Unos 500 niños y jóvenes podrían quedarse sin los tradicionales cursos de verano que se imparten en ese lugar
Zacarías Cervantes
Unos 500 niños y jóvenes podrían quedarse sin los tradicionales cursos de verano que se imparten en el Centro Cultural Ignacio Manuel Altamirano de la Universidad Autónoma de Guerrero, debido a que el inmueble que alberga a las distintas áreas del Departamento de Difusión Cultural “están por venirse abajo”.
Debido a ello, los trabajadores de esa dependencia demandaron al rector Ascencio Villegas Arrizón, la reconstrucción del edificio y que en este mes, que duran los cursos, se renten inmuebles.
El pintor Jesús Anaya detalló que al menos durante los cursos de verano, que inician la semana entrante, se llevan a cabo talleres de teatro, danza folklórica, artes marciales, pintura, música, máscaras y manualidades diversas por mencionar algunos casos.
Recalcó que “si los cursos de verano no se llevan a cabo en el edificio de Extensión Universitaria, “los maestros de las diferentes expresiones artísticas estamos dispuestos a no impartirlos, como un forma de presión a las autoridades universitarias y gubernamentales para que destinen recursos necesarios para la destrucción y construcción de un nuevo edificio, en este caso el Centro de Artes Universitario”.
“Queremos que desalojen ya los pocos espacios “en buen estado” del actual edificio, les damos de plazo hasta este miércoles, de lo contrario no impartiremos los cursos, y las autoridades universitarias y de gobierno serán las responsables, porque es evidente que en Guerrero para frenar la ola de violencia se requiere que la juventud y la niñez tengan espacios para realizar sus actividades artísticas y deportivas”, concluyó.
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