viernes, 4 de febrero de 2011

En defensa de Los Humedales
Por Leoncio Castrejón Salgado
En la medida en que el hombre destruye irracionalmente los recursos naturales, se destruye a sí mismo: Vlaphyg

En términos generales, se conoce como humedales a los terrenos húmedos, y fácilmente se les identifica por encontrarse inundados de manera permanente o bien aquellos que periódicamente se saturan de agua.
En estos espacios, se encuentra vegetación que puede ser exclusiva de la zona o plantas que se desarrollan tanto sumergidas como expuestas. El tamaño de las plantas varía y van desde un arbusto hasta categoría de árbol.
Los humedales son ecosistemas en los que se encuentran gran cantidad de animales invertebrados, siendo la base alimenticia de reptiles, herbívoros y aves.
La característica más relevante de los humedales radica en ser ecosistemas muy productivos, es decir, el suelo contiene altas concentraciones de nitrógeno, fósforo y carbono. Desempeñan importante función en la recarga hidrológica del suelo, además de ser contenedores de inundaciones.
Realizan las veces de filtradores, además de influir en enormemente en el control de la contaminación, desarrollando un mecanismo la vegetación, de ser capaces de extraer altas concentraciones de metales pesados, que al morir las plantas, terminan en el fondo formando lodos anaeróbicos.
Para las aves por ejemplo, los humedales son el lugar donde se cobijan en el invierno, por lo que juegan un importante lugar para la migración animal. Son por consecuencia, el lugar que permite conservar un gran número de especies silvestres.
Sin embargo, es hasta hace apenas algunos años que a los humedales se les empieza a conocer y reconocer tan importante función de conservación y regulación. Desafortunadamente ha sido la acción inadecuada del propio hombre que ha provocando que en el afán del uso irracional y lucrativo del suelo en el que éstos se encuentren, se conozca de una tala despiadada que en poco tiempo el desmonte se registre como una alerta y un riesgo que pone en peligro a los ecosistemas generando en parte, cambios en la relación suelo-vegetación y de paso generando cambios en las temperaturas y otros desastres biológicos.
De acuerdo con datos recientes que proporciona el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en nuestro país se cuenta con una superficie de humedales de ocho millones 888 mil 766 hectáreas ubicadas en estados costeros principalmente, como Yucatán, Chiapas, Tabasco, Sinaloa, Sonora, Baja California Sur, Veracruz y Morelos.
Guerrero también cuenta con una superficie considerable de humedales en las costas, sin embargo, no alcanza la superficie total para ser considerado como entidad en la que Los Humedales se protegen y conservan para ser inscritos en el padrón nacional e internacional.
Este miércoles 2 de febrero, grupos ambientalista y autoridades del área, conmemoraron por separado, como cada año lo hacen desde 1997, el día Mundial de Los Humedales. Fecha en que se adoptó la Convención sobre Los Humedales en la ciudad iraní de Ramsar.
En la medida en que continuemos destruyendo los humedales en el país, particularmente en Guerrero, seguiremos sufriendo las consecuencias de inundaciones y tormentas poco comunes por su intensidad y capacidad de destrucción en las partes costeras principalmente, entre otros fenómenos como estragos colaterales.
El desmedido interés lucrativo de empresas turísticas e inmobiliarias no ha sido frenado por la autoridad correspondiente, todo lo contrario, autoridades de los diferentes niveles de gobierno permiten, solapan, y fomentan de manera soterrada la corrupción y la impunidad.
En Guerrero abundan los casos, sin embargo pareciera ser más benéfica y rentable, la omisión que asumir la responsabilidad de acuerdo a la normatividad vigente.
La resaca electoral pareciera prolongarse, sin embargo prevalece la esperanza en la ciudadanía, de un cambio de forma y fondo en la conducción de una de las entidades más frágiles en asuntos torales como sociedad.
Mientras tanto… ¡Que tenga usted, un excelente fin de semana!

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