Hallan indicador celular que define si debe o no seguir medicación contra depresión
El director del Laboratorio de Psicoinmunología del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente, Lenin Pavón, identificó un indicador molecular y celular que revela si el paciente en tratamiento farmacológico contra la depresión debe continuar o concluir el consumo de medicamentos, un dato que ayudará a mejorar las terapias para esta enfermedad.
“EL 70% de los pacientes que consumen fármacos antidepresivos típicos tienen una mejoría durante las primeras 20 semanas, lo interesante es que en el curso, los parámetros moleculares demuestran que se van deteriorando y al final, se encuentran igual o peor”, expresó.
Por esa razón, Lenin Pavón reconoce la necesidad de trabajar en la creación de pruebas biológicas que ayuden a los psiquiatras a determinar el tratamiento con antidepresivos, ya que actualmente no existen. “Los psiquiatras de todo el mundo usan escalas de los años 50 para evaluar el seguimiento clínico y dar de alta a los pacientes”, señaló.
Dichos instrumentos son las pruebas: International Neuropsychiatric Interview (MINI), Hamilton Depresion Rating Scale (HDRS) y Beck Depression Inventory (BDI). La primera y segunda son observaciones clínicas que evalúa el psiquiatra y el último es una prueba autoaplicable, es decir, que el paciente contesta sobre qué tan deprimido se percibe.
Con los resultados de dichos estudios, se determina la prescripción de los antidepresivos –compuestos que inhiben la recaptura del estimulante serotonina en el cuerpo, el cual influye en el estado anímico de las personas– y la duración de su ingesta.
LINFOCITOS. El investigador comentó que partir de 2002, cuando se descubrió que los linfocitos tienen un sistema serotoninergico con portadores y receptores de serotonina al igual que el sistema nervioso central, “la primera pregunta que nos realizamos fue: ¿El paciente deprimido tiene los mismos defectos en linfocitos y neuronas? y la respuesta fue sí, porque los genes que codifican para el sistema serotoninérgico están en el huevo principal o bien, en la célula que se parte y viaja a todo el organismo”.
Y agregó: “Al ser iguales, el estudio de las variaciones en la expresión del mensaje genético del transportador de serotonina (SERT), el receptor para serotonina 5-HT1A y dos citocinas –interferon (IFN)-y e interlucina (IL)-2– pueden tener una aplicación sobre el pronóstico clínico de los pacientes con inhibidores selectivos de la recaptura de serotonina (antidepresivos)“.
Para demostrarlo, Lenin Pavón dio seguimiento por 52 semanas a las expresiones genéticas de 20 personas sanas y 31 depresivos con medicamento, obtenidas con estudios de sangre. Esta población de entre 20 y 40 años, y en su mayoría mujeres, tiene la característica de no contar con otra enfermedad más que la depresión
El objetivo de esta primera investigación en su tipo a nivel mundial, dijo, fue tomar un linfocito para ver los parámetros de su expresión genética y permitirle al psiquíatra una cuantificación rápida y confiable que le ayudara a decidir si sigue o detiene el tratamiento.
“Nuestros resultados muestran que los inhibidores selectivos de la recaptura de serotonina indicen cambios en la expresión de los genes durante el tratamiento farmacológico sin alcanzar los niveles de las personas sanas. Son necesarios estudios adicionales para analizar la aplicación clínico-terapéutica de estos hallazgos”, señaló.
“EL 70% de los pacientes que consumen fármacos antidepresivos típicos tienen una mejoría durante las primeras 20 semanas, lo interesante es que en el curso, los parámetros moleculares demuestran que se van deteriorando y al final, se encuentran igual o peor”, expresó.
Por esa razón, Lenin Pavón reconoce la necesidad de trabajar en la creación de pruebas biológicas que ayuden a los psiquiatras a determinar el tratamiento con antidepresivos, ya que actualmente no existen. “Los psiquiatras de todo el mundo usan escalas de los años 50 para evaluar el seguimiento clínico y dar de alta a los pacientes”, señaló.
Dichos instrumentos son las pruebas: International Neuropsychiatric Interview (MINI), Hamilton Depresion Rating Scale (HDRS) y Beck Depression Inventory (BDI). La primera y segunda son observaciones clínicas que evalúa el psiquiatra y el último es una prueba autoaplicable, es decir, que el paciente contesta sobre qué tan deprimido se percibe.
Con los resultados de dichos estudios, se determina la prescripción de los antidepresivos –compuestos que inhiben la recaptura del estimulante serotonina en el cuerpo, el cual influye en el estado anímico de las personas– y la duración de su ingesta.
LINFOCITOS. El investigador comentó que partir de 2002, cuando se descubrió que los linfocitos tienen un sistema serotoninergico con portadores y receptores de serotonina al igual que el sistema nervioso central, “la primera pregunta que nos realizamos fue: ¿El paciente deprimido tiene los mismos defectos en linfocitos y neuronas? y la respuesta fue sí, porque los genes que codifican para el sistema serotoninérgico están en el huevo principal o bien, en la célula que se parte y viaja a todo el organismo”.
Y agregó: “Al ser iguales, el estudio de las variaciones en la expresión del mensaje genético del transportador de serotonina (SERT), el receptor para serotonina 5-HT1A y dos citocinas –interferon (IFN)-y e interlucina (IL)-2– pueden tener una aplicación sobre el pronóstico clínico de los pacientes con inhibidores selectivos de la recaptura de serotonina (antidepresivos)“.
Para demostrarlo, Lenin Pavón dio seguimiento por 52 semanas a las expresiones genéticas de 20 personas sanas y 31 depresivos con medicamento, obtenidas con estudios de sangre. Esta población de entre 20 y 40 años, y en su mayoría mujeres, tiene la característica de no contar con otra enfermedad más que la depresión
El objetivo de esta primera investigación en su tipo a nivel mundial, dijo, fue tomar un linfocito para ver los parámetros de su expresión genética y permitirle al psiquíatra una cuantificación rápida y confiable que le ayudara a decidir si sigue o detiene el tratamiento.
“Nuestros resultados muestran que los inhibidores selectivos de la recaptura de serotonina indicen cambios en la expresión de los genes durante el tratamiento farmacológico sin alcanzar los niveles de las personas sanas. Son necesarios estudios adicionales para analizar la aplicación clínico-terapéutica de estos hallazgos”, señaló.
OMS
De acuerdo con las proyecciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la depresión será en 2020 la segunda causa de discapacidad a nivel mundial, enfermedad que actualmente padecen cerca de 250 millones de personas en el mundo y calcula que 300 millones más son susceptibles de desarrollarla.
Ausentismo
El director del Laboratorio de Psicoinmunología, comentó que la depresión -o también conocida como depresión mayor- causa el 54% del ausentismo laboral y el 80% de los accidentes, y en México la padecen el 12 % de personas.
De acuerdo con las proyecciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la depresión será en 2020 la segunda causa de discapacidad a nivel mundial, enfermedad que actualmente padecen cerca de 250 millones de personas en el mundo y calcula que 300 millones más son susceptibles de desarrollarla.
Ausentismo
El director del Laboratorio de Psicoinmunología, comentó que la depresión -o también conocida como depresión mayor- causa el 54% del ausentismo laboral y el 80% de los accidentes, y en México la padecen el 12 % de personas.
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