públicos, Jesús Hernández Cabrera.
En el mismo documento se establece que los reporteros acreditados no tendrán acceso al lugar donde se desarrollará el encuentro sino a una sala de prensa alterna, donde podrán ver en sus monitores de televisión lo que ocurra adentro. Al ser una sola acreditación, se entiende que los periódicos tendrán que decidir si entra un reportero o un fotógrafo a esa sala.
Sin embargo, tanto el discurso como los gestos y las actitudes de los contendientes son asunto de interés público y merecen recibir tratamiento periodístico. La negativa del IEEG para acreditar a ambos representantes de los medios de comunicación y constreñir el acceso del único acreditado a la sala de prensa, parecen tener la clara intención de disminuir los alcances del debate o favorecer el manejo de imágenes que se realice desde el organismo Radio y Televisión de Guerrero, que emitirá la señal de origen para las transmisiones en vivo.
Por tales razones, La Jornada Guerrero ha decidido no aceptar la acreditación en tales circunstancias, pues consideramos que se pretende inhibir nuestro trabajo. Deploramos que hasta en el acontecimiento de carácter más público organizado por el Instituto, sea la opacidad lo que prevalezca.
Sin embargo, dejamos por sentado que ello no nos limitará en nuestro deber de informar a nuestros lectores lo que suceda ese día
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