martes, 8 de marzo de 2011

Exponerse a luz artificial antes de dormir suprime la hormona del sueño, dice investigador
Demuestra estudio que la gente duerme menos por la tecnología
  • El abuso de la tv, celulares y computadoras afecta negativamente al trabajo, la familia, la salud y la sexualidad, según la NSF
  • “Los niños de hoy pierden casi 50 horas de descanso al mes”, agregó
Reuters/Periódico La Jornada
Martes 8 de marzo de 2011, p. 2
Nueva York, 7 de marzo. La dependencia a la televisión, los teléfonos celulares y las computadoras portátiles puede estar costando mucho a la población en términos de sueño, según un nuevo sondeo realizado en Estados Unidos.
La tendencia a ver televisión cada noche antes de dormir, jugar videojuegos o revisar correos electrónicos y mensajes de texto antes de apagar la luz podría interferir en los hábitos de sueño de los estadunidenses.
“Desgraciadamente, los celulares y las computadoras, que hacen nuestras vidas más productivas y disfrutables, pueden ser objeto de abusos al punto de contribuir a que la gente duerma menos por la noche, lo que deja a millones de estadunidenses trabajando de forma mediocre al día siguiente”, dijo Russell Rosenberg, vicepresidente de la Fundación Nacional del Sueño (NSF, por sus siglas en inglés).
Casi 95 por ciento de los encuestados por el estudio de la NSF dijeron que usaron algún dispositivo electrónico una hora antes de irse a dormir, y aproximadamente dos tercios admitieron que no habían dormido suficiente durante la semana.
La tecnología invadió el dormitorio
Charles Czeisler, de la Escuela de Medicina de Harvard y del Brigham and Women’s Hospital de Boston, dijo que la exposición a luz artificial antes de ir a dormir puede aumentar el estado de alerta y suprimir la liberación de melatonina, la hormona que induce el sueño.
“La tecnología ha invadido el dormitorio”, explicó Czeisler en una entrevista. “La invasión de tales tecnologías que nos colocan alerta en el dormitorio puede contribuir a la elevada proporción de encuestados que dijeron que de rutina dormían menos de lo que necesitaban”, agregó.
La población del baby boom, quienes tienen entre 46 y 64 años, fueron los más vieron televisión antes de ir a dormir, mientras que más de un tercio de los que tenían entre 13 y 18 años y 28 por ciento de los adultos jóvenes –entre 19 y 29 años– jugaron con videojuegos antes de ir a la cama.
Sesenta y uno por ciento dijeron también que usaban la computadora varias noches cada semana.
La tendencia a estar conectado significa que incluso aunque alguien se duerma luego puede despertarse por el móvil, los mensajes de texto o los correos electrónicos durante la noche.
“Uno de cada 10 niños dijeron que se despiertan por mensajes de texto después de haberse ido a la cama. La gente no apaga sus smartphones”, dijo Czeisler, y añadió que todo esto se está cobrando horas de sueño.
La generación Z, quienes tienen entre 13 y 18 años, fueron el grupo más privado de sueño; 22 por ciento se describieron como “somnolientos”, frente a sólo 9 por ciento de los baby boomers.
Los expertos recomiendan que los adolescentes duerman nueve horas y 15 minutos por noche, pero los adolescentes tienden a hacerlo siete horas y 26 minutos en promedio entre semana.
“Lo que más me preocupa es lo poco que duermen los jóvenes de entre 13 y 18 años”, dijo Czeisler. “Los niños de hoy duermen una hora y media o dos horas menos que hace un siglo. Eso significa que pierden aproximadamente 50 horas de sueño al mes”, agregó.
La falta de sueño afecta negativamente al trabajo, al humor, a la familia, a los hábitos de manejo, a las relaciones sexuales y a la salud, según la NSF.
Todos los grupos lo sobrellevan consumiendo bebidas con cafeína –aproximadamente 354 ml por persona– de forma diaria, y tomando siestas, algunas veces más de una al día.
“Los padres debería sacar estas tecnologías del dormitorio de los niños si quieren que les vaya bien en el colegio”, dijo Czeisler

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