lunes, 7 de febrero de 2011

Acusan a Ortega de pactar con la derecha
  • Tras la confrontación interna provocada por la renovación de la dirigencia perredista en 2008, el PRD intentará que el 19 de marzo se defina un relevo terso en su presidencia nacional mediante un liderazgo de unidad que pudiera encabezar Lázaro Cárdenas Batel o Javier González Garza
Lunes 07 de febrero de 2011/El Universal
Jesús Ortega dejará la dirigencia nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD) marcado como el hombre de izquierda mexicana que pactó con la derecha —actual gobierno nacional— para enfrentar contiendas electorales y ganar con cuadros del Partido Revolucionario Insti-tucional (PRI).
Tras la confrontación interna provocada por la renovación de la dirigencia perredista en 2008, el PRD intentará que el 19 de marzo se defina un relevo terso en su presidencia nacional mediante un liderazgo de unidad que pudiera encabezar Lázaro Cárdenas Batel o Javier González Garza.
El liderazgo de Ortega —que arrancó el 30 de noviembre de 2008— comenzó mal: rompió con Andrés Manuel López Obrador, se distanció de Cuauhtémoc Cárdenas y se enfriaron por completo las relaciones del partido con gobiernos como el de Juan Sabines en Chiapas y Zeferino Torreblanca en Guerrero.
En las elecciones federales de 2009 el PRD se desplomó con una votación nacional de 12%. En 2010 perdió Zacatecas, uno de los bastiones del perredismo nacional, y acusó embestidas político-electorales del gobierno federal por el “michoacanazo” y el caso “Greg Sánchez”.
En ese 2009 en Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo, Tlaxcala y Veracruz el PRD se ubicó en tercer lugar de la votación, en Puebla y Tamaulipas en el cuarto lugar de votos obtenidos. En Aguascalientes, Chihuahua, Durango se fue al quinto y en Campeche al sexto lugar.
En Puebla hubo más votos nulos que para el sol azteca y en Sinaloa obtuvo apenas 10% de los sufragios que ganó el PRI en el estado, por debajo incluso del PVEM y del Panal. En Tamaulipas el perredismo ganó 43 mil votos, contra 491 mil del PRI, 303 mil del PAN y 51 mil del Partido Verde Ecologista.
Para Leonel Cota Montaño, con el liderazgo de Jesús Ortega se perdió el equilibrio político que daba el PRD al país y se entregó a este organismo político a la derecha mexicana; “desde que yo era dirigente nacional había intención del gobierno federal por cooptar al partido”, dijo.
En declaraciones a EL UNIVERSAL, el ex líder nacional del PRD subrayó que el gobierno federal favoreció la llegada de Ortega al frente del partido al ganarle a Alejandro Encinas por decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
Sobre la herencia del liderazgo de Ortega Martínez, Cota Montaño atajó: “Es la derrota histórica de la izquierda con Jesús. Él representa la derrota histórica, él es el PST que se entregó al PRI en el pasado, hoy el PRD es la izquierda que se entrega al PAN, a la derecha”.
Pero Jesús Zambrano ataja: “No pactamos nada con Calderón ni con el PAN” y pese a críticas sostiene que el liderazgo de Ortega termina fortalecido, con triunfos electorales como el de Guerrero y el reposicionamiento del sol azteca ante los mexicanos.
El sonorense señala: “Está terminando con triunfos importantes después de la crisis por la elección interna de 2008 y la abrupta caída de 2009. Nos hemos recompuesto en 2010, detuvimos el regreso del PRI a la Presidencia de la República gracias a las alianzas que hicimos en elecciones locales. “Iniciamos un proceso de recomposición del partido, de reafiliación, por primera vez vamos a tener una renovación de la dirección nacional que nos alejará de conflictos que vivimos aciagamente. Empezamos 2011 ganando Guerrero”.
Sostiene que en medio de problemas internos y externos Ortega tuvo la capacidad de conducir al partido y reposicionarlo ante la opinión pública, con menos opinión negativa y que los supuestos pactos con el gobierno federal y el PAN son “infundios vertidos por sus opositores al interior del PRD.
Ante los resultados de 2009 en 2010 la dirigencia de Ortega impuso una política amplia de alianzas que eventualmente incluiría al PAN y consolidó cinco alianzas postulando a gobernador, en la mayoría de las coaliciones, a cuadros con conformación priísta. La decisión de aliarse electoralmente con el panismo dio al PRD triunfos en las contiendas a gobernador en Sinaloa con el ex priísta Mario López, Malova, en Puebla con Rafael Moreno Valle —otrora leal a Mario Marín—, y en Oaxaca a Gabino Cué, ex funcionario priísta cercano al ex secretario de Gobernación, Diódoro Carrasco, hoy panista.
Ese año también el PRD impulsó la alianza con el PAN en Durango postulando al ex priísta José Rosas Aispuro y en Hidalgo empujaron la alianza que llevó como abanderada a la foxista Xóchitl Gálvez, comisionada para la atención de los pueblos indígenas en el sexenio de Fox.
En estados donde compitió prácticamente solo —Tamaulipas, Chihuahua, Aguascalientes y Baja California— fue aniquilado por sus adversarios. En Tlaxcala Minerva Hernández declinó en la víspera de la elección a favor del PAN.
En Quintana Roo su candidato, Gregorio Greg Sánchez, fue acusado y encarcelado por supuestos vínculos con la delincuencia organizada, perdió uno de los principales bastiones del perredismo nacional: Zacatecas, y en Veracruz la alianza con PT y Convergencia para apoyar a Dante Delgado fracasó.
A inicios de este año ganó Guerrero llevando como candidato al ex gobernador Ángel Aguirre, uno de los cuadro priístas más importantes de la región y cercano a Enrique Peña Nieto y a Francisco Labastida.
La última elección del PRD a cargo de Ortega será Baja California Sur. Ahí el perredismo se ha pulverizado. El ex dirigente nacional del sol azteca, Leonel Cota ha roto con el gobernador y con la dirigencia nacional. En el PRD se espera un conflicto postelectoral.
Dolores Padierna, cabeza de la corriente Izquierda Democrática Nacional (IDN), sostiene que la de Ortega fue una dirigencia forzada y por ello con pocas posibilidades de eficacia. “Los resultados se dejaron ver de manera muy dramática en el 2009, la menor votación histórica del PRD”, recuerda.
Dice que 2010 tuvo claroscuros, pues si bien se ganó Oaxaca “el costo fue altísimo por la posición de alianzas con el PAN, si bien ganamos un estado fundamental perdimos gran parte de credibilidad y propuesta política en el resto del país”. En 2011, subraya Padierna Luna, el PRD ha avanzado porque que no hizo alianzas con el PAN. “Guerrero —sostuvo— es un triunfo que obedece a todos menos a la dirigencia de Jesús Ortega… los triunfos en Sinaloa y Puebla no son triunfos de la izquierda, el PRD se quedó con Oaxaca”, apuntó.
El Partido de la Revolución Democrática intentará el 19 de marzo un relevo terso en su presidencia nacional, pero las corrientes ya presentan a sus cuadros en caso de no alcanzar un acuerdo de unidad: Jesús Zambrano y Carlos Navarrete por Nueva Izquierda, Dolores Padierna por Izquierda Democrática Nacional y Hortensia Aragón por Foro Nuevo Sol

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