domingo, 5 de junio de 2011

Internacional / ELECCIONES EN PERÚ
Los sondeos a pie de urna dan una ventaja de entre tres y cinco puntos a Ollanta
 Entre el fantasma de Fujimori y el cambio al nacionalismo de Ollanta Humana, Perú eligió ayer al último. Según la totalidad de los sondeos y los primeros datos oficiales, el ex coronel, de 49 años, se impuso ayer en las elecciones al frente de su alianza de partidos, Gana Perú. La ventaja sobre Keiko Sofía Fujimori, rondaba o superaba los cinco puntos.
Las consultoras Apoyo, CPI y Datum coincidan, con diferencias de décimas, en las encuestas realizadas a la salida de los colegios electorales. Las tres adjudicaban a Humala más del 52 por ciento y a su adversaria un 47 por ciento sobrado. A la espera del escrutinio total, los primeros datos oficiales confirmaban esa tendencia y los seguidores de Humala festejaban en las calles.
El ex coronel del Ejército que, por segunda vez, trataba de alcanzar la Presidencia del país ayer podía considerar que había alcanzado su meta. El próximo objetivo, sin duda, será convencer a los mercados y a los inversores nacionales y extranjeros que, como él mismo confió a ABC, “no soy un peligro”.
La renovación de Ollanta Humala, o actualización acorde a los tiempos modernos, surtió efecto en un electorado hasta ahora resistente a su discurso. Los primeros avances informativos advertían del crecimiento de Humala en Lima, el bastión más tradicional de Perú y el principal distrito electoral.
Unos de los lastres que más trabajó le costó soltar a Humala fue su identificación con Hugo Chávez, “un cuchillo ya usado”, en palabras de Fernando Tuesta (Universidad Católica). El apoyo en esta segunda vuelta de Mario Vargas Llosa, que encabezó un frente común de intelectuales al que se sumo el ex presidente Alejandro Toledo, supuso para él un espaldarazo importante. “Este respaldo le permitió arrancar votos de los sectores sociales más altos”, observa Manuel Torrado de la firma Datum. El cambio de imagen fue otro de los factores que colaboró para que el ultranacionalista reciclado lograse la confianza de los electores. Pero la clave de su éxito, posiblemente, haya sido el rechazo que generaba la candidatura de Keiko Fujimori identificada con la corrupción, abusos y crímenes del Gobierno de su padre (1990-2000).
La candidata de Fuerza 2011 pedía ayer “tranquilidad, paciencia y responsabilidad”. La mayor de las hijas del ex presidente, preso por crímenes de lesa humanidad, no tiraba la toalla. Tenía los ojos puestos en los 754. 154 peruanos con derecho a voto que viven en el exterior. En primer lugar Estados Unidos con 241.000, seguido de España con 123.931 . Ayer en Perú votaban veinte millones de personas.
Mientras Humala se rodeó de un equipo de campaña sólido, con asesores del PT de Brasil, Keiko Fujimori ofrecía una imagen de orfandad y desamparo formidable. En los viajes al interior de Perú apenas la seguía su jefe de prensa y algún fotógrafo de “keiko Press”, tal y como bautizó su oficina de distribución de noticias de su campaña. La ex primera dama no recibía informes diarios de la prensa nacional e internacional. “A ella le gusta caminar la calle y sentir el pulso de la gente”, confiaba a ABC Alexei Toledo, responsable de las relaciones con los medios de comunicación.
Los sociólogos advertían que el 20 por ciento de indecisos tuvo la última palabra.

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